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Sobre la sostenibilidad de los emprendimientos mercantiles de la economía social y solidaria


Enviado por   •  17 de Octubre de 2012  •  Tesis  •  1.789 Palabras (8 Páginas)  •  619 Visitas

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Sobre la sostenibilidad de los emprendimientos mercantiles de la economía social y solidaria

Introducción

La economía es un sistema que se da en una sociedad para definir, generar, distribuir y organizar combinaciones de recursos (escasos o no), con el fin de satisfacer de la mejor manera posible e intergeneracionalmente las necesidades que se establecen como legítimas de todos sus miembros.

¿Vamos a participar de una economía mundo compitiendo o cooperando? La política tiene que ubicar en la agenda pública el dar respuesta a la cuestión de qué economía queremos tener. Un plan para el país o puede quedarse en el mero diagnóstico, hay que hacer propuestas.

Las propuestas basadas exclusivamente en los modelos y esquemas de pensamientos macroeconómicos son muy lejanas a las intervenciones y procesos que llevarían a habilitar un cambio. No hay prácticamente análisis, ni propuestas que presten atención a las acciones orientadas hacia el largo período de transición que nos espera.

Aunque haya crecimiento del PBI, subsiste la incapacidad estructural de un régimen económico para acompañar el desarrollo de una sociedad mucho más justa e igualitaria, con posibilidad de sostenerse y reproducirse sobre sus propias bases en interdependencia abierta con el resto de la economía mundo.

Si bien la desigualdad y la pobreza no son lo mismo, evidentemente las misérrimas “metas del milenio” que fueran asumidas por los gobiernos, reflejan la falta de voluntad política para modificar el statu quo y también la ausencia de fuerzas sociales capaces de incidir en la agenda pública.

Es necesario un plan orientador de la acción concreta que conlleve análisis económicos, análisis sobre las instituciones y arreglos de la relación entre la política pública y el mercado, y los sistemas de acción de actores colectivos estatales. Es innecesario separar las esferas de lo económico, lo social y lo político. Pero estas propuestas de políticas concretas no podrán ser asumidas por las cúpulas del poder tal como está estructurado actualmente, sino que deberán encarnarse en sujetos colectivos que hayan participado en su diseño, las asuman y las propongan en el escenario político.

Se debe abrir la mente para reconocer otras formas económicas y, en particular, las formas de producción doméstica, orientada por la reproducción ampliada de la vida de sus miembro, que presenta una multiplicidad de formas colectivas de organización del trabajo (cooperativo formal o informal, comunitario, redes de ayuda mutua, etc). Esto debería colonizar las políticas estatales, antes de que el Estado sirva, como en el presente, de mediador del pensamiento único, mercantilista, crematístico e individualista que responde a la lógica de la acumulación privada de capital.

Todo puede lograrse con otras formas de organizar el trabajo, la naturaleza y el dinero, formas que sean directamente sociales y política y no meramente mercantiles y basados en la propiedad privada.

La perspectiva de la economía social

Lo social y lo económico se vuelven indisociables y la política debe operar como acción transformadora para generar estructuras que produzcan y reproduzcan otra sociedad, más igualitaria, socialmente eficiente, mucho más democrática; la redistribución del ingreso y la inversión en bienes públicos de alta calidad y pertinencia son imprescindibles, pero no suficientes. No se trata sólo de mejorar el coeficiente de Gini, ni de dar más y mejor educación, salud, vivienda, regulación, dirección soberana de la economía, justicia, seguridad, etc., sino de reinstalar, desde el seno de las estructuras de relaciones de producción y reproducción, una cultura de valores que den prioridad a los derechos humanos y responsabilidades universales de todos los ciudadanos.

Es preciso articular esa inversión en bienes públicos con la construcción consciente de otra economía, con base en el predominio de principios organizadores que incluyan la reciprocidad y la redistribución estructurales, no solo de los ingresos, sino de los recursos productivos, capacidades y poder, para balancear el hoy hegemónico principio de la competencia mercantil.

Las políticas públicas socio-económicas deben:

- Ser consideradas como inversión directa o indirecta en crear marcos favorables a la producción y redistribución de bienes públicos en cantidad y calidad adecuadas, como condiciones directas e indirectas del desarrollo humano.

- Ser planificadas, masiva y urgentemente, considerando el largo tiempo de maduración de sus efectos.

- Ser universales e integradas con el resto de las políticas públicas, antes focalizadas y sectoriales.

- Pasar por un debate público informado y un procedimiento democrático genuino.

- Estar orientadas hacia la promoción de diversas formas colectivas no capitalistas de organización de la producción y reproducción.

Sostenibilidad de los emprendimientos sociales

La política social del 2005 (Kirchner) consistió en:

- Plan de Jefas y Jefes de Hogar

- Plan Manos a la Obra

- Microcréditos

- Programas de capacitación y asesoría técnica

- Normativa especial para emprendimientos

- Apoyo especial a proyectos considerados estratégicos

Falta de conocimiento y reconocimiento de la realidad, problemas de voluntad política, errores de concepción e implementación, incapacidad de mostrar resultados convincentes, improvisación y justificación ex post, son cuestiones que repercutieron en la credibilidad de dichas políticas.

Es necesario plantear un análisis crítico del esquema mental de la sostenibilidad de la vertiente neoliberal para reubicar el paradigma de la empresa capitalista competitiva y cambiar el nivel de análisis y de intervención. El desarrollo de otras formas innovadoras de producción requiere voluntades concretadas que compartan criterios, calores y expectativas, y una conciencia social fuerte.

Se debe dar atención a la sostenibilidad de los emprendimientos mercantiles asociativos, dejando de lado las formas no mercantiles o al menos no pecuniarias de producción – reproducción, cuya existencia juega un papel crítico en la sostenibilidad de los emprendimientos mercantiles.

Lo micro y meso en la economía social

La sostenibilidad no significa que “cerrar las puertas” y eventualmente que quede un saldo monetario favorable entre ingresos y gastos.

Se debe explorar las posibilidades de construcción de un sector de actividad económica no regido por la lógica de la acumulación privada de capital sino por

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