Porfiriato en queretaro

DESARROLLO

Querétaro hacia el inicio del siglo XX en la época del porfiriato, se podía describir como pacífico y tranquilo. Los habitantes disfrutaban de una estabilidad social y política alcanzada durante los primeros años de la dictadura.

Fue el gobernador Francisco Gonzales Cosio quien levanto a Querétaro de donde se encontraba cultural, social, política y económicamente, para ello tuvo que llevar a cabo un plan; comenzó el señor Cosio buscando alguna industrialización para el estado, él se dio cuenta con siembras hechas en su propia finca de campo que  en Querétaro era costeable la siembra de lino, fomento ese cultivo ofreciendo bajar impuestos a las haciendas que se unieran a su iniciativa, ofreció la iniciativa de liberar de impuestos a todas las fábricas textiles que se establecieran en Querétaro. Al fomentar la industria textil el gobernador Cosio supo que en esa industria era donde Querétaro tenía obreros calificados.

Otra industria que se dedicó a proteger fue la de la manufactura del tabaco para cigarros ya que tenía antecedentes en el estado, declarando el tabaco libre de impuestos.

Declaro libre de impuestos a los minerales del estado haciendo resurgir la minería en Cadereyta.

En cuanto a las instituciones de educación la institución primaria llego durante su gobierno a establecer un record de 1900 alumnos

Pero sin duda uno de los signos más importantes de la modernización fue la llegada del ferrocarril, aunque, para celebra este acontecimiento se organizó la primera feria industrial queretana. Todos los queretanos así como los habitantes de otros estados fueron invitados a exponer sus productos. La ocasión fue aprovechada para lucir los productos queretanos: las maderas finas de Jalpan, Tolimán y Cadereyta; los minerales de El Doctor, Vizarrón y de Ranas; el lino cultivado en San Juan del Rio; los trigos de Ajuchitlán; el fríjol de Obrajuelo; el maíz de Tlacote; las mantas de El Hércules y muchos otros artículos. También se expusieron obras de arte como esculturas, pinturas, grabados y fotografías de artistas queretanos, así como las obras históricas y literarias. Debido al éxito que tuvo la feria queretana, muchos expositores se animaron a participar en la exposición de París, ciudad que era entonces la capital de mundo, obteniendo varios premios y poniendo el nombre de Querétaro en alto.  

Pocas semanas antes de la inauguración de la exposición llego el primer tren a la estación de la alameda, transportando a los funcionarios y obreros que habían participado en la construcción del ferrocarril. Esperaban la llegada de más de 300 queretanos con bandas de música y demostraciones de júbilo.

Para el día de la inauguración de la exposición las calles de la ciudad habían sido adornadas con artos triunfales, y ornamentos florales y por doquier de oían vivas, cohetes, bandas de música y repiques de campanas. Esta celebre exposición se instaló en el palacio de gobierno, para la cual las oficinas administrativas se trasladaron a la antigua casa del diezmo. Constaba de 14 secciones; en ellas podían verse los mismos productos agrícolas, maderas finas, trajes de charro, oleos de artistas queretanos como Nicolás Campa y Antonio Balvanera, esculturas de Diego de Almaraz, grabados y fotografías. Como música de fondo, las bandas interpretaron piezas de compositores queretanos. Se realizaron concurso de obras históricas y de poesía y cada dos o tres noches se daban conciertos en el patio principal del palacio. Participaron 3473 expositores y visitaron la exposición más de 50 mil personas. Como los trenes ordinarios no eran suficientes se tuvieron que agregar 19 trenes que iban especialmente a la exposición.

El primer periodo de González Cosío termino en 1883. Pero más tarde el régimen porfirista haría de la reelección su norma, pero en aquellos primeros años aún estaba demasiado fresco en la memoria de todos, el hecho de que Porfirio Díaz había llegado a la presidencia luchando por abolirla y se respetaba todavía el artículo de la constitución de 1857, que prohibía gobernar durante dos periodos consecutivos. Al terminar el régimen del sucesor de Francisco González Cosío (Rafael Olvera) este volvió hacerse cargo del gobierno y esta vez no lo dejaría por 24 años. Como pretendía reflejar un cuidadoso respeto a las leyes periódicamente se celebraban las elecciones correspondientes; aunque en ellas el triunfador era de modo inalterable Francisco González de Cosío. Las obras realizadas por González de Cosío durante esta segunda administración tuvieron como principal objetivo el desarrollo de la industria. El éxito de la primera exposición industrial queretana había corroborado su tesis de la importancia fundamental del desarrollo industrial para lograr el avance económico de Querétaro. En el año de 1902 un gran hombre de empresario llamado         Don Ramón Bueno, concibió el proyecto de aprovechar la caída de agua de “Las rosas” para generar electricidad, obtuvo la concesión federal y empezó a formar lo llamo compañía hidroeléctrica queretana.

En la rama de la educación, tanto a nivel primaria como a niveles medio y superior, fundo numerosas escuelas que, para 1900 llegaban a 165. Promovió la creación de las carreras profesionales de ingeniero mecánico, abogado, escribano público e ingeniero topógrafo, así como las de jurisprudencia y de raíces griegas. También creo varias escuelas de dibujo. Para conmemorar el centenario de la independencia, fundo la academia de bellas artes. En el colegio civil se terminaron de construir la biblioteca, el jardín botánico y el invernadero; además, se equipó al observatorio meteorológico con instrumental triado de Francia. Tanto en lo que respecta a las actividades científicas como a las educativas predomino el positivismo, sistema filosófico de orientación cientifista y laica, que se basaba todas sus conclusiones en la observación y la experimentación. El positivismo fue la ideología que respaldo el gobierno de Porfirio Días, fue de acuerdo a sus lineamientos que se sentaron las bases del pensamiento y de la educación mexicana en aquella época  

Socialmente hablando al iniciar este siglo Querétaro era un mosaico de identidades culturales: indígenas, mestizos, criollos, españoles, norteamericanos etc. De los residentes en el estado, el 6% procedía de otros estados de la república y poco más de un centenar eran  extranjeros. La gran mayoría de los habitantes de Querétaro Vivian en chozas humildes que eran habitaciones consistentes en penas una sola pieza que hacia las funciones de comedor, cocina, recámara y estancia. La estratificación social durante el porfiriato era rígida, la población era clasificada por su procedencia étnica pero también por su posición económica. La sociedad en esta época estaba dividida en tres grandes agrupaciones: aristocracia, es decir los ricos, la clase media y los desheredados. En la cúspide estaban los miembros de la elite económica y política, junto con los extranjeros que eran  en su mayoría norteamericanos y europeos. Los sectores medios estaban conformados por pequeños propietarios, rancheros, administradores de haciendas, burócratas, propietarios de talleres artesanales, empleados del comercio, y mandos medios de ejército. La clase baja considerada como desvalida y desheredada de la fortuna, estaban compuestos de indígenas, campesinos, artesanos, soldados, obreros y jornaleros. Los pobres dentro de los pobres conformaban la masa de mendigos, pordioseros, traperos y limosneros que populaban las calles, viviendo de la caridad pública y durmiendo en los rincones de la ciudad.

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