Plan Nacional De Desarrollo

El Plan Nacional de Desarrollo (PND) es el instrumento más relevante en la definición de las políticas públicas de cada administración. En éste se prevén los principales retos públicos del país y se establecen los objetivos, las estrategias y los programas para atenderlos. De acuerdo con nuestro marco jurídico, es indispensable que en su conformación participe activamente la ciudadanía. La construcción democrática del Estado mexicano requiere que las y los ciudadanos sean escuchados, no sólo a través del voto y durante las elecciones, sino también durante el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas. Ello para asegurar que sean efectivas, transparentes, atiendan a las necesidades reales de la población y generen gobiernos sólidos construidos sobre bases legítimas de cooperación entre sociedad y gobierno.

En este contexto, el Grupo de Financiamiento para Cambio Climático, elaboró un diagnóstico del PND de la administración pasada 2007-2012, para exhortar al nuevo gobierno a replantear de manera congruente y estratégica las políticas públicas federales en materia de cambio climático, derechos humanos, equidad de género, sector forestal, energía y movilidad y desarrollo urbano. Este replanteamiento ayudará en el cumplimiento de objetivos como mayor inclusión social, reducción de la desigualdad, desarrollo sustentable y la transformación a una economía baja en carbono.

En el foro “México en Paz”, realizado esta semana en Monterrey como parte de los encuentros ciudadanos programados para integrar el Programa Nacional de Desarrollo, 2013-2018, fueron reiteradas seis líneas específicas de acción del gobierno federal en materia de seguridad para alcanzar un “México en paz”. También se ha señalado la importancia de la prevención y la reconstrucción del tejido social con los mismos fines. Pero otras significativas líneas de acción tendrán necesariamente que ser las medidas para un mayor impulso al crecimiento económico del país y la promoción activa de una más equitativa distribución del ingreso y la riqueza entre los mexicanos. Y en estos nuevos esfuerzos, resulta central una nueva política industrial y de desarrollo agropecuario que, sin desconocer la participación de México como actor importante en la economía global, corrija los excesos a que el librecambismo desaforado del último sexenio llevó a la estructura económica de nuestro país, que no puede generar suficientes fuentes de empleo formales para la población mexicana en edad de trabajar, y muy especialmente para los jóvenes, en tanto que los trabajos que se logran crear en buena parte no ofrecen salarios suficientemente remuneradores en sus diversas escalas. Las fallas en estos dos importantísimo fines crean un pernicioso caldo de cultivo que facilita que nuestros jóvenes sean reclutados por las fuertes ganancias fáciles del crimen organizado, no tan sólo los de bajo nivel de escolaridad sino incluso los que al terminar una carrera profesional no encuentran trabajo.

Llamados para corregir la actual situación y fortalecer el mercado interno se multiplican desde diversos frentes, hechos por expertos, por académicos y por los mismos industriales, como los agrupados en la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero, el Consejo Coordinador Empresarial y la Cámara de la Industria de Transformación de Nuevo León. Esta misma semana un grupo de empresarios de este Estado, agrupados en el Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico, entregó a las autoridades económicas del gobierno federal, también como parte de la consulta para la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, una propuesta para impulsar el sector manufacturero industrial del país. Dicho Instituto fue creado en febrero de este año, con el objetivo de “orientar e impulsar una visión sobre el desarrollo industrial con un enfoque nacionalista y que la política de libre comercio se base en valores de equidad y reciprocidad”, como afirmó Raúl Gutiérrez Muguerza, presidente del organismo, quien declaró también en esa ocasión: “Es indispensable trabajar en el diseño de una política industrial

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