Resumen El Gran Teatro Del Mundo

Resumen de El Gran Teatro del mundo

Escribe Calderón El gran teatro del mundo al rededor de los años 1635-36 como un auto sacramental para representarse en las fiestas del Corpus, sin embargo se representó en Madrid en 1646 en uno de los corrales de comedias. Es, además, un género que Calderón cultivó muchísimo y que nunca ha abandonado.

Este auto de Calderón pretende dar la visión de la vida como una comedia, como un teatro. Según esto cada uno de nosotros tendríamos un papel dado que debemos de representar. Todo en un gran escenario, el Mundo. En la obra, el simbolismo y la alegoría se adueñan de la creación del texto, y nos presentan un gran escenario con dos globos, uno terrestre y otro celeste con un gran trono donde se sienta el Autor; el globo terrestre será a la vez personaje y parte del escenario. Por último aparecerán una serie de personajes a los que el Autor les dará su justo papel para que representen la obra, de la que él, y nosotros, vamos a ser los espectadores. Los papeles dados son alegóricos, el Rico y el Pobre, el Rey y el Labrador, la Hermosura y la Discrección, y un Niño son los personajes del la obra que representan. Después de entregados los papeles el Mundo les da a cada uno las insignias de su personaje para ayudarles en su representación; y en función de su buena actuación el Autor les premiará o por el contrario castigará a aquél que haya errado su representación al término de esta. El papel en la obra dura hasta que un apuntador alegorizado por una Voz indica su final, es la muerte en la vida terrenal. Una vez muertos, todos los personajes irán dejando el mundo después de devolverle a este lo que antes les había prestado para su representación. Como final el Autor juzgará las representaciones invitando a la mesa sacramental a los premiados, y castigando a quien haya representado mal su papel. Solamente el Rico es condenado a las penas, y únicamente el Niño, por no haber actuado, no recibe ni pena ni gloria. Se termina la obra con unas adoraciones al santísimo sacramento y, como un teatro dentro del teatro, la despedida en forma de disculpa por los posibles errores en la representación. La obra tiene una función didáctica que pretende servir como norma de conducta para la vida, dentro de la religiosidad para la que se representa, como una explicación de ella misma (la vida). Existen tres momento claros, uno en el que se exponen las condiciones de la vida de cualquier hombre; en un segundo momento se muestran las actuaciones concretas de estos en la vida terrenal, fruto del libre albedrío o momento de libertad; finalmente el juicio de las acciones y la reafirmación de la doctrina de la existencia.

DON PEDRO CALDERÓN DE LA BARCA

(1601-1681)

Don Pedro Calderón de la Barca nació en Madrid en 1601. Era su padre, don Diego, descendiente de noble casa, y parece que su nombre de familia viene de que uno de sus antepasados parecía haber nacido muerto, y le metieron en seguida en un caldero de agua caliente, según costumbre de la época, para verificar si era cierto que no vivía, en cuyo momento, al entrar en contacto con el agua de elevada temperatura, prorrumpió en sus primeros gritos.

En 1625 se alistó bajo las banderas de duque de Alba, y estuvo en Flandes e Italia, país el primero en que debió serle grata la estancia, pues muchísimos son los personajes flamencos de sus dramas: o acaso porque la nobleza de su madre, doña María Ana Henao, era de origen flamenco.

Pero sus campañas no debieron darle mucha gloria, pues no se le cita en parte alguna.

En cambio, su vida de letras fue más brillante: su padre, que era ministro de hacienda de los dos Felipes, II y III, le puso a los nueve años en el colegio de los jesuitas, y luego pasó a Salamanca, donde brilló en el estudio de las matemáticas y la filosofía.

A los 13 años estrenó su primera comedia, El Carro del Cielo, fantasía que se desarrolla entre el cielo y la tierra, y a los diez y nueve contaba ya tres o cuatro éxitos teatrales.

Su vida fue tranquila, y parece ser que contaba como suceso de ella, de los que hacen época, una cuchillada recibida en un

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