Prevencion De Obesidad En El Trabajo
Enviado por drope_859 • 17 de Junio de 2013 • 660 Palabras (3 Páginas) • 334 Visitas
Cómo combatir la obesidad en el trabajo
La obesidad es un problema que pone en riesgo la salud de las personas y su productividad en el trabajo. Cambiar ciertos hábitos, esforzarse por llevar una dieta equilibrada y dedicar un par de horas a la semana a alguna actividad física, son el punto de partida para evitar esta enfermedad.
La mayoría de las personas pasa gran parte del día en su trabajo, por lo tanto llevar una alimentación equilibrada se vuelve clave a la hora de mantener un buen estado de salud y rendir adecuadamente en la jornada laboral. Aún así, muchos siguen creyendo que llevar una vida sana es sinónimo de estar a dieta y no son conscientes de los reales peligros que conlleva la obesidad.
Quienes se encuentran más expuestos a sufrir de sobrepeso son quienes trabajan en su escritorio y no realizan ninguna otra actividad física durante el día. En este tipo de personas abundan los malos hábitos alimenticios sumados a la falta de tiempo, lo que impide que puedan alimentarse equilibradamente, ya que siempre optan por lo que tengan a mano y no precisamente por lo más saludable.
Con este panorama, es fácil que los trabajadores sufran de obesidad y de otros problemas más delicados como hipertensión o diabetes que a la larga podrían traducirse en ausentismo laboral.
La clave está en poder prevenir, crear una cultura de alimentación saludable dentro de la organización y comprender que el tipo de alimentos que se consumen puede afectar directamente la productividad laboral, ya que cuando el cuerpo no recibe los nutrientes básicos para funcionar, es habitual que la persona se sienta desanimada, somnolienta o le cueste mucho concentrarse en sus tareas.
Aún cuando debe existir un cambio de mentalidad que no se aplique solamente a las horas de trabajo sino que a la vida diaria, aquí presentamos algunos consejos útiles que pueden seguirse durante cada jornada laboral:
La importancia del desayuno: Un mal hábito es no desayunar adecuadamente y pasarse la mañana comiendo productos azucarados que aportan más calorías que energías. Para comenzar bien el día y no fatigarse a media mañana, tome un desayuno rico en lácteos descremados, frutas, cereales integrales y con algún líquido caliente con endulzante, no azúcar.
Snacks saludables: A media mañana y a media tarde, se debe ingerir una colación que ayude a no llegar con tanta hambre a la siguiente comida. Lo importante es saber elegir qué comer. Prefiera jaleas dietéticas, frutas, yogurt o leche descremada, barras de cereal y productos integrales que aporten pocas calorías.
Frutas y verduras todos los días: Aumente sus porciones de fruta diaria e inclúyalas en distintas preparaciones, lo importante es que consuma por lo menos tres raciones al día. Lo mismo ocurre con las verduras, acompañe siempre su almuerzo con ensaladas
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