¿QUÉ SE EVALUA? EXÁMENES NACIONALES

¿QUÉ SE EVALUA?

EXÁMENES NACIONALES

Tras varios años de catalogar el objetivo de las evaluaciones nacionales como un motivo de desestabilizar la práctica docente bajo la lupa de saber o no saber; hoy en día la lupa de las evaluaciones son muy directas a la hora de conocerlos los resultados: Apto, o No Apto.

La definición de Aptitud se describe como la “capacidad” de una persona (recordemos que la definición de competencia es el conjunto de “capacidades” que pueden ser conocimientos, habilidades, valores o actitudes) para realizar adecuadamente cierta actividad.

Con esto podemos definir claramente que es lo que se espera de una evaluación, no solo la capacidad de tener los conocimientos necesarios para desarrollar nuestra actividad docente ¡va más allá! Las habilidades son las que nos permiten definir estrategias de trabajo, la diversificación para atender la inclusión, la experiencia pedagógica en otras palabras. Los valores que nos permitirán navegar nuestro liderazgo como maestros de seres humanos, iniciando siempre con la capacidad de ser el ejemplo que arrastre la aplicación de valores en la vida personal, decía un pedagogo, no te preocupes si no te escuchan tus alumnos, preocúpate cuando crees que no te están viendo… ahí es donde verdaderamente ellos aprenden.

Por último, el más importante de esas capacidades del ser humano, la “actitud” que es la manera de estar un docente a comportarse o actuar. La actitud es la madre de todas las capacidades humanas, ya que sin esta no se podría aprender a hacer. Quien aprendería a manejar un automóvil sin la vital actitud, que aunque existe miedo, la actitud siempre hace que se logren los objetivos. Quién de nosotros podría leer un libro, sin tener la actitud. Si esas ganas de hacer, de crear, de sobrevivir, de ser diferente y de sonreír, esa es la actitud.

Pues no es posible obtener un concepto para ser apto si no tenemos actitud, mucho menos habilidades y valores. Es tan importante en este juego de evaluaciones docentes la bandera de la buena actitud, ya que en los estudios que he realizado, se observa contundentemente que quienes tienen mejor visión de la vida, son quienes tienen mejores resultados.

Pongámoslo en un ejemplo, si tu tuvieras una escuela, a quien contratarías, a quien tiene todos los conceptos de educación memorizados, que sabe hacer con fomi materiales extra diversificados, pero con una actitud pésima, de todo se queja diariamente, no está de acuerdo con tu manera de organizar y administrar tu negocio y siembra la discordia entre los compañeros; o una persona, sin tanta experiencia, pero con deseo de aprender, con ganas de crecer junto con tu empresa, con los conocimientos suficientes para desempeñar su trabajo y que su común denominador sea la sonrisa y buena comunicación, ¿A quién quisieras tener de tu lado?

La buena actitud, considero que es esto lo que también evalúan. Estando en una maestría donde el objetivo central de la misma son los instrumentos de evaluación, nos hicieron mucho énfasis en los ahora ya conocidos “reactivos”. Nuestro docente, con mucha experiencia en estos, español y con doctorado en instrumentos de evaluación nos comentaba siempre, al momento de hacer ejercicios de reactivos: No se centren el en conocimiento, ese es el elemento final, inicien siempre un reactivo con distractores, con “basura” que tengan que leer y que les confunda, que los suba de 1 a 5 puntos de estrés, después busquen una base de reactivo y láncenla con un cuestionamiento que marcará tu tipo de reactivo.

Te lo explicaré con manzanas. Un reactivo no es para determinar solo un conocimiento o habilidad, es para determinar ese conocimiento por medio de la actitud. La palabra reactivo se refiere a algo que causa una reacción y su definición es: “Cambio producido como respuesta a un estímulo”. Así es, los reactivos son para sacar desde adentro de las personas, el estímulo producido por un sometimiento a estrés. Tan solo observa las respuestas que nos ponen en los exámenes, cuatro incisos y la mayoría en cuanto a reactivos se trate, uno solo será el correcto, mientras que los otros tres pueden ser aberración, semi aberración o contrariedad.

La realidad de los exámenes nacionales, son un conjunto de estímulos para saber verdaderamente quien está detrás de una respuesta. Conocer su mente reactiva y así descartar a quienes poseen mayor descontrol emocional, a quienes no son capaces de mantener una actitud favorable. Es por ello que muchas veces nos encontramos con personas que tienen mucha experiencia y no les va bien en las evaluaciones, culpando al gobierno o situaciones de corrupción. Sin embargo es importante definir en este espacio, que hay quienes conocemos con firmeza, dedicación, disciplinados y serios en su trabajo, que pueden confundirse con personas con mala actitud, ellos aprueban y pudieran decir que mi definición no funciona, pero como ya dije, la firmeza se puede confundir con el enojo.

Hay tres tipos de docentes que en base a la evaluación puedo determinar:

1. Docente – Niño: Se confunde entre la multitud del aula de clases, se comporta como uno de ellos dentro y fuera de clases; hace berrinches, solo le falta tirarse al piso y patalear; se pone al tú por tu con los alumnos, incluso me han tocado maestros que retan con groserías y antagonismo a sus alumnos; simplemente hace lo que se le antoja, casi no asisten a sus capacitaciones o si van se la pasan jugando y distrayendo a los demás, ellos hacen los que quieren. En su capacitación se les muestra la manera correcta de planificar, sin embargo a él no le importa, porque siempre cree que lo que hace está bien.

2. Docente – Adolescente: Es un docente rebelde, va en contra del sistema aunque éste sea definitivamente coherente, él siempre lo reprochará porque sabe que viene de su principal enemigo y por lo tanto, ni se tomará el tiempo de revisar si algo de ahí puede ser para su bienestar o el de sus alumnos. Por lo general este docente siempre sugiere algo a cambio de cualquier cosa que haga, no tiene bandera altruista, solo hará lo que le conviene a él. No obedece a menos de que sea con regaños y sometimiento, se burlará de los demás y se mantendrá aislado en su salón de clases… a menos que en su alrededor existan semejantes adolecentes con quien perder el tiempo con juegos, distracciones y pasatiempos.

3. Docente – Adulto: Es de quien menos puedo referenciar, ya que este docente solo hace una cosa: “Lo que debe”. Tiene bien definido su trabajo profesional, por lo tanto la línea de la ética docente es su motor para funcionar, sabe lo que es bueno y malo para la gran mayoría y por lo tanto nunca antepondrá sus necesidades a la de los demás, siempre buscará lo correcto y en su trabajo, siempre buscará lo pertinente.

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