Sobre el nombre de la rosa

Sobre El nombre de la rosa

Esta película se desarrolla en el contexto de la edad media en Europa, exactamente sobre una abadía italiana de los montes Apeninos, donde la orden benedictina, que vive y guarda culto a Dios por medio de la oración y el estudio de las sagradas escrituras, es víctima de misteriosos asesinatos a los que la mayoría de los monjes culpan como obra del demonio. Incluso el miedo colectivo hace llegar a precipitadas conclusiones, como que las muertes tienen que ver con la llegada del anticristo y el apocalipsis del apóstol Juan.

Guillermo de Baskerville, protagonista junto a su acompañante novicio Adso de Melk (quien cuenta la historia), es llamado por el abad, líder de la abadía, a intervenir en una reunión entre los espirituales franciscanos y los representantes de la Iglesia. Los primeros defienden que la práctica católica no debería tener posesiones materiales, ideología que pone en peligro el enorme poder que el Papa y la Iglesia tienen sobre la sociedad en Europa. El objetivo de esta reunión es decidir la postura de la Iglesia sobre la pobreza de Jesús y sus apóstoles. Debido a su pasado como inquisidor, el abad pone ahora en manos de Guillermo el desentrañar qué ocurre alrededor de las extrañas muertes antes que estas puedan arruinar la importante reunión que se llevará a cabo y traer la paz sobre la congregación.

En nombre de la rosa es una película que toca varios temas, como el enorme poder de los libros y el conocimiento, el cuestionamiento del orden establecido por la religión, la corrupción que surge dentro de cualquier institución, el peligro del extremismo en las opiniones y la desigualdad social en una época donde los “simples”, es decir los campesinos y toda la gente que no es gobernante ni miembro de la Iglesia, es analfabeta y vive en terribles condiciones. Sin embargo quiero señalar el papel que juegan los protagonistas en la develación de la verdad a través de sus hipótesis, pues ven más allá de lo evidente y cuestionan lo que los demás dan por sentado.

La narración muestra cómo a través del método científico y el razonamiento deductivo, Guillermo ignora las conclusiones precipitadas sobre las muertes e investiga como un detective todas las variables que se presentan en los incidentes. Es un lector de signos, puesto que analiza la semiótica de los hechos. Gracias a su escepticismo, puede ver encima de los mitos y lo sobrenatural que rodea los asesinatos, y se apega fuertemente a la evidencia para construir hipótesis fundadas.

Es por eso que el abad dice “he aquí a un hombre que conoce tanto el espíritu humano como los engaños del maligno”, en cuanto Guillermo nota un cuervo posado sobre la tierra fresca que cubre una tumba y señala que uno de los hermanos “se ha reunido con Dios recientemente”. A través de la observación del lugar donde encontraron el cadáver de Adelmo, el primer muerto, deduce que no se trató de un asesinato sino de un suicidio, puesto que se había lanzado por un despeñadero desde una torre y la tormenta de nieve de la noche anterior lo había arrastrado hasta donde creían que lo habían empujado.

Sin embargo, un nuevo monje muerto es hallado después, por lo que los protagonistas empiezan a esclarecer los conflictos que transcurren en el monasterio tanto de día como de noche. Guillermo pide a Adso “ejercitar le mente para resolver este enigma”. Entrevistando al resto de los monjes, ambos descubren que la biblioteca de la abadía es el epicentro del misterio, ya que las muertes se relacionan con la lectura de un libro que mata personas o que hace que las personas maten. Este libro es la segunda parte de la Poética de Aristóteles, un texto que se cree inexistente y del que pocas personas han escuchado. Esta nueva muerte tiene una particularidad: Venancio, el monje copista que hallan ahogado en sangre, tiene los dedos manchados de negro en su mano derecha. Este es un rasgo que Guillermo toma en cuenta de ahí en adelante con el resto de los asesinatos.

Mientras crecen las sospechas sobre quién puede estar interesado en matar por un libro, Adso termina acostándose con una campesina que entra a la abadía cada noche a ofrecer su sexo por un poco de comida. Más adelante, atormentado por los nuevos sentimientos que produjo el conocer aquella muchacha y perder la virginidad,  Adso baja hasta donde vive y en una corta escena podemos dimensionar la enorme diferencia entre la podredumbre en la que viven los simples y los privilegios que tienen los monjes. Esta relación de sometimiento también puede notarse cuando los campesinos hacen filas para pagar diezmo a la abadía o cuando la santa inquisición juzga a la joven campesina injustamente.

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