Pueblo y pobreza

Pueblo y pobreza

Autora: Huamanta Villa, Deyla Yamileth.

Actualmente el Perú se encuentra casi último en Sudamérica en el índice de pobreza. En una sociedad global y moderna como en la que nos toca vivir actualmente, ¿qué significa ser pobre?, el término pobreza tiene, en general, la connotación de estado de carencia, aplicable a personas dentro de un estado de derecho. Pero sin duda, la connotación más popular o que primero se nos viene a la cabeza, es la de la pobreza económica. En éste sentido, nos solemos referir a la imposibilidad de una sociedad de solventar sus necesidades.

Las investigaciones contemporáneas indican que en el Perú existen tres tipos de pobreza:

• La pobreza endémica: que afecta a gente con niveles muy bajo de ingresos, vista en la economía personal capitalista, viven con un alto porcentaje de necesidades básicas no cubiertas. No tienen acceso al mercado laboral ni a los servicios públicos básicos, debido a la baja productividad de la fuerza laboral y a la falta de oportunidades de empleo.

• La pobreza crónica: habitan en la periferia de las ciudades o en zonas rurales inclinados en las vías del desarrollo. Están obligados a generar sus propios medios de subsistencia. Reciben servicios de educación y salud de baja calidad a causa de la desigualdad en la distribución del ingreso, siendo el coeficiente de Gini 0,54. Citando a Francisco Verdera sostiene que “Existe consenso en que el Perú es uno de los países con mayor concentración de los ingresos y la distribución es cada vez más desigual desde los setenta”.

• La pobreza coyuntural: es el resultado de un factor externo a la persona a la persona, como crisis económica de las últimas décadas. Las personas de esta clase social tienen un nivel adecuado de educación y capacitación, pero el contexto económico les impide encontrar un trabaje estable y bien remunerado.

Breve, conciso, El pobre nos lleva a pensar y cuestionarnos la hipocresía con la que miramos al otro, a desenmascarar las formas de exclusión que existen en cada una de las prácticas de la modernidad. Texto premonitorio de una categoría económica a la que cada vez estamos, un gran número de personas, más peligrosamente cerca. En opinión de u escritor célebre, William Shakespeare: “El precio de las cosas debería depender de su mérito, jamás de su epíteto”.

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