Proyecto Productivo
Enviado por kal99 • 9 de Agosto de 2012 • 1.982 Palabras (8 Páginas) • 1.045 Visitas
Presentación
eDurante mucho tiempo en el pasado siglo la educación que impartíamos se centraba en
dar conocimientos a los educandos, con el prurito de que eso era educación, y con la
falsa idea de que cuanto más conocimientos se proporcionara los alumnos, sabían más.
No se reparaba en que el cúmulo y atosigamiento cognoscitivos, no la observación, el
análisis, la reflexión, en lugar de promover el desarrollo del intelecto, lo que hacía era
fomentar una actitud conceptualista y, peor aún, el memorismo. Pero más grave todavía
es que ese sistema que privilegiaba la retención teoricista mantenía a los educandos
fuera de la realidad, desconectados de toda practicidad. Al terminar los once años del
ciclo escolar los adolescentes realmente no habían logrado una actitud científica, que
mereciera tildarse de fuente del conocimiento, y, paralelamente, no sabían hacer nada.
No sólo se hallaban lejos del trabajo, sino que en sus espíritus se había instilado horror
por el trabajo: todo trabajo se había convertido en algo inferior y despreciable.
Tal actitud tiene larga data en el Perú. La educación se concibió como el proceso para
llegar a ser “doctores” y ello implicaba almacenar muchos trozos de información en la
mente, y ubicarse lejos de todo esfuerzo práctico. Los intentos de salir de este círculo
asfixiante fueron pocos, pero significativos. Desde 1951 la institución formadora de
maestros que hoy es La Cantuta insistió enérgicamente en que dicha formación no sólo
debía consistir en dar conocimientos, sino que debían integrarse con Prácticas
Profesionales intensas y diversificadas, al igual que en la preparación de los médicos. Y
esta tesis la generalizó, en el nivel universitario, para todas las carreras, que hasta entonces
sólo se fincaban en proporcionar únicamente conocimientos.
Más adelante, en los 70, la necesidad de incluir la capacitación para el trabajo fue extendida
a todos los niveles del sistema educativo y, por consiguiente, a la Primaria y la Secundaria,
lo cual concitó seria resistencia de parte de sectores de la población y especialmente de
medios de comunicación masiva, hasta que en 1983 esos intentos fueron anulados. Ahora
los tiempos han cambiado. La gran Consulta Nacional que se llevara a cabo en el 2001
ha puesto de manifiesto que en los diferentes ámbitos del país los padres de familia, las
gentes de la comunidad, los maestros, reclaman que las escuelas sean más prácticas,
6 Elaboremos Proyectos
que se enseñe a los educandos a trabajar, a involucrarse en la realización de acciones
útiles que les permitan enfrentar la vida.
No se quiere una falsa capacitación para el trabajo que les diga a los adolescentes cuán
importante es el trabajo, cuáles son sus factores, cuántos tipos de trabajo son posibles,
qué significa tecnología y más y más consideraciones del mismo estilo… pero que no se
trabaje en nada realmente. No se desea un utópico saber trabajar en general, que es un
“trabajar” gaseoso, en el aire, en un limbo indefinido. Dicho enfoque es el último refugio
de la posición cognoscitiva y abstracta, que desemboca en lo que llamo “verbalismo del
trabajo”, esto es, hablar sobre el trabajo, mas no trabajar.
La obra que sigue es un manual sencillo con indicaciones y consejos que permitirán en
cada plantel realizar experiencias de trabajo, unas simples, otras más complejas, pero
todas destinadas a que los educandos ingresen en el mundo de la acción, que sientan el
gozo de hacer cosas, de producir, de generar bienes o servicios vinculados con la realidad
de la vida. Constituye un nuevo intento de hacer educación completa, donde lo intelectual
no se niega, pero se une a una educación profesional (éste es el vocablo que hoy se
prefiere, porque es más abarcador que lo puramente técnico). El abanico que se abre
para las escuelas es amplio: 20 familias profesionales con 120 profesiones, con lo cual
no hay excusa para escoger, si se desea, los talleres más sencillos y más accesibles.
Lo premioso es no caer en las meras enseñanzas teoricistas, hacerlas más vitales, y, al
lado de ese tarea verdaderamente intelectual, brindar a los niños y adolescentes el contacto
jubiloso con la producción y la acción transformadora de la realidad, que es transformadora
asimismo del espíritu de los educandos.
Walter Peñaloza Ramella
Elaboremos Proyectos 7
Prólogo
todo ser humano tiene derecho a ser feliz. Los jóvenes en formación encuentran
felicidad cuando les facilitan participar en el trabajo escolar y en su comunidad.
Crecer es un proceso natural en el cual el joven se realiza. Adiestrar sin
participar en la investigación, en la organización, en la decisión y planificación
no permite esa realización y el joven es educado solamente para ser funcional.
La vocación del maestro y de la maestra es orientar expertamente el proceso
de enseñanza aprendizaje para que los alumnos y las alumnas lleguen a ser competentes
y productivos en la sociedad mediante la participación activa, aprendiendo a aprender.
No únicamente para dedicarse a comprar y tener cosas; sino, para lograr un nivel de vida
digno compartiendo la felicidad con sus seres queridos.
Los jóvenes que no tienen la oportunidad de aprender a trabajar, buscarán, como parte
central de la vida, cualquier forma de realización personal. Si carecen de la oportunidad
de ser positivamente competentes, la frustración la expresarán mediante la agresión o la
depresión o tratan de realizarse mediante la delincuencia o el uso de drogas u otras
formas de dependencia.
Lo más valioso que el maestro y la maestra pueden dar a sus alumnos y a sus alumnas
es que lleguen a ser competentes en su trabajo, poniéndolos o poniéndolas ante
situaciones interesantes y retadoras que les permitan aprender, con los demás, en un
ambiente creativo, equitativo y lleno de vida. En las manos del maestro y de la maestra
está la oportunidad de anunciarles que el PERÚ es, como aparece en el escudo nacional,
una CORNUCOPIA DE LA ABUNDANCIA de la que deben brotar productos de vida.
Antiguamente, la misma vida promovió el desarrollo de competencias mediante procesos
llenos de vida, con éxitos y fracasos. Hoy, una forma adecuada para reproducir ese
aprendizaje vivido
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