Reforma a la Constitución a través de una Asamblea Constituyente

Reforma a la Constitución a través de una Asamblea Constituyente

El pasado 13 de octubre de 2015 la presidenta Michelle Bachelet anunció que la actual Constitución chilena necesita cambios para que exprese la voluntad popular y no obstaculice el ejercicio de la democracia. Dentro de este anuncio explicó que el proyecto debe incluir la opción de crear una comisión bicameral,  convención constituyente mixta y la posibilidad de que la ciudadanía elija a través de un plebiscito o una asamblea constituyente. Es esta última la que genera mayor controversia. Una asamblea constituyente es un organismo compuesto por ciudadanos, que son elegidos por la ciudadanía, su función es dar forma a la Constitución política de la nación, estos la crean y la aprueban. Es un mecanismo que le da mayor participación a las personas con derecho a sufragio y se ha implementado en varios países alrededor del mundo como Francia, Suiza, España, Portugal, México, Brasil, Ecuador, Bolivia, Venezuela, Colombia, Haití entre otros.
La pregunta ahora ¿es factible implementar una asamblea constituyente en Chile?

No creemos que sea oportuno implementar una asamblea constituyente por las siguientes razones. Primero si la base de esta es la representatividad, no sería legítimo respaldarla bajo los índices de abstención de las elecciones pasadas. Además, Chile pasa por un periodo de desconfianza hacia la política por lo que no sería adecuado realizar este proceso con tanta incertidumbre. Por último, el nivel de desinformación con respecto a los cambios posibles a realizarse en la Constirución en la ciudadanía es preocupante, más aun si se pretende reformar a toda la nación.

En primer lugar, la Asamblea Constituyente pretende en su base, buscar la representatividad por medio de la elección de representantes elegidos por voto popular, para que ellos nos representen en esta y voten acerca de la modificación o creación de una nueva constitución. El problema está en que esta representatividad no es tan acertada, si nos basamos en las elecciones presidenciales del año 2013, donde datos del Servel nos indicaron la abstención de votar del 58,21% en la segunda vuelta, siendo aproximadamente 5.672.356 de un total de 13.573.000 los que votaron. Así mismo en primero vuelta se abstuvo un 50,6% y en las elecciones municipales no voto un 60%. Estas cifras son especialmente alarmante debido a que ese mismo año se aplicó la inscripción automática y la ley de voto voluntario, demostrándonos así el desinterés por la política y poniendo en duda la verdadera representatividad de los elegidos siendo que más de la mitad de la población con derecho a sufragio no se manifestó, esto pone en duda la legitimidad y demuestra una importante incoherencia con el proceso democrático. Siguiendo el historial de la idiosincrasia chilena, ¿Qué podemos esperar de la representatividad de una Asamblea Constituyente?, ¿Es realmente un proceso democrático?

Hoy en día Chile se encuentra en una etapa oscura con respecto a la política. La poca transparencia y la corrupción exhibida por casos como Penta, SQM y Caval, entre otros, han traído consigo una crisis de representatividad y de desconfianza ciudadana. Los partidos políticos se ven cada vez más desacreditados y la aprobación del gobierno baja cada día más, llegando al 24% el pasado 2 de Septiembre. Ya no hay confianza en lo concerniente a lo político. Según una encuesta de la INJUV un 58% dijo desconfiar de los senadores y diputados y un 59% de los políticos, cifras que son alarmantemente altas. Es una crisis que debe ser remediada y tendrán que haber grandes cambios. Hay que tener presente que en una Asamblea Constituyente es la ciudadanía quién elije quién representa los distintos sectores a convenir, al igual como serán elegidos senadores y diputados. En las nuevas elecciones del 2017 el sistema binominal no regirá, lo que hace creer que el congreso y los asambleístas elegidos serán más representativos para la ciudadanía. Pero, ¿acaso no fue la propia ciudadanía quien eligió a aquellos políticos opacos? Por lo tanto, ¿cómo se podrá confiar que los cambios propuestos por aquellos políticos elegidos para representarnos no son parte de sus timas? Está claro que mientras no vuelva a surgir la transparencia y la confianza ciudadana en la política no se debiesen hacer cambios en la Constitución mediante una Asamblea Constituyente.

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