Sigatoka Negra

La Sigatoka del banano, alternativas para su control

Luz Enit Arias Restrepo

Periódico LA IMPRONTA - Medellín, Antioquia November 2004

En Colombia, las Sigatokas negra y amarilla afectan más del 30% del total de las 450.000 hectáreas sembradas en banano y plátano y su control le cuesta al país cerca de 20 millones de dólares anuales.

Desde hace seis años, la Unidad de Investigación en Biotecnología Vegetal de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, bajo un convenio interinstitucional con la Corporación de Investigaciones Biológicas, CIB, desarrolla estudios conjuntos en biotecnología vegetal, con el fin de contribuir a la solución de los problemas y necesidades de importancia en la agricultura del país. Uno de sus líneas de investigación está enfocada al estudio del Patosistema Mycosphaerella fijiensis, agente causal de la Sigatoka negra, enfermedad que afecta dramáticamente la producción comercial de banano y plátano en la mayoría de las regiones productoras del mundo.

En Colombia, las Sigatokas negra y amarilla afectan más del 30% del total de las 450.000 hectáreas sembradas en banano y plátano, y su control le cuesta al país cerca de 20 millones de dólares anuales, alcanzando un costo en América Latina cercano a los US. 350 millones. Sin embargo, aunque los bananos y plátanos representan dos de los cultivos más importantes en el mundo, debido a que forman parte de la base alimenticia de millones de personas y constituye uno de los renglones de exportación más importantes en los trópicos, "han sido cultivos muy olvidados por el campo de la ciencia y la tecnología y existen pocos grupos de investigación dedicados al estudio de las enfermedades que los afectan, como la Sigatoka", expresa el médico y biotecnólogo Rafael Arango Isaza, jefe de la Unidad de Biotecnología Vegetal, Unalmed - CIB.

Hasta ahora, uno de los métodos para controlar la Sigatoka negra es el uso de fungicidas químicos, en los que se invierte cerca del 30 al 40% de los costos de producción, los cuales ocasionan efectos colaterales a los ecosistemas y a la salud humana. A esto se suma que el uso continuo de los fungicidas genera resistencia del hongo causante de la Sigatoka haciendo más difícil su control. Con el fin de contribuir a la solución de esta problemática, la Unidad de Biotecnología Vegetal, bajo la dirección del doctor Rafael Arango Isaza y la coordinación de la profesora Esperanza Rodríguez Beltrán, trabaja en el estudio básico de las interacciones huésped -patógeno (plantaciones de banano - Sigatoka negra) para tratar de identificar los genes que confieran resistencia.

En ese sentido, actualmente, la Unidad adelanta dos proyectos de investigación denominados Identificación de Cepas de Mycosphaerella fijiensis resistentes a Benomil, usando la reacción en cadena de la polimerasa PCR, y Diagnóstico y caracterización molecular de aislamientos de Mycosphaerella sp. provenientes de plantaciones de banano y plátano de diferentes regiones de Colombia. "Nuestro objetivo con estos proyectos es buscar alternativas que nos permitan contribuir al control de la Sigatoka y reducir, al menos, un 30 % de los costos de éste, lo que sería una gran ayuda para los productores", explica el doctor Rafael Arango Isaza.

Resistencia a los fungicidas

Algunos de los fungicidas más utilizados en el control de la Sigatoka negra, especialmente en cultivos dedicados a la producción de fruta para la exportación, pertenecen al grupo de los benzimidazoles, los cuales ejercen su actividad sobre la división celular del hongo al nivel de la mitosis. No obstante, se ha observado que la eficiencia de estos productos se ha reducido debido a la presencia de poblaciones resistentes del hongo, especialmente cuando el producto se usa de forma intensiva.

A través de la investigación Identificación de Cepas de Mycosphaerella fijiensis resistentes a Benomil, usando la reacción en cadena de la polimerasa PCR, se estudió un fragmento del gen de la ß-tubulina del hongo y, con base en lo encontrado, se estableció un método molecular rápido y confiable, que permite diferenciar cepas resistentes y sensibles a los benzimidazoles. "Estamos estudiando, desde el punto de vista molecular, cuáles son las bases de esta resistencia y, a partir de ahí, hemos desarrollado un método de diagnóstico de resistencia del hongo para el tipo de fungicidas mencionado", explica el doctor Rafael Arango Isaza.

Los resultados obtenidos en esta investigación servirán para continuar con otros estudios que permitan

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