Reanimacion Cardiopulmonar
Enviado por • 16 de Mayo de 2013 • 5.342 Palabras (22 Páginas) • 357 Visitas
REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR AVANZADA
La American Herat Association (AHA)
proporciona lineamientos para la reanimación
de pacientes con una amplia variedad de
circunstancias clínicas. Como tal, estos protocolos
de la AHA deben constituir la base del tratamiento
de los pacientes graves en paro cardiopulmonar.
Sin embargo, los algoritmos de la AHA no deben
considerarse como totales o inflexibles. En lugar
de ello, un abordaje que use en forma creativa
todas las modalidades diagnósticas y terapéuticas
disponibles en el servicio de urgencias ofrece la
mayor probabilidad de reanimación exitosa.
Principios generales
El paro cardiopulmonar representa un estado de hipoperfusión tisular muy profunda con aporte de oxígeno tan deficiente que es inminente la muerte celular. Existe controversia acerca de la duración absoluta que cualquier lecho tisular puede sobrevivir en estas condiciones antes de sufrir daño irreversible. Sin embargo, queda claro que a menos que se reanime en unos cuantos minutos, es poco probable que el paciente que presenta un paro cardiorrespiratorio sobreviva para el egreso. Los lineamientos de la AHA recomiendan valoración y desfibrilación tempranas, cuando esté indicado, para restablecer la circulación y ventilación adecuadas antes de atender la vía respiratoria, la respiración y la circulación (el ABC de la reanimación). Además de la desfibrilación urgente sobre el ABC son la necesidad de proteger al paciente de una lesión adicional y la compresión de cualquier hemorragia masiva.
El control de la vía respiratoria y la provisión de la respiración adecuada son objetivos inmediatos en cualquier paciente. Esto no significa que todos los individuos deben intubarse, sino que es prioritaria la valoración de la vía respiratoria y la respiración, junto con las medidas para corregir las deficiencias descubiertas. Las cánulas bucales, la ventilación con bolsa y mascarilla, y la ventilación no invasiva con presión positiva son algunas alternativas. Es cierto que puede haber perfusión inadecuada en presencia de de una presión sanguínea “normal”. Por lo tanto, la valoración de la circulación no sólo debe incluir la medición presión sanguínea y la frecuencia cardiaca, sino también indicadores de la perfusión orgánica, como la temperatura de las extremidades, llenado capilar, calidad del estado mental y nivel de conciencia y gasto urinario. Es esencial que el volumen circulante sea normal y debe establecerse pronto mediante la infusión rápida de soluciones cristaloides, coloides o eritrocitos. A diferencia de muchas otras situaciones clínicas, la reanimación con volumen del paciente en paro cardiopulmonar requiere la capacidad para infundir litros de líquido en cuestión de minutos. Es prioritaria la instalación de un catéter corto de gran calibre. Los lineamientos de la AHA sugieren el empleo de catéteres de calibre grande en la vena antecubital , pero en las instalaciones de cuidados intensivos se prefieren catéteres venosos en la vena yugular interna o subclavia (no catéteres arteriales pulmonares o de “triple luz” que tienen múltiples canales de pequeño calibre, sino uno de calibre grande). Además de la hipovolemia, también las bradiarritmias o taquiarritmias y el estado inotrópico deprimido explican el colapso circulatorio.
La principal indicación del uso empírico de un vasoconstrictor es la ausencia de vasoconstricción adecuada en presencia de hipotensión. El suministro de estos agentes en otras situaciones debe considerarse sólo una medicación temporal hasta que el problema pueda tratarse en forma correcta.
Si la reanimación tiene éxito, debe valorarse el nivel de discapacidad. Esto incluye la determinación del estado neurológico vigente y la comparación con valoraciones previas.
Existen diversas escalas de valoración, pero la Escala de Coma de Glasgow es la más elaborada y la mejor para predecir el tratamiento y el resultado subsecuente. También es preciso considerar la necesidad de un diagnóstico continuo de la arritmia cardiaca causal para asegurar el mantenimiento del paciente estable y llegar a un tratamiento definitivo. En seguida se presenta un resumen de las principales arritmias y los lineamientos terapéuticos sugeridos por la AHA durante la fase de reanimación.
Escala de Coma de Glasgow
Puntos por abrir los ojos Puntos por respuesta verbal Puntos por respuesta motora
4 Abre los ojos en forma espontánea 5 Completamente orientado 6 Obedece órdenes
3 Abre los ojos ante una orden verbal 4 Conversación confusa 5 Localiza el dolor
2 Abre los ojos ante un estímulo doloroso 3 Palabras inadecuadas 4 Reacciona ante el dolor
1 No abre los ojos ante el dolor 2 Sonidos incomprensibles 3 Postura de descorticación
1 Sin respuesta verbal 2 Postura de descerebración
1 Flácido
Nota: Calificación = puntos por abrir los ojos + puntos por respuesta verbal= puntos por respuesta motora. Puntos totales posibles = 15; coma = 0 menos; la peor calificación es 3.
El manejo de los pacientes se puede dar de la siguiente manera (no es una regla):
1. Iniciar RCP básico
2. Realizar desfibrilación si es necesario
3. Continuar RCP e intubar y colocar un acceso intravenoso
4. ECG y/o monitor para checar ritmo
5. Aplicar medicamentos según este indicado
6. Establecer un diagnóstico y tratarlo si es posible
7. Revalorar continuamente maniobras
El enfoque del apoyo vital avanzado de la AHA va encaminado a:
1. Necesidad de responder:
a. Evaluar la capacidad de respuesta de la víctima
b. Activar el SEM
c. Colocar a la víctima en posición
d. Ubicarse en posición de reanimador
2. Realizar los 8 pasos de apoyo vital avanzado
a. Realizar el examen ABCD primario
Se centra en el RCP básico y en la primera desfibrilación
b. Realizar el examen ABCD secundario
Se centra en la evaluación y tratamiento avanzado
SECUENCIA DE PASOS DEL APOYO VITAL AVANZADO
(ABCD PRIMARIO, ABCD SECUNDARIO)
ABCD PRIMARIO (RCP básico)
A. Abrir vía aérea con extensión de cabeza y elevación del mentón, colocar
cánulas orofaringeas o nasofaringeas
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