Reflexión ¿Por qué hacemos lo que hacemos?

De qué sirve todo lo que hacemos a lo largo de nuestra vida. ¿Tiene un propósito final? ¿Por qué hacemos lo que hacemos? ¿Por qué tomamos las decisiones que tomamos? ¿Con qué fin, que ganamos a cambio? ¿Ser felices? pero ¿Por cuánto tiempo? No lo sabemos. No sabemos nada realmente, pero fingimos tener el control de las situaciones inesperadas. Nunca me he parado a pensar verdaderamente un porqué y no creo que lo encuentre. Después de todo nuestra sociedad no es buena: discriminamos, rechazamos, matamos, mentimos, robamos y millones de cosas más. Solo conseguimos que el mundo vaya a peor, y nos engañamos haciéndonos creer a nosotros mismos que lo mejoramos. Yo creo que, si destapáramos todas las mentiras y los secretos del mundo, quedaríamos al descubierto unos de otros, porque todos escondemos algo, todos guardamos algo que no queremos que se sepa, aunque pueda dañar a otros. ¿Pero qué haríamos si eso pasara? Nadie lo ha pensado, nadie piensa en la consecuencia de las acciones y de las palabras, y estas son las que más duelen. Ya no es el plantearnos un motivo, sino el pensar en qué podemos hacer que mejore el mundo de una vez, por fin. Lo malo y de lo que estoy totalmente segura es de que es muy difícil hacer que los momentos oscuros como los que hay en todo el planeta cambien. Imaginaos, si ya es difícil de por sí hacer que una sola persona cambie su forma de pensar, ¿qué habría que hacer o qué tendría que suceder para que eso pasara? ¿un milagro? Yo no creo en los milagros, creo en decisiones y acciones con consecuencias.

¿Por qué las mujeres debemos depilarnos? ¿Por qué los hombres no? ¿O por qué sí? ¡Qué más da si tenemos pelo o no! Hace millones de años íbamos desnudos por todo el mundo. ¿Cuál es la causa? ¿La evolución? No creo que hayamos evolucionado. Hacemos lo mismo, pero con leyes, que son violadas por miles de personas que quedan libres de sus delitos. Y nosotros se lo permitimos. Porque nos dejamos comprar. ¿Enserio nuestro silencio tiene valor? No lo creo. No pienso que el dinero tenga el valor de una vida inocente, no creo que el dinero arregle a los millones de personas que mueren, se suicidan o son heridas cada día. Lo peor es que no gritamos nuestros derechos y dejamos que nos machaquen. ¿Acaso no nos importa? Porque a mí sí. Me importa cada persona sin importar su sexo, sus gustos, su procedencia, su pasado, su cultura, su religión, etc. Podría pasar me así años, porque la sociedad está dividida, y no por fronteras sino por prejuicios. A nadie le debería importar lo que puedan decir o pensar de ti, pero por desgracia es así y esto hace que el mundo me repugne y lo que es peor NO HACEMOS NADA POR CAMBIARLO.

Y pide a gritos que hagamos algo y ya es hora de que se haga. Haz que el tiempo que tengas mejore el mundo de alguna forma para nuestro futuro. Y ojalá otras personas hubieran apoyado las infinitas causas que ha habido a lo largo del pasado y que gracias a ellas y a ellos es un pelín mejor.

Invito a que penséis en lo queríais hacer o ser de pequeños, ¿a la mayoría os hubiera gustado cambiar el mundo no?, pues todavía podéis, tenéis una larga vida para aportar algo a la sociedad. Pero, eso sí, cuando os hagáis mayores, no olvidéis que queríais salvar el mundo y no robar y hacer daño a los débiles.

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