Roberto Pablo de Jesús Bascuñán de la Fuente

Proyecto Final

Roberto Pablo de Jesús Bascuñán de la Fuente

TERP27-1 - COMUNICACIÓN ORAL Y ESCRITA

Instituto IACC

21-11-2016

Desarrollo

La oración: “El argumentar sobre un tema relacionado con contabilidad”, se ha quedado en mi mente como un desafío que, para mí, representa la respuesta a una provocación. Y, por lo tanto, llevándome a iniciar una búsqueda que, desde ese momento, he transformado en una necesidad, dedicándome a encontrar un contenido atingente a mi carrera, que tenga las características de ser interesante, objetivo y, a la vez, enriquecedor para el futuro de un contador general. De acuerdo a lo manifestado desarrollare en mi argumentación: “el uso de la factura electrónica y sus beneficios para el contribuyente”.

Iniciare este razonamiento diciendo que puedo sostener que la Ley N°20.727, la “que introduce modificaciones a la legislación tributaria en materia de factura electrónica y dispone de otras medidas que indica”, ha permitido la renovación de los métodos de facturación de los contribuyentes chilenos. Esto ha venido a facilitar las operaciones comerciales entre los participantes de las gestiones tributarias, mediante el uso obligatorio de la factura electrónica, normativa en que se establece y se promueve modernizar los procesos de facturación para todas las transacciones de comercio entre los contribuyentes dándoles validez y respaldo legal.

La factura electrónica es un documento que se remite y recibe en formato digital, posee la misma validez legal que una factura en papel, en términos sencillos, es una alternativa al instrumento tradicional en papel, como justificante de la entrega o la prestación de un servicio.

Este medio, permite acelerar los trámites anuales y mensuales, enviándolos electrónicamente al SII (Servicio de Impuestos Internos) para ser revisados y validados. La factura posee un sello único e irrepetible, el cual es utilizado para corroborar su origen y validez, también genera un folio y número de transacción que puede ser utilizado por el contribuyente para futuras consultas. Estos antecedentes en conocimiento del interesado le permitirán acceder —a través del portal del SII—, verificar y confirmar la recepción y la validez del documento.

Es necesario mencionar, a favor del uso de este instrumento, que es notable la disminución de gastos, a lo que se debe añadir el avance que significa para el desarrollo del comercio y para la modernización del sistema del SII, sumando además que la factura electrónica ayuda a acelerar el proceso de la documentación con la que dice relación.

Debemos mirar el proceso de la factura digital como un sistema que ayudará a simplificar las declaraciones tributarias y que el uso masivo de este sistema que se completará en el 2018, hecho que permitirá la inclusión de grandes, medianas y pequeñas empresas. Esto ayudara a que todas puedan beneficiarse al reducir gastos en la tramitación, obteniendo la simplificación de los elementos necesarios para la implementación de las facturas, para así alcanzar e incluir, además, la garantía de eficiencia y eficacia de un proceso que se moderniza en un servicio gubernamental que se actualiza para satisfacer a muchos usuarios que requieren estar acorde a velocidad de la era digital en que el mundo está viviendo; aun cuando algunos casos específicos todavía necesitan una tramitación, un espacio y un grupo humano para llevar a cabo sus facturaciones en papel, debido a las distancias geográfica o la inexistencia de la telefonía y las señales para ingresar a Internet. Para aclarar esta idea —de acuerdo al documento legal—, existe una excepción para quienes habitan en estos lugares sin accesos al sistema digital y/o sin energía eléctrica por problemas de lejanía geográfica, que les impide accesos rápido a las redes de comunicación.

El Servicio de Impuestos Internos dictará las resoluciones pertinentes individualizando al contribuyente que se encuentre en la situación referida, solicitando a los servicios técnicos la información necesaria de quienes viven en lugares que no cuentan con los servicios mencionado. El SII autorizara el timbraje y los documentos tributarios necesarios para el desarrollo de las actividades del contribuyente

En Chile, desde el año 2002 de acuerdo a lo establecido en la Ley N°19.799, la facturación electrónica es un medio legal validado y, con el mismo efecto que los documentos escritos, como medio de facturar toda entrega de servicios a terceros o clientes.

A partir del año 2003 el SII permitió el uso masivo para confeccionar facturas electrónicas a todos los contribuyentes que en forma voluntaria lo desearan.

En la actualidad la facturación electrónica es obligatoria, hecho que por ley fue establecido a partir del 2014, según la Ley N°20.727, donde se implementó la obligatoriedad de confeccionar vía internet, documentos que deben emitir los contribuyentes tales como: facturas, notas de débito y crédito, boletas electrónicas, factura de compra, liquidaciones y créditos, de acuerdo a lo instituido en la ley.

         Con el uso de la factura electrónica se reducen los costos y posibles errores en la confección, almacenamiento y entrega de las facturas. Destacable es que impediría a las grandes empresas del uso del IVA como crédito de forma inmediata, situación que no correspondería realizar considerando que las grandes empresas realizan los pagos de las facturas meses después de su declaración.

A pesar de que muchos contadores profesionales manifiestan que este sistema es engorroso y desgastante, es bueno argumentar una vez más los beneficios que reportan al sistema en general y a los usuarios en particular. Como ya he manifestado con anterioridad, uno de estos es el menor costos de recursos humanos, al igual que la menor cantidad de personas que se involucran tanto de parte de los contribuyentes, contadores secretarios (as) personal de SII , entre otros, además de los costos de materiales como espacios físicos, materiales fungibles como papeles, impresiones, despachos, almacenamiento de documentos tributarios, perdidas de documentación tributaria. Quizás quienes manifiestan inconformidad con la facturación electrónica no la perciben como una forma de simplificación tributaria en pro del crecimiento que se viene promoviendo con organizaciones empresariales. Talvez no se han percatado de la importancia del tiempo que se economiza, a lo que se debe agregar, además, los costos de traslado y de espera que ahorran los contribuyentes cuando pueden tener la autorización de los folios a través de la vía electrónica.

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