Programa Competencias Genéricas Convenio de Desempeño

Documento adaptado de: Material de apoyo Conceptualización de las macrocompetencias genéricas y su enseñanza

Elaborado por Ps. Carlos Acevedo Cossio y Ps. Giulietta Vaccarezza Garrido

Programa de Estudios sobre la Responsabilidad Social

Programa Competencias Genéricas Convenio de Desempeño

UCO1204

Universidad de Concepción, Junio de 2013

1. CONCEPTUALIZACIÓN DE LA MACROCOMPETENCIA COMUNICACIÓN

La comunicación, en cuanto a medio de expresión y de aprendizaje, se puede considerar como un proceso dialéctico mediante el cual se va moldeando el mundo interno del individuo en interrelación con su entorno y, así, se constituye en el medio que da forma al proceso educativo del ser humano. Considerando esta importancia potencial de la comunicación, se vuelve necesario, en este documento, realizar una definición que permita

abordar el tema desde aspectos más concretos, como lo ha tratado la literatura existente.

Como pie inicial, Carro (1999), plantea que la palabra comunicación proviene del latín communis, común, y que al comunicar se pretende establecer “algo en común” con alguien o, lo que es lo mismo, se trata de compartir alguna información, idea o actitud. Los procesos de interacción humana siempre constituyen actos comunicativos, sea ésta la intención del interlocutor o no. Puesto que cada acción determina una consecuencia para el entorno físico del actor, las señales, tanto de acción como de omisión, serán recibidas por otro, directa o indirectamente, que interpretará esta información de acuerdo a sus propias experiencias y finalmente reaccionará en base a lo percibido, integrando tanto la información del medio como la que provean otros. Si se parte de esta base para estudiar el fenómeno de la comunicación, es posible vislumbrar la amplitud del tema, no obstante ello, es necesario realizar un recorrido por las principales teorías de la comunicación que buscan explicar este fenómeno, con el fin de generar algunos lineamientos que permitan comprender la comunicación como una macrocompetencia susceptible de ser fortalecida y, a la vez, orientada a potenciar el uso de las estrategias comunicativas al interior del aula y el aprendizaje disciplinar. Así también, se considera el aprendizaje como un proceso de comunicación en sí mismo, ya que, tanto la transmisión de determinados contenidos curriculares como la formación en valores y actitudes, son realizadas a través del proceso interactivo que tiene la relación entre personas. Incluso en aquellos contextos en que no existe contacto directo con otro, como la lectura o la formación a distancia, existen elementos que determinan un vínculo comunicativo entre personas.

La comunicación constituye un fenómeno natural, cotidiano e inherente al ser humano, es un proceso central en toda agrupación humana (Rodríguez, 2002). Dada su profunda participación en los diversos planos que componen la vida en sociedad, y su papel fundamental en las diferentes actividades humanas, la comunicación ha sido objeto de un

intenso y variado estudio desde diferentes perspectivas, cada una de ellas con diversos grados de profundidad y complejidad.

Para delimitar las pretensiones y alcances de su cobertura, en este texto, siguiendo a Simonetti (2003), se utiliza una clasificación que distingue tres dominios en los cuales es posible ubicar y analizar el fenómeno de la comunicación: planos intrapersonal, interpersonal y social.

Según este autor, el plano intrapersonal alude a todo aquel intercambio de información que la persona mantiene, acrecienta y modifica consigo misma. En lo que respecta al dominio interpersonal, éste guarda relación con el proceso de intercambio de información que acontece desde el momento en que interactúan, al menos, dos personas y es el que conforma la dinámica del docente y sus estudiantes al interior de las salas de clase.

Por último, se encuentra el plano de la comunicación social, denominada también en ciertas ocasiones, masiva o colectiva. Este aspecto implica, fundamentalmente, el estudio que le cabe a los medios de comunicación social (Simonetti, 2003; Gordon, 2008).

Así mismo, se hace necesario destacar que la comunicación está compuesta por mensajes que pueden ser verbales o no verbales (gestos, señales, conductas, etc) y que pueden ser transmitidos vía oral, escrita o a través de acciones o señales.

Para que la comunicación pueda ocurrir, se necesita un propósito, expresado como un mensaje a transmitir. Este mensaje pasa de una fuente (el emisor) a un receptor. El mensaje es convertido en una forma simbólica (llamada codificación) y a través de algún medio (canal) se transmite al receptor, quien retraduce el mensaje del emisor (decodificación). El resultado es una transferencia de significado de una persona a otra” (Robbins, 1987, p. 353).

Junto con el camino que recorre un mensaje existe un camino de vuelta, es decir, retroalimentación sobre cómo es recibida la información y si la recepción es fiel a lo que quería transmitir o no.

Toda comunicación produce una respuesta y toda comunicación intencional tiene su objetivo: generar una respuesta particular en el receptor. Cuando se logra usar las palabras

adecuadas para expresar propósitos, en términos de una respuesta específica por parte de aquellos a quienes va dirigido el mensaje, se ha dado el primer paso hacia la comunicación

efectiva.

En el contexto del aula, Gallardo y Reyes (2010) han distinguido, desde la comunicación, lo que han llamado la “relación pedagógica”. Ésta se refiere al vínculo entre educadores y educandos sin considerar el contenido, sino las operaciones y acciones realizadas para preparar el terreno hacia el aprendizaje, que se basan en el tipo de relación personal que establece el docente con sus estudiantes. Los autores plantean que “para establecer un buen contacto, los estudiantes demandan reconocimiento y valoración, quieren ser invitados al aprendizaje, necesitan ser encantados por sus profesores, sentir un real interés por que ellos aprendan, no una asamblea anónima sino que ellos en particular” (p.100).

Según Robbins (1987), se han descrito cuatro condiciones que afectan el mensaje codificado: habilidad, actitudes, conocimiento y el sistema sociocultural. Plantea además que el éxito comunicativo total que se obtiene también incluye las habilidades y disposición para hablar, leer, escuchar y razonar.

Así, desde el punto de vista del estudiante, pareciera que debe haber alguna forma de seducción comunicativa en el proceso de enseñanza, una búsqueda activa por interesar al estudiante en el contenido y en la clase misma, utilizando para ello elementos que llamen su atención hacia el aprendizaje: su experiencia profesional, su conocimiento, su simpatía, su antipatía, la utilidad futura del contenido enseñado, entre otros. El estudiante busca una invitación a hacerse presente en la clase, más allá de la mera asistencia. Sin embargo, ni el

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