Sobrepoblacion
Enviado por rocha45 • 30 de Noviembre de 2012 • 2.100 Palabras (9 Páginas) • 501 Visitas
ANALISIS 04.10.10
¿Arquitectura con amor?
¡Por sus obras lo sabrán!
Culiacán celebra los días Mundial de la Arquitectura y del Habitat, así como el Nacional de Arquitectos, con ánimo de renovar y humanizar el Oficio. Lo asume el Colegio Luis F. Molina. ¿Lo hará?
Adrián García Cortés
Arquitectura, urbanismo, planeación, vialidad, transportes, desarrollos habitacionales son, apenas algunos, elementos del quehacer cotidiano que se conjugan en el ansia por una mejor calidad de vida en las ciudades. Son, también, conocimientos indivisibles e ineludibles para entender y atender las angustias urbanas, que no obstante los avances tecnológicos, parecen mostrarse, a contrapelo de la naturaleza, como una premonición de tiempos no muy alegres.
Predominan los contrastes entre las innovaciones de una imaginería infinita de las formas escultóricas y arquitectónicas frente a los estrechos cajones de bloques de concreto que como dunas desérticas se han extendido en las periferias urbanas, convirtiendo al organismo social en una especie de síndrome bipolar que dificulta la convivencia.
Muchos éxitos de esas grandes formas que se han ido prodigando por el mundo, con soluciones tan audaces como montar una piscina espectacular a 150 metros de altura frente a una marina turística (Hotel Marina Bay en Singapur); como meter una ciudad completa con 700 departamentos de lujo en una torre de 828 metros (Abu Dhabi en los Emiratos Árabes), o proyectar un rascacielos, en el mismo Singapur, de 26 pisos con granjas verticales, para que de éstas, como en los ranchos de patios traseros, produzcan las legumbres frescas que consumirán los futuros granjeros de altura.
Contraste entre las
formas y el habitat
Mucho fracasos en los esfuerzos por dotar de vivienda a los que menos tienen, con pies de casa que a menudo se quedan en pie, donde la emoción de sus ocupantes prefiere vivir bajo los árboles y no en los “apandos” carcelarios o de castigo que las instituciones públicas sueles construir. Muchos, también, los errores que se cometen con la población que no teniendo recursos para las joyas arquitectónicas futuristas, desnudan a las ciudades de los servicios fundamentales.
Ante estas reflexiones, nos vienen a mente unos versículos de sor Juana, cuando replica:
“¿Quien es más de culpar:
el que mata a la vaca,
o el que detiene la pata?”.
Porque en este quehacer de modelar el espacio para el hombre, tarea innata de la arquitectura y sus ciencias complementarias, pareciera que el afán, en un contubernio con los negociantes inmobiliarios, es modelar al hombre para el espacio según los valores que éstos les asignen. Quizás por ello, en muchos gremios profesionales del ámbito urbano, se habla ya de hacer una arquitectura humana, que no se empeñe en edificar para seres robotizados.
Ordenadores del espacio
no negociantes de concreto
Porque a decir verdad, si los políticos, con su afán de poder; si los negociantes con el ansia de las utilidades; si los técnicos con su discreta asunción de sabios, son los que deciden la suerte de las ciudades y con ella la de la arquitectura, mucho de la culpa de tenerle la pata a la vaca es de los mismos arquitectos que se dejan seducir por los contratos de proyectos más para el lucimiento que para satisfacer necesidades.
Por lo menos en Sinaloa, un colegio de profesionales de la arquitectura, ha hecho suya una divisa que, de aplicarla en conciencia, sí que habrá de revolucionar la vida urbana. Se trata del Colegio de Arquitectos Luis F. Molina fundado apenas seis años atrás, quien asumió el reto de hacer arquitectura con amor a la humanidad. Y en base a ello, ha convocado a celebrar en Culiacán tanto el Día Nacional del Arquitecto que el Presidente Fox instituyó en 2003, como el Día Mundial de la Arquitectura que desde 1985 lo festeja la Organización de las Naciones Unidos junto con el Día Mundial del Habitat.
Colegio formado, originalmente, por jóvenes egresados de la UAS, que al paso de los días se ha ido enriqueciendo con nuevos adeptos, a los que, independientemente de sus edades y procedencias profesionales, sólo se les exige que sean capaces de pensar joven con amor a la humanidad. Tras dos presidentes distinguidos, Manuel Acosta y Martín Sandoval, hoy los dirige una mujer, Claudia López Chiquete, que sumados sus encantos femeninos, se apresta a mostrar su juventud profesional convocando a efectivar el lema del Día Mundial de la Arquitectura y del Habitat: “Una mejor ciudad para una vida mejor, sustentada por el diseño”.
Arquitectura sin desarrollo
urbano tiende al deterioro
Sobre arquitectura podrían escribirse, como muchas veces se ha intentado, enciclopedias infinitas, porque en todos los órdenes del existir humano siempre está presente. Su tarea principal es acondicionar el espacio para la grata convivencia del hombre; y como tal, a través de sus conceptos, diseños y realizaciones, forma parte del patrimonio cultural y de la identidad humana, en sus tiempos y en sus transformaciones.
Es así como, la arquitectura va unida al desarrollo urbano, de tal manera que, ningún arquitecto podrá ejercer su profesión si no la asimila al concepto de comunidad en las ciudades. Quien sólo arquitectura haga, procurando la esplendidez de las formas sin atrapar el entorno en que se ubica, estará siempre condenado a subsistir en la marginalidad; como les legara Hipócrates a los médicos esta sentencia casi bíblica: ¡el que sólo medicina sabe, ni medicina sabe!
Hoy los medio informativos nacionales se explayan con reclamos donde la responsabilidad profesional tiene mucho que explicar sobre los asentamientos humanos. La actualidad es el alud de un cerro en un pueblo oaxaqueño que arrasó casas y vidas por una falta de visión urbana, de una nula conciencia ecológica y de la desmedida ambición de los políticos, los que sólo aparecen cuando hay elecciones.
Desastres que ocurren por vivir en barrancas o permitir que las comunidades humanas se instalen en las laderas de los ríos. No se diga de los asentamientos irregulares que se prodigan por el país permitidos a cambio de votos y apoyos de campañas.
El arte de diseñar con
amor a la humanidad
¿Cómo visualizar hoy día el quehacer arquitectónico? Ya lo ha expresado el lema del Colegio Molina: ¡con amor a la humanidad!; pero, claro, una humanidad, no
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