Procesos De Integración De EEUU Y Características De Estos.
Enviado por Nereadlpm • 22 de Octubre de 2011 • 2.541 Palabras (11 Páginas) • 745 Visitas
Los procesos de integración son vistos más bien como el resquebrajamiento de este bloque occidental en el proceso de formación de un mundo con distintos centros de poder económico y político.
Y de todos estos procesos no podría estar excluida la economía más grande del mundo, EE.UU. En este apartado se presenta brevemente la forma en que este país se ha enfrentado a estos procesos de integraciones regionales. Se parte principalmente de la revisión de los vínculos económicos que tenderían hacia la formación de estos bloques además de que se intentan ver los intereses de cada uno de estos países a la hora de establecer vínculos mucho más estrechos con otros países.
La idea es que la Gran Potencia utiliza a la integración como una forma de resolver sus problemas.
Existen etapas de integración, las cuales son:
El Acuerdo o zona de comercio preferencial: En ella los países signatarios convienen en otorgarse un tratamiento preferencial en los aranceles que se aplican a las importaciones que realizan entre sí. La disminución arancelaria puede aplicarse a todos los productos, pero no se propone alcanzar el arancel cero. Tampoco se adoptan compromisos para eliminar barreras no arancelarias y se mantiene la independencia de cada país para fijar aranceles a terceros que no forman parte de la zona de comercio preferencial.
La zona o área de libre comercio: En este caso se eliminan todas las barreras para el comercio recíproco. Esto significa que a diferencia de la zona de comercio preferencial las tarifas aduaneras se llevan a cero y se eliminan además barreras no arancelarias. Cuando una zona de libre comercio es creada, los países o territorios que la conforman mantienen independencia en su política comercial frente a terceros.
La Unión Aduanera: A todo lo anterior se suma la adopción de un arancel externo común para las importaciones procedentes de otros países.
El Mercado común: Supone, además de la abolición de los obstáculos al comercio mutuo y la fijación de un arancel externo común, la libre circulación de los factores de la producción (capital, trabajo, tierra y organización).
La Unión económica: establece que además de un mercado común se unifican las políticas monetarias, fiscales y socioeconómicas. Se le considera como una fase crucial en los procesos de integración ya que en ella también los países que la integran convienen en adoptar una moneda común bajo el control y emisión de un Banco Central.
La integración Total: En ella se requiere la formación de una unidad supranacional puesto que ya no basta con armonizar las políticas sino que es necesaria la unificación y ello no sería factible ante la ausencia de una autoridad supranacional cuyas decisiones sean obligatorias y cumplidas por los países que forman parte de este diseño.
En la realidad se presenta un cierto mimetismo entre todas las etapas.
Tanto México como EE.UU han establecido una serie de convenios y acuerdos para establecer zonas de libre comercio principalmente, incorporándose por este sólo hecho a procesos de integración, uno más elaborados y ambiciosos que otros pero que a fin de cuentan están inmerso en este proceso de formación de bloques regionales. Sin embargo cada una de estas naciones parte de intereses y necesidades distintas, que no solo son diferentes sino hasta antagónicas, lo que dificulta aún más la relación. La incorporación a los distintos procesos de integración responde a las necesidades y condición de cada uno de estos países. El valor de los procesos de integración para EE.UU. es distinto que el que México le concede. Esto debido a las distintas realidades que cada uno de estos países presenta. Hablamos por un lado de la potencia hegemónica en aparente declive y una nación subdesarrollada en busca del camino hacia el desarrollo. La manera en que los procesos y estrategias de integración se incorporan a su política es distinta. Pero ambas inserciones al proceso de regionalización, a fin de cuentas, son acciones encaminadas a resolver sus propios problemas.
EE.UU. inicia sus proyectos de integración a partir de que reconoce su debilidad en los asuntos internacionales, la pérdida de su influencia en el mundo occidental, mucho antes del fin de la Guerra Fría.
En 1930, Estados Unidos promulga la ley Smooth Hawley por la que se aumentan los aranceles de 900 artículos. Gran Bretaña a su vez, abandona el patrón oro en 1931 y en 1932 aprueba la Ley de Derechos de Importación, con lo que acaba con un siglo de libre comercio. El comercio internacional descendió de tal manera que a fines de 1932 el volumen del intercambio de manufacturas había bajado un 40 %.
Ante estas circunstancias, a partir de 1934, al ratificar la Ley de Acuerdos Comerciales Recíprocos, Estados Unidos -potencia ascendente- comienza a aplicar una política comercial basada en la negociación de acuerdos bilaterales de comercio con determinados países, que básicamente consistía en la apertura de los mercados mediante la reducción de aranceles por productos, a cambio de un trato equivalente o recíproco, es decir, utilizando el principio de la reciprocidad.
Otro principio que reinstauran los Estados Unidos en ese período, es el principio de la "Nación más favorecida", que provenía del siglo XVII y que significa que cualquier preferencia que otorgara un Estado contratante a un tercer país, es automáticamente extendido a las otras partes que firmaron el tratado con dicha cláusula.
Los Estados Unidos, siguiendo la visión liberal de sus gobernantes, pregonan la reconstrucción del mundo de posguerra, lo que para ser posible, desde el punto de vista económico, debía estar estructurado en un trípode institucionalizado.
De esa manera, en 1944, en Bretton Woods (EE.UU.) se crean el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, y el Fondo Monetario Internacional, que van a estar dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como organismos especializados.
La función del Fondo era la regulación de la balanza de pagos de los países que solicitaran auxilio financiero a dicha institución, cuando se encontraran con déficit; los préstamos se concedían por plazos breves -un año a un año y medio-. A su vez, la tarea encomendada al Banco consistía en sostener la tasa de inversión principalmente de los países destruidos por la guerra para reconstruirlos, y posteriormente fue la de ayudar a los países en desarrollo; los créditos que otorgaba eran, lógicamente, a largo plazo (diez años en adelante).
La tercera pata del trípode era la institucionalización y regulación del comercio internacional. Para estos efectos, entre 1946 y 1948, a instancias del Consejo Económico y Social de la ONU, se realizaron sucesivas Conferencias
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