¿Por qué y para qué la escuela en la sociedad actual?
Enviado por Juan Camilo Calero • 19 de Noviembre de 2017 • Ensayo • 1.892 Palabras (8 Páginas) • 277 Visitas
¿Por qué y para qué la escuela en la sociedad actual?
Juan Camilo Calero Campo
Para hablar de escuela, hay que hablar de maestro y realizarnos los siguientes interrogantes ¿Qué es un maestro? ¿Qué es una escuela? ¿Qué época estamos viviendo? ¿Cuál debería ser la escuela del siglo XXI? A lo largo de este ensayo vamos a resolver estas preguntas.
¿Qué es un maestro?
Maestro es gente según Paulo Freire, maestro es explorar constantemente, maestro es enseñar con pasión, maestro es compartir un modo de experimentar y conocer. El maestro es aquel, que enseña para la vida, para ser feliz, que guía la persona en un camino de la transformación de su ser y del entorno donde habita y además de ello, aporta a su realización como sujeto en una sociedad del siglo XXI.
Para William Ospina, el maestro es:
“No necesariamente es alguien que tiene esa profesión y a quien se le paga por enseñar: yo creo que en todos nosotros tiene que haber un maestro, así como en todos tiene que haber un alumno. Es tanto lo que hay por aprender que nadie puede darse el lujo de ser solamente el que enseña y nadie puede darse el lujo de ser solamente el que aprende. Estamos en tiempos difíciles, estamos en tiempos sombríos, por eso tampoco podemos darnos el lujo de pensar que sólo hay unos sitios especializados llamados escuelas donde se enseña y se aprende. El país entero es la escuela, el mundo entero es la escuela, y un buen maestro debe ayudarnos a aprender también las lecciones que nos dan los ríos cuando se desbordan, las selvas cuando son taladas, la industria cuando no tiene conciencia de sus responsabilidades, los políticos cuando en lugar de cumplir con su noble misión de administrar los recursos públicos para el beneficio común, se abandonan a la corrupción y al egoísmo” (Carta al maestro desconocido, William Ospina)
Ospina tiene una idea muy crítica, liberar y diferente a la idea común del conservadurismo. Ya que, como sujeto político trata de mirar desde una perspectiva diferente al maestro y la escuela. Habla sobre la gran de responsabilidad del maestro en tratar de cambiar y transformar la sociedad. En este mundo con tantas necesidades físicas, éticas, morales, económicas, políticas, etc. yo creo, igual que William Ospina, que el maestro tiene el deber y la posibilidad de salvar al mundo. Pero, la educación y el maestro “sin saberlo, están formando al individuo para que funcione como necesita el sistema, está preparando burócratas, en el sentido amplio de la palabra” dice (Zuleta, 2009) pero es importante aclarar, que Estanislao Zuleta dijo esto en el año 1995 sobre la educación de Colombia. A través de sus experiencias pedagógicas en las diferentes universidades que estuvo y también en su paso por la escuela. Aunque es necesario cuestionarnos con las siguientes preguntas ¿Esto está pasando hoy en Colombia? ¿En la actualidad se debe hablar de una escuela universal o hablar de una escuela diferente y particular de acuerdo al contexto?
El maestro hoy, no es que dicta o habla la verdad. El maestro es el que presenta, el que muestra diferentes formas de vida y de ver al mundo, pensamientos, opiniones, etc. El maestro es el que acompaña en esa experiencia de ir al mundo.
¿En qué época estamos viviendo?
Estamos emergidos en una época materialista, en donde se está otorgando más importancia a lo material que a lo humano; en donde el concepto de felicidad se limita a la riqueza terrenal, a un rol dominante y de poder y en el cual, se reduce meramente a una felicidad superficial y vacía. Podríamos decir que, una de las causas de estos cambios, es el neoliberalismo o capitalismo salvaje que nos invade y nos absorbe, creando sociedades que en su proceso llamado “progreso” o “desarrollo” se va convirtiendo en una selva en la cual cada individuo se esfuerza por sobrevivir a toda costa. En una modernidad liquida que, según (Bauman, 2000) ““lo que estaba consolidado como sólido, poco a poco se desvanece originando distintos problemas sociales que afectan negativamente la sociedad”.
“Los tiempos cambian y nosotros cambiamos con ellos (Tempora mutantur et nos mutamus cum illis), afirmaba hace milenios el poeta latino Horacio. Actualmente el rápido pasaje de la Modernidad a la Posmodernidad y Transmodernidad exige una capacidad de reflexión, crítica y adaptación creciente. Si a este hecho le añadimos la falta de interés de la mayoría de los jóvenes por la historia, es comprensible advertir la creciente sensación de no tener referentes culturales para elaborar juicios de valor sobre los acontecimientos que amenazan con sobrepasarnos como un maremoto cultural” (Daros, 2016)
A partir de lo anterior, el que no cambia está condenado a morir, por ende, la pedagogía, la educación y muchos componentes deben ir en son de la sociedad actual, en un sentido de acoplarse y adaptarse a las necesidades de los jóvenes y niños de hoy.
Para hablar de sociedad, hay que hablar de quienes la van a manejar más adelante: los jóvenes, son los responsables del futuro de una cultura, de un mundo y de una forma de vida. Por ende, el maestro tiene la responsabilidad y el deber de formar a los más pequeños con sentido crítico y con responsabilidad social. Creo que el maestro de hoy, debe formar en el cooperacionismo y no en la competencia. La competencia crea ganadores y perdedores y eso es lo menos que se necesita hoy. En un mundo donde todos tenemos la responsabilidad social, la competencia lo que causa es la individualidad, desigualdad y esto origina una sociedad fragmentada. Y la fragmentación de esta, deshumaniza a los seres humanos que están insertadas en esa sociedad. Donde cada cual va por sus intereses personales y el otro no le importa ni le vale. Esas personas no tienen un sentido común y compresión. ¿Cómo va a entender una situación qué no han vivido? Por eso, la responsabilidad del maestro en que el sujeto acceda al mundo y conozca las realidades de su entorno y rompa las fronteras para conocer otras.
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