Reflexion Liderazgo-poder

Hoy la Sociedad del Conocimiento demanda de las escuelas una transformación, o mejor dicho una refundación urgente (Román, 2004). Lo que implica, para las escuelas que reconocen esta urgencia, la generación de grados de incertidumbres importantes. Hacer que la incertidumbre se transforme en un motor de cambio, necesita de liderazgo.

En medio de esta incertidumbre, no saber si todo lo que se está haciendo en la escuela esta malo, que procesos son los que están bien, cuales hay que ajustar, transformar, desechar. Debe surgir un líder, es decir, la o las personas con la capacidad de influir en el grupo de profesores para convocarlos a un sueño común, cuyo fin es la refundación de la escuela, con el fin de responder a las actuales demandas de la sociedad.

Surgen entonces interrogantes como, qué tipo de líderes se necesitan para guiar este proceso, como también no se puede dejar de lado la relación que tiene el liderazgo con el poder.

Según Robbins (2009), el poder se refiere a la capacidad que tiene A de influir en el comportamiento de B de modo que éste actúe de acuerdo con los deseos de A. De esta definición, se puede determinar que liderazgo y poder son capacidades que influyen en el comportamiento de las personas, por lo que están relacionadas.

El liderazgo implica poder, sin embargo el poder no implica liderazgo. Liderar es invitar a soñar en conjunto de personas, construir un sueño compartido, para el logro de este objetivo es necesario tener poder. Por otro lado se puede tener poder delegado por autoridad en que se puede obligar a otros a soñar un sueño propio, pero sin el compromiso de los subordinados.

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