Síntesis: Una vez más con el Derecho y la Justicia

Síntesis: Una vez más con el Derecho y la Justicia

Suprimir las normas, leyes y decretos que representan un atentado en contra del bien de la sociedad ha sido un cometido que diversos juristas han desarrollado con el fin de crear un derecho mejor constituido y más justo. Esto derivado del análisis y la cuestión del por qué lo lícitamente aceptado en el pasado y desaparecido sistema jurídico, tendría que seguir siendo valido en el sistema jurídico actual, siendo que, el derecho de aquella época resulta injusto y un severo problema moral, puesto que, es totalmente contradictorio a los principios fundamentales de justicia.
Parte del problema es que la relación imprescindible entre el derecho y la justicia se ha tornado en una omisiva por parte de quienes (juristas), en su deber deberían entender y aplicar dicha relación, eximiéndose del problema y estimando que la justicia es tan solo un ideal subjetivo hacia el cual el derecho vigente debe aspirar.
Dicho problema radica entonces, en la aplicación y validez de leyes injustas similares a las del régimen seudojurídico del nacionalsocialismo, ¿puede ser hoy injusto lo que en aquella época era Derecho?, es la cuestión a resolver por los diversos juristas, siendo algunos los que acudieron (para dar respuesta a dicha cuestión), a la denominada fórmula de Radbruch, la que establece que la injusticia extrema no es Derecho.
El Derecho vigente promulgado válidamente y eficaz, es considerado verdadero Derecho, sin embargo, el problema es que resulta injusto y contradictorio de la justicia a un extremo insoportable, originando conductas grotescas y atentados contra los principios de justicia.
Entonces utilizando de nuevo la fórmula de Radbruch, se estipula también que las normas promulgadas conforme al ordenamiento y socialmente eficaces pierden su carácter jurídico o su validez jurídica cuando son extremadamente injustas.
La búsqueda de una declaración de nulidad a dichas normas esta presente en cada época y lugar, puesto que, aunque siempre por un lado haya quien ansié su eliminación, también habrá quien las defienda.

En mi opinión dichas normas deben erradicarse, ya que incumplen con los derechos naturales mismos, y deben ser rechazadas por la violencia que representa su aplicación. Así también el deber de los juristas y quienes conforman la sociedad política deben hacer énfasis en la nula validez de dichas normas, apegándose más a los principios de justicia para fundamentar un Derecho mejor constituido y más justo.  

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