Resumen: Retos y desafíos de estudiar la economía popular y solidaria

Retos y desafíos de estudiar la economía popular y solidaria

En los últimos años a nivel internacional se habla del desarrollo de los sectores populares y solidarios, y su inclusión en el ámbito productivo; demostrando que la economía y la solidaridad pueden unirse y esto ha desencadenado el interés por el estudio de la economía de este segmento; y ahora es cada vez mayor la importancia que se le atribuye debido a que se identificó a esta práctica como una respuesta al alto nivel de desempleo, de pobreza, desigualdad e inequidad social.

La economía popular y solidaria genera gran impacto en varios ámbitos entre los que se encuentran: el nuevo enfoque económico en donde el ser humano es el principal eje y actor, la generación de fuentes de empleo, mejora del ingreso familiar y el desarrollo de los sectores económicos; sin embargo la falta de capacitación, tecnificación de procesos e inversión afectan su desarrollo y producción.

El primer punto de estudio de la economía popular y solidaria es la supremacía del ser humano sobre el capital con el fin de reducir brechas socioeconómicas y promover formas de producción y distribución más equitativas, planteando políticas y valores que mejore la productividad, la calidad, la eficiencia y la sostenibilidad de un sistema más social y solidario, puesto que la especialización productiva primaria impide que un país posea una economía más equitativa y no sea vulnerable a los cambios del mercado mundial.

Sin embargo es aún lejano llegar a una comprensión y práctica plena de este enfoque si no se fomenta una cultura de emprendimiento e innovación en donde se valore al talento humano sobre el capital, siendo el conocimiento el único medio para ello. Por tanto, varias instituciones de educación superior han reconocido el impacto de esta economía alternativa al sistema de producción capitalista que ahora ofertan especializaciones en esta nueva realidad económica social, permitiendo formar profesionales que aporten al desarrollo y diseño de nuevas propuestas dentro de este ámbito productivo e implemente mejoras a todo nivel, impulsando el fortalecimiento de todos los actores y sectores.

Los actores de la economía popular y solidaria están divididos en dos frentes: actores de la economía popular y actores de la economía solidaria. La economía popular la conforman unidades domésticas con estrategias de supervivencia y recursos propios (personas o familias), y la economía solidaria son unidades económicas organizadas bajo principios e intereses colectivos (asociaciones, cooperativas y empresas comunitarias); todas con el fin de generar mayor nivel de ingresos y un mejor nivel de vida.

Estos actores realizan principalmente actividades relacionadas con alimentación, turismo, manufactura, comercio y la provisión de algunos servicios de carácter financiero con un fin social. Estas actividades tienen un cierto grado de creatividad e innovación pero realmente es poca y aún débil para ser competitiva, esto debido al limitado acceso a la información y capacitación que los actores poseen; pero ello no ha sido impedimento suficiente y son capaces de reaccionar a situaciones difíciles y de cambio, aun así se requiere desarrollar esta economía a mayor escala, con mayor organización, políticas, incentivos y principios afines a su visión, y es en donde mayor apoyo profesional y técnico requiere.

Además del apoyo profesional se requiere de tecnología y comunicación que le dé un despegue mayor abarcando no sólo mercados nacionales sino internacionales para lo que se requiere agregar valor y conviene trabajar con nichos de mercado como los de comercio justo que no sólo se mide en establecer precios razonables, sino en trabajo comunitario, desarrollo ambiental y bienestar social en donde se apoye al producto nacional y se fomente la agregación de valor y mejoramiento de la calidad de los productos, con el apoyo

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