Roland Mousnier y las jerarquías sociales

Roland Mousnier y las jerarquías sociales

En la Introducción el autor nos ubicara ante el problema de la jerarquización social. Encuentra su origen “en la diferenciación y la evaluación sociales”, consigna las razones de la inestabilidad social y enumera las diferentes escalas de estratificación social, sosteniendo que ellas son resultantes de un análisis parcial de la realidad social en tanto que “para conocer un estrato social, se deben combinar muchos conjuntos de factores ligados por un juego de acciones y reacciones recíprocas, entre las cuales los principales son el status social, la situación económica y el poder”.  Esta ya tiene mucho tiempo, pues desde Platón se habla de clases sociales. Para que se de esta estratificación o jerarquías primero se debe de diferenciar y evaluar socialmente, es por esto que se da como primer punto la división del trabajo, el segundo paso después de haber pasado por esta división del trabajo, se dará la evaluación del mismo para proceder a la clasificación. Menciona el autor que esto debería de provocar una estabilidad, pues al saber cada quien su estatus y rol, se debería de desempeñar de forma estable, pero esto no se da así, pues se da inestabilidad, es por estos que existen tres factores principales generadores de inestabilidad: el primero, es por el hecho de que no todos tienen los mismos juicios de valor; el segundo, pueden estar de acuerdo con los juicios de valor, pero no con su rango de estratificación, y por último, son las tensiones o choques que se puedan dar entre uno y otro.

Después se enfocara en las sociedades tecnócratas estamentales (“son aquellas en las cuales los técnicos ejercen una parte esencial del poder político y administrativo; forman, gracias al ejercicio de ese poder, grupos sociales que se clasifican en los rangos más elevados de la jerarquía social, en relación con los cuales se ordena toda la escala de los estratos y grupos sociales, y que aportan a la sociedad elementos ideológicos y valores morales y sociales).  Estas sociedades surgirán gracias a la revolución industrial, en la cual se creara una idea de planificación para generar ganancias y a bajos costos.  Es por eso que en un principio se les llamaba técnicos o científicos, pero al hacer este tipo de personas o esta clase de personas algo muy necesarios para el funcionamiento de las empresas (en un principio), se llegara a creer que estos pueden adoptar para un mejor funcionamiento (planificación, creación de políticas públicas y eficacia) del Estado.

Nos dice que el movimiento tecnocrático no ha surgido por consideraciones teóricas, ni de Saint-Simon, ni Comte, ni Cournot. La tecnocracia como ya se había mencionado, incluso, tal vez ni siquiera provino directamente de la era industrial y de las transformaciones del capitalismo, aunque la industrialización y el neocapitalismo fueron en ella condiciones esenciales. Parece que en el origen de la tecnocracia está la guerra y en sus necesidades básicas de la misma. Pero nos dice que también la tecnocrática se manifestara en el sector privado y en el público. En el sector privado se verá reflejado en la extensión y concentración de las empresas. Esta extensión provoco que la idea de que se administrara la empresa por el mismo dueño quedara casi nula, ahora se genera una idea en la cual se empezarán a delegar responsabilidades y ocupaciones (división del trabajo)  Las empresas se comenzaran ha integrar en concentraciones horizontales, o bien en concentraciones verticales. Se comenzaran a manejar la idea de permitir accionistas dentro de la empresa, pero estos a su vez como ya lo mencionábamos delegaran la gestión y dirección de los procesos a técnicos, ingenieros, directores de fabricación, organizadores, directores administrativos, etc.  Así es como los técnicos y directores de fabricación se convertirán cada día más en técnicos de la organización. Estos se empezaran a especializar en los problemas de organización.

En el sector público, los directores de administración comenzaban a ambicionar cada día mas el ser hombre de gobierno, lo cual provocara que se especializaran más en ciertas cosas, desde ser portavoces hasta llegar a tener puestos en los cuales se tomaban decisiones y reglamentaciones, equivalente a delegaciones de poder ejecutivo y legislativo. En primer lugar, el gobierno invadía cada vez más sectores de la economía, ya porque la empresa capitalista no estaba capacitada para obtener una utilidad y por tanto continuar sus actividades, ya porque esas empresas se revelaban incapaces de satisfacer las nuevas necesidades de la nación y del Estado. El Estado sustraía así, uno por uno, sectores de la economía a la red de relaciones económicas capitalistas. Administraba las empresas económicas sin preocuparse por los beneficios. Al mismo tiempo, el Estado controlaba cada vez más sectores de la economía, dejados en principio como objetos de propiedad individual y de relaciones capitalistas. Los gobiernos no solo se convertían en la empresa más grande del territorio, sino que también reglamentaban cada vez más toda la vida de sus ciudadanos. Los gobiernos, en mayor o menor medida, reducían los derechos de la propiedad capitalista y las relaciones capitalistas dentro de los mercados. Comenzaban a adueñarse y controlar la mayor parte de los instrumentos de producción, pero la dirección de las empresas y organismos del Estado, por razones análogas a las del sector privado, y debido a la necesidad de suplir las insuficiencias de la empresa capitalista y de coordinar el trabajo de administración o de producción de conjuntos de empresas y de reparticiones, o de territorios mucho más vastos que los de la mayoría de las empresas privadas, se entregaba en forma creciente a directores o jefes de administración, a quienes se les dejaban grandes poderes de decisión o reglamentación sin intervención directa de los representantes de la nación, y cuyas sugerencias por otra parte se convertían a menudo en proyectos gubernativos, leyes y decretos.

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