Situación Penitenciaria Venezolana
Enviado por master24158 • 11 de Junio de 2014 • 10.641 Palabras (43 Páginas) • 287 Visitas
LA PROGRAMACIÓN EN MATERIA DE TRATAMIENTO Y SUS PROCEDIMIENTOS
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, consagra en el artículo 272 la obligación del Estado Venezolano de asegurar un Sistema Penitenciario que garantice la rehabilitación y los Derechos Humanos de los reclusos, para ello, los centros de reclusión deben disponer de espacios y servicios para el trabajo, el estudio, el deporte y la recreación.
El Reglamento de Internados Judiciales y la Ley de Régimen Penitenciario, se adecuan a los principios de Naciones Unidas en cuanto al tratamiento a los reclusos. Con relación a este aspecto, contienen un marco regulatorio que define los métodos de tratamiento y la misma estructura con que deben contar los centros penitenciarios para facilitar actividades dirigidas a la reeducación. En este sentido, disponen que los Internados Judiciales y las cárceles contaran con servicios de salud, educación, cultura, deportes, asistencia religiosa y trabajo.
La documentación legal revisada para el presente trabajo da muestras que desde antes de 1.931, la legislación venezolana ha tenido en consideración las actividades de tratamiento en las prisiones del País con fines de rehabilitación.
La misma creación de los centros de reclusión ha previsto la estructura y asignación de personal para cumplir con el propósito de reeducación; pero en el pasar del tiempo las condiciones de los centros han cambiado, ha aumentado la población reclusa, se mantiene la misma plantilla de personal y se invierten muy pocos recursos financieros para facilitar el trabajo del personal, en cuanto a la dotación de equipos, insumos y materiales.
La obligación de ofrecer estos servicios en los establecimientos penitenciarios supone la elaboración, planificación, programación y supervisión del ente rector de este asunto que hoy día está a cargo de la Dirección General de Rehabilitación y Custodia, puesto que constituyen acciones de su competencia y ámbito de gobernabilidad.
La situación de limitación que se observa, no sólo se remite a la ausencia de medios, sino también y en gran medida a la falta de programación desde los órganos rectores de la política penitenciaria.
Es usual, que en los reclusorios del País prive la improvisación en la materia de tratamiento, desde el mismo ingreso del recluso a la institución, al existir graves fallas referidas a la observación técnica y la clasificación.
Los equipos de trabajo de ésta área tan importante funcionan a su libre albedrío; además de ser deficitarios son sub utilizados, puesto que se dedican a efectuar mayoritariamente actividades asistencialistas que poco responden a metodología científica alguna.
Dada la desproporcionalidad en cuanto al gran número de reclusos, la asistencia de casos que se aplica, aborda un porcentaje reducido de la población, pero no se opta por la instrumentación de metodología de atención grupal, organización, etc.; pero lo más lamentable es que su acción no se circunscribe a un plan de acción preestablecido que defina los programas.
Los programas deben entenderse como las guías de acción de los equipos de trabajo, que aunque necesariamente no sean elaborados por los altos niveles de la estructura penitenciaria, por lo menos deben contener y significar las directrices de los niveles de supervisión; pero ciertamente deben existir para evitar que el desempeño sólo dependa de la eventualidad diaria, de la cotidianidad.
Los órganos de supervisión se mantienen al margen y pierden la gobernabilidad, tal como acontece en la actualidad, limitándose a recibir estadísticas de actividades sobre las cuales se tienen pocas posibilidades de verificación sobre la realización.
En las instituciones penitenciarias venezolanas se requiere la previsión, que permita mediar entre el futuro y el presente. La grave crisis que las caracteriza limita la posibilidad de hacer predicciones debido a la dinámica que se presenta cambiante y agresiva; pero sí puede establecerse dentro del marco de posibilidades el grado de desviación de variables.
Es necesario hacer un cálculo de lo que precede y preside la acción, para así evitar la improvisación y encausar las mejores decisiones, relacionando el presente con el futuro y el conocimiento con la acción, entendiendo que la planificación consiste en la búsqueda por sacar el mejor provecho al tiempo y a los recursos.
Tomar previsiones implica la definición de varios planes estratégicos para el control de una situación o varias situaciones; no es posible lograr una gobernabilidad real cuando los dirigentes sólo se dedican a la planificación reactiva o defensiva ante situaciones particulares o eventuales, es necesario el diseño de planes y programas preventivos que eviten riesgos, que en definitiva den respuestas eficaces a los problemas y necesidades, de lo cual adolece el sector de prisiones en todas sus áreas de competencia.
Para Matus, "La Gobernabilidad del Sistema es una relación entre las variables que controla y no controla un actor en el proceso de gobierno, ponderadas por su valor o peso en relación a la acción de dicho actor. Mientras más variables decisivas controla, mayor es su libertad de acción y mayor es para él la gobernabilidad del sistema??? La capacidad de gobierno es una capacidad de conducción o dirección y se refiere al acervo de técnicas, métodos, destrezas, habilidades y experiencias de un actor y su equipo de gobierno para conducir el proceso social hacia objetivos declarados, dadas la gobernabilidad del sistema y el contenido propósitivo del Proyecto de Gobierno.
El dominio de técnicas potentes de planificación es una de las variables más importantes en la determinación de la capacidad de un equipo de gobierno. Cuando hablamos de teorías, técnicas y métodos de planificación nos referimos, por consiguiente, a alterar o mejorar la capacidad de gobierno. La capacidad de gobierno se expresa en capacidad de dirección, de gerencia y de administración y control."37
Indudablemente si la capacidad de gobernabilidad depende del mismo proceso de planificación; que define hacia donde queremos ir, qué programas deben ejecutarse, de qué medios se dispone y cómo deben distribuirse los recursos, luego de haber hecho una previsión, considerando el pasado el presente y las posibilidades futuras; e allí una de las grandes debilidades de prisiones en materia de tratamiento, por cuanto no existe una programación que indique hacia donde debe ir esa institución.
Al carecer de una programación, la mayoría del tiempo y los recursos se agotan en la atención de eventualidades, donde la improvisación juega papel protagónico. De esto se infiere que no existen lineamientos y criterios claros, son muy débiles los programas direccionales
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