Se comprende por vulneración de los derechos cualquier acto realizado con intención o por descuido de terceras personas transgredan alguno de los derechos de los niños y niñas

     Se comprende por vulneración de los derechos cualquier acto realizado con intención o por descuido de terceras personas transgredan alguno de los derechos de los niños y niñas. (Pudahuel, 2014)

     Según perona et al., (  2000 ) la vulnerabilidad es entendida como una situación social de riesgo o dificultad, donde se  invalida de forma próxima o en un futuro, a los grupos que son afectados  en el gozo de su bienestar, ya sea el hecho de subsistir y calidad de vida, o en contextos sociohistóricos y culturalmente definidos. La vulnerabilidad en el sentido ya propuesto, se refiere  a aquellas situaciones de debilidad, de precariedad en la inserción laboral, de fragilidad en los vínculos relacionales; donde estas situaciones en las que se encuentran, en mayor o menor medida, una gran variedad de grupos sociales. (Estudio de la vulnerabilidad social, 2006).

     También hay autores que resaltan que:

El concepto de vulnerabilidad social tiene dos componentes explicativos. Por una parte, la inseguridad e indefensión que experimentan las comunidades, familias e individuos en sus condiciones de vida a consecuencia del impacto provocado por algún tipo de evento económico social de carácter traumático. Por otra parte, el manejo de recursos y las estrategias que utilizan las comunidades, familias y personas para enfrentar los efectos de ese evento. (Roberto Pizarro,  2001).

    Para Akers (2006; Akers y Sellers, 2004),  en el aprendizaje del comportamiento delictivo participan cuatro mecanismos interrelacionados, los cuales son: 1. la asociación diferencial con personas que muestran hábitos y actitudes delictivos, 2. la adquisición por el individuo de definiciones favorables al delito, 3. el reforzamiento diferencial de sus comportamientos delictivos, y 4. la imitación de modelos pro-delictivos. (Redondo & pueyo, 2009).  

     En cuanto a Farrington (1996) formuló una teoría psicológica donde realiza una diferencia entre la “tendencia antisocial” y la  “decisión de cometer un delito” en donde la tendencia antisocial se deriva de  3 factores: 1. Se encuentran el deseo de bienes materiales, y prestigio social, sobre todo en jóvenes marginales dado por las carencias  que presentan;  frustración, estrés y consumo de alcohol. 2) procesos que crean un comportamiento antisocial,  sobre todo si la persona opta por métodos ilícitos para conseguir incentivos. 3) la posesión o falta de ella de las adecuadas inhibiciones  que dan distancia a un comportamiento delictivo.  En cambio para la decisión de cometer un delito se da en la interacción del sujeto con la situación concreta, ya que este este es más probable de suceder en función de la oportunidad que se le presente y de sus consecuencias o beneficios.  (Redondo & pueyo, 2009).

     LeBlanc (2003) plantea que  la delincuencia juvenil se presenta “cuando un niño o un adolescente comete infracciones contra las leyes criminales de un país”.  Dentro de estas infracciones están los delitos contra la propiedad, robos, agresiones, homicidios, delitos sexuales, delitos con drogas ilegales, vandalismo y fraude. (Dionne &Zambrabo, 2009).  

     Riquelme (2004) citado por Dionne &Zambrabo (2009) Explica que hay diferentes estudios que se han hecho en el país de chile con adolescentes  en situación de pobreza  determinan que las conductas infractoras se presentan a edad temprana, entre los 15 y 17 años de edad. Al igual indica  Alarcón, Pérez-Luco & lucero (1992) & Zambrano & Pérez – Luco (2004) citado por Dionne &Zambrabo,( 2009) que  los niños que delinquen empiezan a ingresar a instituciones de la red SENAME a eso de los 12 años de edad, que por lo general hacen parte de una pandilla contando con un historial que muestra la “escala delictiva”.

     La literatura ha encontrado que en la “trayectoria delictiva” que inicia desde la infancia, en la adolescencia tiende a modificarse y tomar un rumbo hacia la integración social, como también puede intensificarse convirtiéndose en una delincuencia crónica y terminar en un estilo de vida criminal. (Dishion, Nelson, Miwa, 2005; LeBlanc, 2003).  Los factores para que esto se presente,  pueden ser: factores del entorno tales como  la  pobreza, y   familiares e individuales como el temperamento difícil del niño, la  carencia en relaciones de apego con los cuidadores, el déficit de atención,  la baja supervisión por parte de los padres,  la falta de disciplina; también se relacionan problemas de salud mental en alguno de los progenitores y el abuso de alcohol y drogas. (Dionne &Zambrabo, 2009).

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