Técnicas de comunicación y negociación efectiva. La comunicación, lengua- lenguaje

Silvia Adriana Guapillo López.

Técnicas de comunicación y negociación efectiva.

La comunicación, lengua- lenguaje

Introducción

¿Es posible desarrollar la lengua-lenguaje, sin lograr la comunicación? Lo más fácil es pensar que nacemos con esa capacidad de comunicarnos, pero si se observa a un recién nacido resulta difícil admitirlo. Habría entonces que forzar una explicación como ésta: la capacidad se tiene, pero hay que desarrollarla.4

La lengua, como cualquiera otra destreza cultural (no sólo para comunicarse, también para alimentarse, o para construir utensilios, etc.) es un patrimonio colectivo que va cambiando de generación en generación gracias a la capacidad de comunicación. Los antropólogos que investigan los orígenes de nuestra especie –el homo sapiens- son los primeros interesados en conocer cómo se fue desarrollando la comunicación dando origen a los códigos de señales compartidos a partir de los cuales pudo surgir aquello que puede considerarse ya una lengua.4

El hombre es una criatura que se comunica, así lo afirma H. Dalziel Duncan (Ferrer, 1994:21) cuando señala que, por su naturaleza y para satisfacer sus necesidades, el hombre ha debido comunicarse con sus semejantes utilizando señales, movimientos o signos, pues nadie puede existir en un grupo o una sociedad sin alguna forma de comunicación.1

Los trayectos evolutivos para la comunicación y el lenguaje, capaces de proporcionar explicaciones más precisas, el estudio antropológico de la cultura, al menos, facilita nuevos datos. Los antropólogos coinciden en advertir que todos aquellos comportamientos no incluidos en el programa genético, es decir, no heredados, sino transmitidos por el aprendizaje efectuado a partir de interacciones comunicativas entre congéneres de un grupo, y cuya vigencia en el seno de un grupo, de generación en generación, depende de interacciones comunicativas, son susceptibles de ser considerados culturales. Dicho de otra manera: en ausencia de interacciones comunicativas con congéneres de la misma especie, los únicos comportamientos que un individuo llega a realizar son aquellos que es capaz de aprender imitando los que realizan los seres vivos más próximos de su entorno, como ha ocurrido en aquellos casos que describen algunos antropólogos, el más célebre de los cuales fue narrado cinematográficamente por François Truffaut en L'Enfant Sauvage (1969).4

La comunicación es esencial para el éxito de una negociación, el objetivo debe ser decir las cosas correctas de las formas correctas en los momentos correctos, y escuchar. Lo que dice debe entenderse ya que se intenta ser efectivo. La comunicación es un proceso de dos vías.3 Por lo anterior podemos decir, comunicar es llegar a compartir algo de nosotros mismos, es una cualidad racional y emocional específica del hombre que surge de la necesidad de ponerse en contacto con los demás.1

La comunicación es en todo momento la conjunción de varios elementos que hacen del lenguaje el medio en que las personas o instituciones pueden intercambiar información convirtiéndose así en el elemento más trascendental de los inventos que ha desarrollado el hombre para comprender su mundo, y desempeña una función central en las sociedades civilizadas, pues influye en su nivel de desarrollo y progreso como en el del conocimiento.1

El lenguaje y comunicación: su relación.

El lenguaje.

Es el medio por el que nos comunicamos los seres humanos, “es un conjunto de signos estructurados que dan a entender una cosa” (Morris, 1985:37). En sus orígenes, el hombre se comunicaba con lenguajes no verbales, mediante su cuerpo y sus órganos sensoriales; por eso el lenguaje es la “facultad propia de hombre para la expresión de sus ideas” (Blake y Haroldsen, 1980:7) y se considera “el vehículo primario para la comunicación” (Ferrer, 1994:25).1

El lenguaje nace como el más trascendental de los inventos que ha desarrollado el hombre para comprender su mundo, y desempeña una función central en las sociedades civilizadas, pues influye tanto en su nivel de desarrollo y proceso como en el del conocimiento, al igual que la comunicación, es de naturaleza social.1 Como dice Rafael Seco (Fernández de la Torrente, 1990:7):

El lenguaje es el gran instrumento de comunicación de que dispone la humanidad, íntimamente ligado a la civilización, hasta tal punto que se ha llegado a discutir si fue el lenguaje el que nació de la sociedad, o fue la sociedad de la que nació del lenguaje. 1

Bühler (El lenguaje de J. Roca Ponds, 1973:13) que acompaña a las intenciones básicas del hombre cuando quiere comunicarse con otros: función representativa, expresiva, apelativa o de llamada.

“Es el atributo que distingue notablemente al hombre” (Blake y Haroldsen, 1980:7) y pertenece a la gente, a los grupos, a los países. Las palabras tienen que ver con los cambios de pensamiento y con la evolución de nuestros pueblos en todas sus actividades; tales cambios de pensamiento y con la evolución de nuestros pueblos en todas sus actividades; tales cambios influyen en los distintos modos de decir o nombrar las cosas; surge así la lengua (Ferrer, 1994:23-25).

Lengua

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