Programa De Maternidad Adolescentes

El 74% de las mujeres ecuatorianas son madres adolescentes. Ecuador es el primer país en la región Andina y el segundo en América Latina (después de Venezuela) con la tasa más alta de embarazos de adolescentes. Ocho de cada 10 adolescentes que se embarazan no terminan de estudiar.

“No cambies tu mochila por un bebe” es una Campaña Nacional que lanza la Federación Nacional de Patronatos de los Gobiernos Provinciales del Ecuador, nace desde la iniciativa del proyecto “Bebé piénsalo bien” que impulsa el Patronato de Acción Social de Imbabura y Pichincha.

Para efecto, los Patronatos de los Gobiernos Provinciales del Ecuador, a través de su Federación, han juntado esfuerzos para llevar adelante esta campaña en todo el país a fin de desplegar acciones inmediatas que logren impacto y reflexión sobre las consecuencias futuras en la población.

Según la presidenta de este organismo, señora Luzmila Nicolalde, esta campaña busca concientizar a los jóvenes y adolescentes de las diferentes provincias del país, sobre la necesidad de lograr un cambio de conducta y acciones responsables para disminuir los embarazos y evitar madres y padres adolescentes, asumiendo roles para los que no están preparados.

La idea consiste en entregar a los chicos muñecos simuladores que imitan las funciones de un recién nacido. Los chicos asumen el papel de padres, deben estar pendientes del pequeño como si se tratara de una persona. Pasan un número determinado de días experimentando lo que les tocaría vivir si tienen hijos a temprana edad.

Va más allá de una tarea escolar cuyo fin es una calificación sobresaliente. El objetivo es poner a los jóvenes dentro de un escenario lo más real posible para que entiendan que la prevención de embarazos no se centra únicamente en la utilización de métodos anticonceptivos, sino en entender las consecuencias de iniciar su actividad sexual.

Los primeros en someterse a este experimento son los estudiantes del colegio nacional Nanegalito. Se les entregó un muñeco con las características de un bebé de un mes de nacido. Mide 50 centímetros y pesa de 3,3 kilos. A los “padres” se les coloca un brazalete en la mano, que es un sensor que permite al “hijo” identificar a su “progenitor”.

Están programados para llorar en caso de tener hambre, ser maltratados o si necesitan un cambio de pañal. Para calmarlos los papás deben atenderlos tal y como lo requiere un recién nacido humano: con arrullos, cariños y deben sacarle los gases después de cada comida. De lo contrario no dejarán de llorar.

Algunos de los simuladores están programados con diferentes dolencias o malestares, como desnutrición e incluso presentan síntomas de síndrome de abstinencia. Esto se lo hace para que el alumno conozca los efectos que causan en la criatura la mala alimentación de la madre durante el embarazo, así como la ingesta de alcohol o drogas.

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