¿Qué Te Parecen Estos Halcones De La Noche?

¿Qué te parecen estos halcones de la noche?

Rodrigo Medina Montero

Facultad de Lengua y Literatura Hispánicas de la U.V

Facilitadora: Irlanda Villegas

Experiencia Educativa: Literatura Europea Contemporánea

Fecha de entrega: 19/08/2014

Número de caracteres: 1100

Las ventanas suelen ser portales hacia la soledad, más aun si son ventanas ajenas. Quién no quisiera adentrarse como observador, a una escena en la que no participa, que dista mucho de ser propia, en la cual no tiene asistencia, estorba: la luz que entra por la ventana; corta. Invade, hiere de manera tal que es mejor alejarse. Pero en aras de continuar voyeristas (todos lo somos), nos quedamos mirando, por ejemplo: una escena urbana, un restaurante. Tras la ventana vemos a tres comensales y a un mesero. No hablan. La imagen está suspendida en el tiempo, la relación de los personajes es accidental, a excepción de una pareja, la cual no parece mantener comunicación. Es entrada la noche, la luz de la calle es tenue, marchita. Arriba del escaparate reluce el anuncio de unos puros “Phillies”.

Creo, está a punto de acontecer algo. Pero, puesto que estoy intentando relatar un cuadro de Edward Hopper, la imagen sola, sugiere silencio. La pintura de la que estoy hablando es Nighthawks de 1942, y está inspirada en un barrio de Greenwich Village en Manhattan, dónde el autor radicó los primeros años de su vida. El título literal de la obra es; Halcones de la noche, pero se sugiere Noctámbulos en español.

El Diner como le llaman los estadounidenses, se derribó años después. Hopper empezó a pintar escenas como ésta posteriormente al ataque de Pearl Harbor, el cual desanimó a gran parte de la sociedad norteamericana, situación que se puede admirar en toda su obra.

Hablemos un poco más de la escena, y del contexto de la sociedad americana de ésa época; en el cuadro se ve a dos hombres de traje, una mujer con vestido y el mesero con uniforme blanco, detrás de la barra. Uno de los hombres de traje, el que no está con la mujer, nos da la espalda. El otro hombre de traje parece ensimismado, al igual que la mujer, el mesero está moviendo algo por debajo de la barra, mirando hacia el exterior. Todas las expresiones son de tedio, preocupación, de aparente soledad y abandono. En el estacionamiento no hay ningún coche aparcado, ni un alma caminando por la calle, sólo el rumor de aquél anuncio de puros que nos indica el constante bombardeo consumista en los años de la gran guerra.

Recordemos que, veinte años atrás de ser pintado Nighthawks, la sociedad estadounidense pasaba por la gran depresión económica de los veintes. La cual dejaría en duda aquella promesa del American Dream. Situación que dio paso a otra ruptura social, la denominada, época de la ansiedad.

Quiero realizar el ejercicio comparativo haciendo un símil del trabajo de pintor estadounidense Edward Hopper relacionándolo con la narrativa del cuentista también estadounidense; Raymond Carver.

Carver es un hábil narrador que bajo una prosa sencilla nos revela un fondo complejo en sus historias. A Raymond C. poco le interesa renovar el lenguaje, él quiere telegrafiar la realidad, el tedio, la soledad, el aburrimiento, la perversión. Para esto utiliza una forma y un fondo específicos. Las historias de Raymond Carver están narradas con frases cortas, sencillas, bien llevadas, esto va del lado de la forma. El fondo es la ligazón de todas esas frases sencillas que develan un universo complejo, una sociedad estadounidense llena

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