TERESIANOS CONSTRUCTORES DE PAZ
Enviado por LandyEM • 3 de Diciembre de 2013 • 447 Palabras (2 Páginas) • 319 Visitas
La Asamblea General de las Naciones Unidas nombra el 21 de Septiembre, como el día Internacional de la Paz. Eso significa que en especial ese día debemos dejar atrás el odio y los sentimientos negativos. Y convertir en un saludo la frase “La paz esté contigo” comenzando eso sí, con una sonrisa como decía la madre Teresa de Calcuta.
Cuando hablamos del significado de la paz, no solo es decir que es la ausencia de guerra, de violencia o conflictos en casa. La paz es un sentimiento que todos deseamos porque es un don de Dios, todos queremos paz, la queremos en casa, en la escuela, en nuestra ciudad, pero el problema esta en que no sabemos como lograrla.
Entonces si todos deseamos esa tranquilidad en el mundo, ¿Porqué es tan difícil llegar a ella?. Pensemos por un momento en la persona que nos ha hecho daño, que nos ha lastimado, que nos ha herido. En nuestro corazón guardamos resentimientos.
Resentir es volver a sentir una y otra vez la misma sensación de odio. En la clase de Buena Nueva nos han enseñado que tenemos dos caminos: Podemos fomentar ese odio, hacerlo crecer y lastimarnos día con día; o podemos elegir el perdonar a esa persona y sanar.
Cuando llego molesta de la escuela porque alguna compañera me lastimo, Mamá y Papá me ayudan a perdonar, cuando llego molesta a la escuela, mis maestras en los cuartos de hora, me ayudan a perdonar. En definitiva, Yo elijo perdonar, yo elijo ser feliz.
Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz, en una entrevista dijo “Mantener la paz es una tarea de los niños, de los jóvenes, de los dirigentes de un país, de todos los que habitamos en el planeta.” Pero sobre todo la paz se construye empezando desde uno mismo, si doy amor, recibo amor; Si doy sonrisas, recibo sonrisas; Si doy todo lo bueno de mi, recibo a Dios.
Recordemos que cuando nació Jesús, los ángeles proclamaban: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”, eso quiere decir que Jesús vino a traernos esa paz y nosotros como sus seguidores, debemos ser predicadores y constructores de la paz que el Señor nos desea.
Esa es nuestra misión, y conste que no dije obligación, debemos darla en abundancia, con generosidad y sin regatearla, tal y como Cristo nos ha enseñado.
Así que si ustedes quieren una buena comida, vayan con un buen cocinero, si quieren aprender a bailar, vayan con un buen maestro, como Martín, pero si quieren ser constructores de paz entonces únanse al Colegio Teresiano y juntos digamos todos los días “Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”.
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