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¿QUÉ ES LA JUSTICIA? Kierkegaard, Habermas, Hobbes


Enviado por   •  4 de Diciembre de 2016  •  Ensayo  •  1.509 Palabras (7 Páginas)  •  414 Visitas

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¿QUÉ ES LA JUSTICIA?

Carlos  Gabriel Castillo Baeza

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Abstract

En este  ensayo se planteará una de las cuestiones más polémicas de nuestros tiempos para tratar de entenderla de mejor manera de acuerdo con las opiniones de diversos filósofos, expondré las diversas ideologías de algunos de los filósofos más importantes de la historia como Kierkegaard, Habermas, Hobbes, entre otros, así mismo veremos los diversos enfoques de los pensadores y daremos un vistazo a la contraparte  la injusticia expuesta por un filósofo mexicano y cómo este concepto tiene un tremendo impacto en nuestra vida cotidiana sin que lo notemos,  la estrecha relación que guarda con otros conceptos como la libertad, la religión y la justicia. Para finalmente elaborar un concepto simple que aborde los diversos pensamientos filosóficos.

Palabras Clave: Justicia, libertad, solidaridad, injusticia.

Para comenzar este ensaño mencionare el concepto general de justicia extrayendo ideas de la Real Academia Española y el origen de la palabra para marcar la pauta del inicio y posteriormente veremos cómo va cambado de acuerdo a la época, contexto e ideologías de los diferentes filósofos

La palabra justicia tiene su origen en el término latín iustitĭa, permite denominar un principio moral que supone el otorgar a cada uno aquello que le corresponde o pertenece, esto puede entenderse como las acciones que deben hacerse de acuerdo a lo razonable, lo equitativo y al mismo tiempo lo que es obtenido por derecho. Es también el conjunto de todas las virtudes, por el que es bueno quien las tiene.

Mientras tanto el filósofo Sören Kierkegaard se refiere a la justicia desde el punto de vista divino en el que explica cómo esta actúa: sugiere que los crímenes cometidos en este mundo son castigados severamente incluso si difícilmente pueden ser llamados delitos, mas los crímenes relacionados con los pecados capitales de los que se obtienen bienes terrenales no pueden ser castigados antes de ser cometidos, es decir, la justicia divina no puede actuar de manera inmediata porque de este modo estaría evitando en lugar de castigar, de acuerdo a su intención. En cambio permite que las cosas sucedan, está presente en todo momento y observa sigilosa a lo lejos esperando al momento adecuado para revelarse, y cuando lo haga se hará notar inclusive en lo más mínimo.

Menciona también que si la justicia divina interviniera inmediatamente los pecados capitales no podrían ser consumados, sin embargo cuanto antes se aplique el castigo será mejor, además postula que para que el delito capital sea consumado es necesaria toda una vida, por lo que el castigo no puede ser aplicado en esta vida. Por lo tanto menciona dos tipos de criminales; quienes pueden ser castigados en el mundo y tarde o temprano alcanzar la salvación, y los que han consumado el pecado capital durante toda su vida sin ser castigados mas serán estos los que no alcanzaran la eternidad.

Esta visión está muy apegada al ámbito religioso, pero nos ofrece una clara comparación entre dos tipos de justicia que a final de cuentas se complementan, Kierkegaard nos da a entender que la justicia en el mundo puede ser evadida pero más allá de él hay otro tipo de justicia de la que nadie puede librarse.

Por otro lado el filósofo alemán contemporáneo Jürgen Habermas, en su obra La Inclusión del Otro (1999), realiza un recorrido del concepto de justicia comenzando justamente enfocado al Dios Redentor y al igual que Kierkegaard propone que este tipo de justicia no está trazado por reglas sino por el modo de vida de cada individuo. Sin embargo decidió enfocarse más hacia la relación que guarda la solidaridad con la libertad, a su vez sienta las bases de la solidaridad como fundamento de justicia.

“En la medida que la solidaridad es el envés de la justicia, nada se puede objetar al intento de explicar la génesis de los deberes morales a partir de la ampliación de las lealtades de los grupos primarios a grupos cada vez más extensos o por la transformación de la confianza personal en una «confianza sistémica» (Habermas, 1999, pág. 42).”

Observó que el contraculturismo se oponía a su concepto de justicia basada en la solidaridad ya que esta corriente se fundamenta en los intereses individuales, pero vuelve a encontrar la conexión de justicia y solidaridad en la propuesta de Kant quien interpretaba la justicia como “lo igualmente bueno para todos”. Para Habermas, desde un punto de vista universal, la justicia demanda que un individuo responda por otro aun siendo un extraño. Edifica el concepto de justicia sobre sobre los pilares de la solidaridad y pertenencia que para el son fundamentales.

A lo largo de la historia de la filosofía el concepto de justicia ha tenido dos virajes importantes: el primero es el definir la justicia como el acatamiento de las leyes, ya sean humanas, naturales o divinas. Los griegos pensaron en la justicia como el poder que lleva de la mano la organización armoniosa y equitativa de las sociedades humanas y del cosmos.

Este concepto implica una jerarquización que termina por justificar la desigualdad social y de oportunidades, no es coincidencia que los filósofos griegos terminaran avalando la esclavitud. Además esta noción no garantiza el ejercicio de la libertad positiva debido a que no permite a los hombres ser lo que quieran, sino lo que deban ser.

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