Saul Alinsky Biografia
Enviado por FR89 • 13 de Noviembre de 2013 • 1.965 Palabras (8 Páginas) • 655 Visitas
SAUL ALINSKY – BIOGRAFÍA
Los Pioneros del Trabajo Social. Una apuesta por descubrirlos.
Exposición bibliográfica (Escuela Universitaria de Trabajo Social) Abril 2004 Organizada por la Biblioteca Universitaria de Huelva y el Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Huelva, pp. 227-232 Disponible en: http://rabida.uhu.es/dspace/bitstream/handle/10272/3040/b13438177.pdf?sequence=1
Saul Alinsky nace en Chicago en 1909, de padres judíos de origen ruso. La familia vive al oeste de la ciudad en un barrio marginal. Un almacén colindante con la tienda de su padre, que ejercía como sastre, servía de vivienda familiar.
Sus estudios los realiza en la Universidad de Chicago. En un primer momento cursó arqueología, pero debido a la escasa oferta laboral para estos especialistas, nunca ejerció como tal.
Tras realizar estudios de sociología trabajó con Clifford Shaw en el Institute form Juvenile Research, donde se dedica a observar el comportamiento de las pandillas de delincuentes y descubre así que la conducta criminal está relacionada con la pobreza y, por tanto, como una manifestación de ésta.
En 1938 se gradúa en criminología, título que le permite trabajar en la prisión del Estado en Joliet. Allí su experiencia le lleva a conceder importancia a las relaciones personales dentro del mundo de la delincuencia, observando el comportamiento de los profesionales y guardas de la prisión en relación a las ejecuciones de los condenados a pena de muerte. Analiza la interpretación que éstos hacen de la ejecución, para ellos supone el asesinato de un ser humano y no la muerte de un criminal.
Sus biógrafos señalan su relación con los gangsters del grupo de Al Capone y la estrecha comunicación que mantuvo con ellos, relación que le permitió hacer una observación participante del grupo con el que convivió durante dos años para realizar su tesis doctoral. Observa que entre ellos las relaciones personales son importantes, no matan a quien conocen personalmente, en todo caso ordenan a otro que lo haga.
De la experiencia vivida Alinsky saca como conclusión que no hay organizaciones ni ideologías clásicas que puedan combatir la miseria, el paro, la discriminación racial, la enfermedad, la incertidumbre económica, causas todas de la delincuencia y el conflicto social. Sólo los propios implicados pueden encontrar la solución.
Estas premisas le conducen a no vincularse a ninguna ideología, su creencia estaba en dejar a la gente que lleguen donde quieren llegar. No fue un teórico, más bien un gran estratega capaz de poner en marcha a comunidades marginadas en pro de la resolución de sus conflictos. Hombre de acción, disponía de un sentido de la democracia vinculado directamente con la autodeterminación de los grupos sociales desfavorecidos, todos los grupos sociales tienen intereses y los defienden, los pobres también los tienen y es legítimo que actúen en defensa de los mismos. Su participación en los conflictos de poblaciones marginadas, dependía siempre del requerimiento que los afectados le hacían.
El encuentro con la comunidad de Packingtown, zona más marginada de la ciudad de Chicago le evoca reflexiones importantes relacionadas con lo que posteriormente desarrollaría, la organización de la Industrial Areas Foundation (IAF). La población diversa de la zona le permitió descubrir el recelo que la gente tenía ante los extraños que parecían saber qué les conviene; comprobó también su obsesión por mejorar socialmente, se mostraban ansiosos de prestigio y muy celosos de sus vecinos. Estas observaciones unidas a la teoría que durante algún tiempo gestaba sobre la democracia, le permitieron descubrir el escaso significado que la democracia tenía para los marginados. Dentro de la maquinaria del poder, los 87.000 habitantes de la zona no eran nada, y por ello buscó la forma que permitiera a esta gente la satisfacción de sus necesidades. Esto suponía la obtención de poder mediante la presión en defensa de sus intereses colectivos. De este modo la democracia empezó a tener significado para estas poblaciones. Es interesante señalar que las primeras acciones de Alinsky en Chicago han quedado inmortalizadas en la novela The jungle (1940) de Upton Sinclair (trad. española en Barcelona, Orbis, 1985).
En la gran zona industrial de Chicago, la vieja zona de mataderos, en 1940, los habitantes eran pobres, no tenían derechos ni seguridad en el empleo, los salarios eran recortados hasta tres veces en un año. Alinsky, testigo de cuanto sucedía, se propuso que estas personas salieran de su pobreza y entendió que la única vía posible para ello era la participación activa extensible a los procesos políticos. Por ello creó una organización de organizaciones que abarcaba a todos los sectores de la comunidad: comités juveniles, pequeños empresarios, sindicatos y la institución más influyente de todas, la Iglesia Católica. Sus contactos con líderes de las organizaciones industriales, líderes de grupos étnicos hostiles entre ellos (serbios, croatas, checos, eslavos, lituanos, irlandeses, mejicanos) y obispos influyentes, estaban orientados a organizar la lucha contra las condiciones injustas de trabajo. El apoyo de estos últimos le proporcionó credibilidad y confianza por parte de estos grupos. La primera convocatoria fue presidida por el obispo Bernard Cheil, acontecimiento que marcó un hito en la historia de América, ya que por primera vez una comunidad entera era organizada para luchar por sus intereses. Este acontecimiento fue el germen de la Industrial Areas Foundation, forma peculiar de organización de la comunidad, creada por Saul Alinsky en los años 40, para hacer efectiva su idea de democracia verdadera que no es otra que poner en activo el voto de los pobres mediante la participación colectiva.
En 1958 el barrio de Woodlawn en Chicago, situado junto al barrio residencial de Harlem, supuso un nuevo éxito de la práctica del método de Alinsky. La población que sufría condiciones lamentables (hacinamiento, viviendas insalubres y ruinosas), falta de los esenciales servicios municipales (escuelas, centros sanitarios, vigilancia policial, transportes), delincuencia, desempleo y lucha de bandas callejeras, incrementa sus problemas con el agravante de la remodelación de la ciudad, para la que se pretendía el desalojo de las viviendas sin ninguna contrapartida para los que las habitaban. Un grupo
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