Plan Nacional De Desarrollo
Enviado por fusher • 16 de Enero de 2014 • 378 Palabras (2 Páginas) • 182 Visitas
de otras administraciones. Estamos frente a un optimismo auténtico en nuestro
futuro, una confianza incomparable en las potencialidades del país y una imagen
en el exterior que es claramente positiva. De ser percibidos en el mundo como un
Estado fallido nos convertimos en una economía emergente, atractiva para la inversión
y para el turismo. Pasamos además a formar parte, desde hace poco, de un
selecto grupo de naciones, los CIVETS –Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto,
Turquía y Suráfrica–, percibidas en el planeta como economías con grandes expectativas
de crecimiento para las próximas décadas. Adicionalmente, hemos iniciado
el proceso para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo
Económico (OCDE); algo impensable hace tan sólo unos años.
Si bien todavía enfrentamos grandes retos como los de consolidar la seguridad,
disminuir el desempleo, eliminar la pobreza, y enfrentar los desafíos del cambio
climático, es indudable que hemos sobrepasado unas barreras que parecían inquebrantables
hace unos años, y el camino hacia la prosperidad, no obstante difícil,
parece ahora más despejado en el contexto histórico del país.
En este camino hacia la prosperidad, es indiscutible que así como unas barreras
se van superando, otros obstáculos van apareciendo. En este sentido, una barrera
que su puso al frente del país y que obligó a modificar la visión de Gobierno y
a adaptar, reformular y reforzar componentes esenciales del Plan Nacional de
Desarrollo, es la fuerte ola invernal que azotó a gran parte del territorio desde
la segunda mitad de 2010, y que ha dejado consecuencias devastadoras sobre la
población y las actividades económicas.
Ahora bien, más que un desafío, la emergencia invernal representa una oportunidad.
La oportunidad de mejorar las condiciones de vida de las familias afectadas,
de generar empleo, inversión y crecimiento con las obras de rehabilitación y reconstrucción,
y de adelantar los proyectos de inversión y ajustes institucionales y
normativos necesarios para que las consecuencias del cambio climático, y el riesgo
de desastres, en los próximos años y para las próximas generaciones se puedan
prevenir, mitigar, o al menos reducir.
Dada esta coyuntura, es evidente que nos encontramos en un momento especial
de nuestra historia que no podemos desaprovechar. Estamos ante la oportunidad
de superar adversidades comunes y recientes, empinarnos por encima de
la inercia, y proponer y encarrilar al país hacia la prosperidad democrática. Una
circunstancia que nos permite soñar con dar ese gran salto que nos dé la entrada,
en un futuro no muy lejano, al selecto club de los países
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