REFLEXION SOBRE EL ELOGIO DE LA DIFICULTAD

Es un común denominador de nuestra sociedad, el que en algún momento de nuestra existencia hayamos imaginado o fantaseado con un mundo mágico, hermoso y sin ninguna complicación; en nuestras fantasías alguna vez hemos sido millonarios, nos hemos ganado la lotería, hemos ayudado al mundo y a quienes nos rodean, pero a la hora de aterrizar nos asustamos con la idea de que para algún día tener una buena solvencia económica o ser apoyo a quienes están a nuestro alrededor debemos hacer más que soñar, es ahí donde empiezan a aparecer los peros, los contras, y llenamos nuestra mente y boca con expresiones como no puedo, es difícil, es imposible.

Pienso que el autor no tiene nada en contra de los sueños, de hecho si soñamos y nos esforzamos por cumplirlos es muy probable que seamos personas más felices, pero creo que debemos aprender a soñar, no es lo mismo soñar e idealizar que me ganaré la lotería y seré millonario algún día y por eso no trabajaré nunca para lograr mis metas, y otra cosa es soñar con algún día tener una empresa que genera satisfacciones económicas para mí y para quienes me rodean, y que por ese sueño me preparo, lucho cada día, me esfuerzo, me comprometo hasta lograrlo.

Vivimos en una sociedad pobre de pensamientos, pobre de sueños; en realidad no sabemos soñar, ni desear; nos quedamos esperando que nuestras vidas cambien en un momento de suerte o tal vez por algún milagro inesperado, pero no salimos a luchar por lo que realmente queremos, deseamos vivir bien pero sin ningún tipo de esfuerzo, queremos ser los mejores pero sin ningún sacrificio, es decir que no nos cueste.

La lectura nos lleva a pensar en lo que realmente estamos anhelando, soñando o deseando que pase en nuestras vidas, mientras que nos motiva a dejar a un lado la visión de estar en un mundo facilista y a luchar por nuestros objetivos de manera ardua y constante con voluntad y actitud.

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