¿Por qué cuando damos un beso, cuando lloramos y le pedimos a Dios, cerramos los ojos?

Todo lo más bello se disfruta más con los ojos cerrados, tal y como no lo dice el Padre Rafael García Herreros. ¿Por qué cuando damos un beso, cuando lloramos y le pedimos a Dios, cerramos los ojos?, porque son cosas que realmente sentimos en el corazón.

El cerrar los ojos nos permite ver las cosas de otra manera, de una manera más grande, nos da la oportunidad de ver un mundo diferente al que se ve con los ojos abiertos, aparte de permitirnos ver un mundo diferente, nos permite ver un mundo en el que existe un cambio, una transformación.

Considero yo según lo que nos decía el padre, que el cerrar los ojos nos permite pensar, relajarnos, ver una solución a un problema, encontrar la respuesta a una pregunta, encontrar la posible transformación a ese algo que aparentemente no se puede transformar.

Por el contrario al padre Rafael, no creo que soñar sea una evasión, para mi soñar es el primer paso que se da, para luego vivir una realidad. Pues, todos soñamos con un amor, con un mejor mañana, con un futuro, con unos buenos amigos, con la vida, todos estos son bellos sueños que tenemos todos. Desde muy pequeños, lo último que se debe hacer es dejar de soñar. Porque si lo que quieres es triunfar, no hay que quedarse mirando la escalera, sino empezar a subir escalón por escalón hasta llegar arriba.

MI OPINIÓN “Cierra los ojos, pero nunca dejes de soñar, la vida es un sueño que tú te encargas de hacer realidad”

El Padre Rafael García Herreros nos quiere da a conocer con este texto de Cerrar los ojos que nosotros debemos meditar, pensar sobre nuestra existencia, encontrando nuestra paz interior, estar un rato con Dios, endurecer nuestros afectos, orientarnos sobre nuestros deseos, ya que todas las cosas que las miremos con la luz de Dios son firmes y rotundas.

Sin un rato de silencio, todo sería confuso.

Un rato de silencio diario nos descubre el misterio que ocultan las cosas.

Como nos decía el Padre Rafael García Herreros la generosidad no siempre es caridad, ya que la caridad, en su forma vigorosa, se enfrenta a condiciones concretas se enfrenta al combate y entra en algo que se llama compromiso. Caridad no es sinónimo de generosidad, se puede ser generoso simplemente temperamentalmente, pero sin la comprensión, sin el respeto y sin una actitud divina ante el hombre sin amor.

La caridad es comprometerse en favor de las personas que más lo necesitan.

En cuanto al video puedo ver las ganas que tenía el padre Rafael de inculcar o de motivar a la gente, que mientras más importante y famosa que fuera se uniera a la causa de ayudar a construir viviendas para las personas que lo necesitaran.

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