Reseña Del Museo "Memoria Y Tolerancia"

Esta es mi opinión acerca de lo que vi, de lo que aprendí y de lo que me hizo en cierta forma sentir este museo.

Al entrar al edificio, el cual es una obra arquitectónica muy bella y muy esplendorosa, tuve que formarme para comprar los boletos, después de haber pasado por una amplia zona tipo Aduana en la cual me sometieron a estrictas revisiones acerca de lo que llevaba, lo cual me pareció magnífico ya que sabía que adentro estaría seguro, lo que me llevo a pensar, ¿Acaso habrá personas que intenten atacar a ese lugar por las ideologías que éste maneja? Y la respuesta es muy sencilla, creo que sí, ya que en toda la parte de Memoria se lleva a cabo una revisión en el pasado de todos los hechos atroces que realizaron un grupo de personas en contra de otras y si aún quedan personas cuya ideología es muy apegada a la de estas comunidades, sería una gran catástrofe.

Pero bueno, una vez dentro del museo nos llevaron a la zona denominada “Memoria”, la cual comenzaba en el quinto piso, y que a mi parecer, es el conjunto de salas de algún museo con más capacidad de hacer reflexionar a las personas que la visitan. ¿Por qué digo esto? Por el simple hecho de que es una especia de recopilación de los hechos más atroces, inhumanos y crueles que la humanidad ha realizado contra su misma especie.

Esta parte del museo comienza con una breve introducción a lo que es el genocidio (destrucción o aniquilación total o parcial de un grupo de personas) y posiblemente al conjunto de hechos más inhumano y racial de toda la historia, el holocausto.

Este se dio durante la segunda guerra mundial, de la cual se habla prácticamente en toda esta parte del museo y es que en efecto, ¡hay mucho de qué hablar! Por ejemplo, para el final de la guerra, 2 de cada 3 judíos que habitaban en Alemania habían muerto, y todo esto gracias a un solo hombre: Adolfo Hitler.

Todo comienza cuando en 1933, Hitler se convierte en Canciller alemán y comienza a hacer sus campañas políticas acerca de que la raza aria era la única pura en el mundo y que él era el elegido para devolverle al pueblo alemán el auge que había alcanzado antes de la 1ª guerra mundial, así como construir el 3er Reich, el cual según Hitler iba a durar mil años.

Pero al subir Hitler al poder comenzó lo peor… para empezar, mandó esterilizar a todos los enfermos y a todos aquellos que no fueran alemanes “puros” para que así no se pudieran jamás reproducir o “contagiar” a los demás pobladores. Con esto también comenzaron los genocidios en contra de grupos como Judíos, musulmanes, budistas, testigos de Jehová, entre otros. Esto llego al grado de que ya no se considerara que fuera ilegal atentar contra estas personas.

El poder de convencimiento que Hitler ejercía sobre el pueblo alemán, acerca de que los arios eran superiores a todas las demás razas, era gigantesco y éste se resume en la famosa frase “Una mentira repetida mil veces se vuelve verdad”. Todo esto derivó en que todos los alemanes comenzaran una ola de represión contra las demás etnias, llegando a quemar libros que hablaran mal del gobierno de Hitler o tan sólo por el simple hecho de que el libro no haya sido escrito por un ario.

Pero sin duda uno de los hechos que a mi parecer jamás se puede olvidar en la historia es lo que se conoció como “la noche de los cristales rotos”. Esto consistió en que las sinagogas, donde residían la mayor parte del pueblo judío, fueron quemadas por el ejército alemán, claro, con órdenes directas de Hitler. Esto se llevó de la mano con la llamada “Eutanasia”, que fue el asesinato de poco más de 250 mil personas con discapacidades motrices o mentales alrededor de todo el imperio alemán.

Al comenzar ya propiamente la guerra continuaron los actos inhumanizados de Hitler pero estos ya se concentraban más en los campos de concentración, y más propiamente en las cámaras de gas y esto fue algo que me marcó a lo largo del museo, ¿Cómo es que con el movimiento del dedo de un general alemán se pudiera decidir la continuidad o el fin de la vida de una persona? Esto es a que, al llegar a los campos

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