Sintesis De La Nueva Burguesia

Nueva Burguesía

Mariano Azuela.

SEP/FCE

Mariano Azuela, médico rural jalisciense, autor de novelas de la Revolución, cuya obra más conocida es “Los de Abajo”, tiene en su haber otras obras de relato, valiosas y amenas, si no con el dolor y dramatismo de la primera, sí con el detalle de una descripción interna que resuena en el lector con tintes muy humanos y sobre todo peculiares de un México que fue y es.

Lo conocimos en el relato que retrató a los que entraron en “la bola”, con toda su pujanza de tipismo y costumbres rurales mexicanas, pero en < Nueva Burguesía> lo reconocemos como a quien sigue el hilo de Ariadna tras los nuevos pasos que va dando la vida social y política. Es una colección de páginas donde tomando como base personajes, o bien, lugares o hechos, expone coloquialmente los cambios que se observaron cuando se calmó la violencia pos- revolucionaria. El gran marco que encierra a vida, personajes, sentimientos y hechos lo fija en la campaña presidencial del General Andrew Almazán en los años finales de los 30.

Conocedor profundo del psiquismo mexicano, Mariano Azuela, reconoce los

nuevos rostros de quien ahora forma parte de la revolución ya instaurada. Desfilan por su narración acciones que de sobra se conocieron en el México de un mono/partido gobernante. Las prácticas que empezaron a acorralar a la población mexicana tales como pertenecer a una organización sindical rigorista con la pertenencia a un partido, las concentraciones obligadas, la propaganda asfixiante y por encima de todo eso, el cambio de costumbres de la gran masa mexicana.

Azuela nos muestra que no sólo conocía profundamente las costumbres mexicanas del campo; la consulta y atención a pacientes del campo le dio esa oportunidad pero en <Nueva Burguesía> nos pinta también los cambios que el pueblo presenta ya para cuando los cambios de gobierno no se hicieron a balazos. Una clase campesina que emigra a las ciudades preferentemente a la Capital; por ello, asoman en sus personajes tipismos como la vivienda concretada en la vecindad sucia y promiscua; el problema de trasladarse dentro de la urbe se centra en los

ferrocarriles hacia afuera y en los camiones urbanos hacia dentro; la diversión en el espectáculo y el baile- hoy sería el fut bol y el antro- , igualmente el problema del empleo que se inicia con la pequeña factoría que funciona dentro del mismo corazón de la ciudad donde se elaboran ya productos de consumo masivo como pueden ser pastas de harina, calzados, telas, etc. El paso que tuvo que dar la gran población que dejó los surcos y veredas por los callejones y avenidas de barrios y espacios urbanos.

Aparecen en su descripción “polos” de desarrollo, entre ellos, insistentemente la Ciudad de Torreón que en los 30 resonaba como un ombligo de producción y riqueza que acariciaba a todo aquél que

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