Referentes Teórico-metodológicos En El Estudio De La Educación Y La Pedagogías

Pre-historias

E. de Gálvez

Las oscuras sombras del matrimonio.

Al no existir en la edad media una ley sobre el matrimonio, esto llevo a tener hijos fuera del hogar. La iglesia al percatarse de este desorden “no dejo a un lado sus constantes prohibiciones” y empezó a marcar sus normas.

Se conocen dos leyes, el concilio de 692 prohibe “las uniones entre madre y padrino, es decir, entre parentesco espiritual y carnal” y una ley que hacia la bendición nupcial una obligación suficiente para el matrimonio.

Esta lectura nos lleva al lugar donde el matrimonio no existía como ahora o al menos las leyes todavía no lo definían, por ello varias personas quedaban sin protección al fallecer sus familiares, se provocaban peleas familiares…

Pero ¿a caso hoy día no funciona igual?, creo que sí, ya que la “bendición de Dios” no lo es todo y aunque uno esté bien con las leyes divinas, el tener hijos fuera del matrimonio provoca peleas y dejar a seres desprotegidos a la muerte de uno.

La letra con sangre entra.

Una frase que hasta nuestros días se utiliza a veces como amenaza para que los estudiantes le echen ganas. Pero en el pasado sucedían varias cuestiones.

Una de ellas era: estudiar lo mismo que tu padre, es decir, si era hijo de artesanos no se podía aspirar a mas, descendientes de la corona, estudiaban para ello.

En la actualidad no esta tan marcado el estudiar o dedicarse a lo mismo que nuestros padres, pero si, las oportunidades de estudio no son las mismas, ya que la población con recursos económicos más bajos no pueden aspirar a una licenciatura y no pensar en un posgrado o maestría, ¿Por qué? Simple y sencillo el tiempo es oro o se estudia o se trabaja.

De igual manera como hoy sucede existía en famoso bullying, aunque no en su versión como lo conocemos ahora (donde el compañero más fuerte le gana al más débil) no, la crueldad y violencia venia de las personas encargadas de impartir la enseñanza, esto en todos los ámbitos no se discriminaba a las clases sociales.

Como menciona el autor: “no solo los maestros y profesores eran los que sometían a malos tratos a los muchachos, también los mismos compañeros” y los define como: “los pipiolos (novatos), debían obedecer a los veteranos se les obligaba a pedir limosna y hasta robar para ellos”. Pero no solo ocurría en las clases altas o acomodadas, con los artesanos sucedía algo similar: “a los aprendices se les enterraba en un montón de la basura más repugnante”.

Estos actos estaban justificados ya que no todos podían tener acceso a los estudios u oficios, por ello tenía que sobrevivir el más fuerte, justificación que para la época del contexto podría ser aceptable. Algo que en nuestros días no podría ser aunque no existan las mismas oportunidades de estudio para todos, el abuso o la sobrevivencia del más fuerte se debe de quedar a un lado, ya que este concepto

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