Primera parte. Momo y sus amigos
Enviado por espinosf • 18 de Septiembre de 2014 • Informe • 4.161 Palabras (17 Páginas) • 333 Visitas
Primera parte. Momo y sus amigos.
Capítulo 1: Una gran ciudad y una pequeña niña.
Esto era un anfiteatro en una gran ciudad. Estaba completamente abandonado por la gente, hasta que un buen día se instalo en él una niña. Los ciudadanos de la zona empezaron a sentir curiosidad así que fueron a averiguar más sobre ella. Se llamaba Momo y dado que no sabían su edad le calcularon unos 6 años, estaba algo descuidada y al parecer, no tenía padres. Así que, dado que quería quedarse en el anfiteatro a vivir, decidieron hacer turnos para visitarla con comida, muebles, etc. Pronto tuvieron listo todo un hogar para la pequeña momo e hicieron una fiesta de bienvenida.
Personajes: Momo y los ciudadanos.
Capítulo 2: Una ciudad poco común y una pelea muy común.
Momo se hizo muy querida y cada vez tenía más amigos. La gente acudía a ella porque sabía escuchar como nadie; hacía que se reconciliara, que los indecididos de repente tuvieran las ideas claras y que los tristes y afligidos se llenaran de autoestima. Un día vinieron dos amigos de Momo a verle, porque estaban muy peleados y querían arreglar las cosas. Al principio no hacían más que insultarse pero entonces Momo se puso en medio de los dos y les miró con una cara que les avergonzó, pues en el fondo no tenían ninguna razón coherente para estar enfadados, se reconciliaron y volvieron a ser amigos.
En otra ocasión, un niño le llevó un canario que ya no cantaba y ella lo curó a base de escucharlo.
Personajes: Momo, el canario y los ciudadanos, entre los que destacan Nicola y Nino (los peleados que se reconcilian) y el niño que era dueño del canario.
Capítulo 3: Una tempestad de juego y una tormenta de verdad.
Los niños llevaban ya un buen rato esperando a Momo, no llegaba. Sin ella los juegos no eran lo mismo, pues, lo intentaron varias veces sin ningún éxito. Pero cuando al fin llegó Momo se les vino una formidable idea a la cabeza. Jugaron a que estaban en un barco y cada niño representaba un papel. Se metieron tanto en él que cuando acabaron estaban calados hasta los huesos, prácticamente no se habían percatado de la tormenta que estaba cayendo. Hablaron un poco sobre lo vivido y se marcharon a sus respectivos hogares.
Personajes: Momo, el grupo de niños que estaban jugando, las auxiliares (Sara y Mora), al capitán Gordon, el profesor Cuadrado, Monosan, el capitán Blanco (el Delfín), el primer oficial don Mulú y Sum-sum Gomalasticum que era un animal.
Capítulo 4: Un viejo callado y un joven parlanchín.
Bepo Barrendero, como es de suponer se dedicaba a limpiar las largas calles de la ciudad, era poco hablador y un gran pensador de la vida, se tomaba mucho tiempo para todo. Gigi en cambio, todo lo contrario a Beppo. Sin un trabajo estable, le encantaba hablar y contar aneadotas, largas historias inventadas, incluso se ganaba la vida con ello, entreteniendo a los turistas que visitaban el anfiteatro. Pero a pensar de sus diferencias eran muy amigos entre sí porque había una cosa que les unía; su gran amistad con Momo.
Personajes: Momo, Beppo Barrendero, Girolamo (Gigi) y los hombres grises.
Capítulo 5: Cuentos para muchos y cuentos para una.
Gigi se había vuelto muy dependiente de Momo, pues, desde el día en que se hicieron amigos las historias le salían mucho más fluidas. Pero aún así no solían pasarse muchos turistas por el anfiteatro y el día que apareció uno le contó ilusionado su historia sobre reyes y emperatrices y más tarde continuó contándole historias a Momo:
Esto era una princesa que podía tener lo que deseara con solo pedirlo, todo lo que le rodeaba eran reflejos que procedían de un espejo mágico. Un día le llego la imagen de un príncipe del que se enamoró locamente y envió al espejo con su imagen para que se la mostrara, pero por desgracia, hasta entonces el joven se había casado con una malvada hada que le había prohibido terminantemente mirar hacia el espejo. Tras años de desesperación el príncipe por fin miró, auque de forma accidental hacia el espejo enamorándose también él perdidamente de la princesa, pero la malvada hada le hizo perder todos sus recuerdos y así vagó por el mundo hasta que, casualmente, toparse con la princesa. Al principio ninguno de los dos se reconoció pero al mirar el espejo tuvieron las cosas claras y vivieron felices para siempre.
Personajes: Momo, Gigi, los turistas, el rey Xaxotraxolus, la emperatriz, Basílica, Marjencio y el hada de la sangre verde.
Conclusiones: La forma el que los ciudadanos acogen a Momo es una clara muestra de solidaridad y la niña un símbolo de pureza, inocencia e imaginación.
Segunda parte. Los hombres grises.
Capítulo 6: La cuenta esta equivocada, pero cuadra.
Un gran peligro acechaba la ciudad pero nadie lo notaba. Los hombres grises cada vez conseguían persuadir a más gente para que dejara de lado todo lo prescindible, los placeres de la vida, para centrarse solo en las cosas productivas y así ahorrar tiempo que se quedaban ellos. Entre las personas engatusadas se encontraba Fusi, a quien le había venido un hombre gris al local, para meterle miedo y exprimir al máximo su tiempo pero solo con cosas que proporcionaran un futuro y dinero. Según él todo el tiempo ahorrado seria perfectamente guardado en el banco de los hombres grises. Pero poco a poco se fue dándose cuenta de que una vez terminadas todas sus tareas no le quedaba nada de tiempo libre para hacer lo que realmente le gustaba y poco a poco se estaba volviendo un infeliz.
Personajes: Momo, los hombres grises, Beppo, Gigi y los ciudadanos (Fusi).
Capítulo 7: Momo busca a sus amigos y se encuentra con un enemigo.
Los niños también notaron la influencia de los hombres grises; a sus padres ya nunca les quedaba tiempo para estar con ellos y les compraban un montón de cacharros para mantenerles entretenidos. Pero los niños no lo aceptaban y acudían al anfiteatro, aunque muchas veces también tristes o enfurruñados. También había algunos amigos de Momo que habían dejado de visitarle así que fue día a día a sus casas a pedirles explicaciones. Resulta que ya era demasiado tarde y los hombres grises se habían llevado también su tiempo.
Un día Momo se encontró una muñeca en las escaleras del anfiteatro. Se trataba de una muñeca muy especial, pues estaba hecha a tamaño real y era capaz de pronunciar algunas frases, pero por más que Momo intentaba jugar con ella decía siempre las mismas cosas sin sentido y por primera vez en su vida experimentó una extraña y repugnante sensación: el aburrimiento.
De repente se dio cuenta de que un hombre gris había salido del coche, se ve que llevaba algún tiempo observándola. Y empezó a explicarle que, ésta era una muñeca muy especial,
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