Relación entre delincuencia y psicopatología.
Enviado por Elena Moreno • 1 de Diciembre de 2016 • Apuntes • 1.439 Palabras (6 Páginas) • 464 Visitas
Relación entre delincuencia y psicopatología
La integración del psicólogo criminal en un equipo cuya misión es analizar los escenarios de un crimen ha permitido analizarlo desde el punto de vista de los indicios y las evidencias conductuales, analizar tanto a la víctima y su personalidad como al agresor y su motivación. Una de las preguntas que se realizan con mayor frecuencia es si padece esta persona un trastorno mental (Ávila Espada, 2004). Dentro del propio Código Penal se recogen estas cuestiones en el Capítulo II de manera que en ocasiones se llega a simular que se padecen determinadas enfermedades físicas y/o psicológicas (trastornos facticios) con el fin de encubrir, eludir responsabilidad, calumniar o culpar a otra persona. Pero, ¿en qué medida se relacionan la psicopatología con la delincuencia? ¿Puede ayudarnos a predecir comportamientos violentos? Cesare Lombroso defendía que algunas personan nacen con una predisposición a la delincuencia. Las diversas áreas de la psicología han dado sus aportaciones para la comprensión del comportamiento criminal:
- Psicología evolutiva: existe una influencia muy importante entre el desarrollo cognitivo del niño y su interacción con el entorno. Estilos parentales, ausencia de estimulación cultural y su relación con la autoestima para un buen desarrollo social.
- Psicología social: procesos grupales y su influencia en las personas, atribuciones internas o externas al sujeto, controlables o incontrolables,
- Psicología biológica: estudios genéticos, gemelos idénticos, niños adoptados, estudios fisiológicos o de disfunciones cerebrales.
- Psicología del comportamiento: énfasis en la conducta observable más que en factores inconscientes.
Lorenz (1966) estudió la agresividad humana como instinto universal; afirmó la necesidad de descargar la misma llevando a realizar actos criminales, acciones militares, deportivas o relaciones sociales agresivas. La agresión desde su punto de vista es adaptativa y un medio de aprendizaje.
El psicoanálisis veía la agresión como una reacción a la frustración mientras que Bandura en su teoría social opina que es una conducta que puede aprenderse mediante la observación. La probabilidad de que se lleve a cabo o no dependerá de autorregulación, autorrecompensa y castigo.
Históricamente la relación entre la transmisión genética y la conducta criminal han tenido una relación muy marcada, pero su conexión directa y efectiva es escasa. Se han realizado estudios con gemelos monozigóticos y dizigóticos (Lange, 1931) donde se pensó de un 77% de influencia genética en gemelos monozigóticos y un 12% en heterozigóticos (hoy en día menos claros – ambos grupos presentan similitudes a nivel intelectual, social, personalidad e intereses según Buchard y cols. 1990).
Los estudios con el síndrome XYY (cromosoma masculino extra) correlacionaban con comportamientos agresivos (a día de hoy olvidados).
Estudios con niños adoptados con muy corta edad mostraban características delictivas concordantes con los padres biológicos. Un 24,5% de correlación si ambas familias tenías uno o más delincuentes; un 20% si sólo era la familia biológica; un 14,7% si era de la familia adoptiva y un 13,7% cuando no existían antecedentes en ninguna de las familias (Mednick y cols. 1984). A mi parecer con poco margen de diferencia como para tener en cuenta que sea significativo.
Otras líneas de estudio buscan relación entre el delito y el entorno familiar, el control social y permisividad, las interacciones. Un estilo parental autoritario genera en el niño baja autoestima, alta agresividad y bajo desarrollo moral (Maccoby y Martin, 1983), al igual que ocurre con un estilo permisivo donde el niño no tiene autocontrol.
La peligrosidad es un concepto legal que tiene consecuencias en el delincuente pues es un factor a tener en cuenta para el régimen de salidas. Hare elaboró una escala de psicopatía (HSRP, Hare 1985) que se compone de 25 ítems puntuados en una escala Likert de 5 puntos de aplicación complementaria a la entrevista pero existen problemas importantes a la hora de predecir la peligrosidad.
La relación entre trastorno mental y delincuencia hay diversas opiniones, así podemos encontrar a quien defiende que los delitos violentos son más frecuentes en personas con enfermedad mental y sobre todo si existe abuso de drogas (Hodgins, 1993; Teplin et al., 1993) mientras que otros defienden la postura contraria (Monahan y Steadman, 1983) (citados por Ávila Espada, 2004). En este sentido debido a los medios de comunicación parece que los esquizofrénicos tienen un riesgo más elevado sobre todo bajo un brote psicótico. Pero la realidad es que la mayor parte de los esquizofrénicos no cometen delitos violentos y la mayor parte de los delincuentes violentos no son esquizofrénicos.
En las sucesivas investigaciones de Hare (1970, 1991; Hare y Hart, 1993) se observa que los psicópatas no experimentan manifestaciones psicológicas
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