TRABAJO FINAL DE CURSO ANÁLISIS CRÍTICO-DESCRIPTIVO DEL MACBA

TRABAJO FINAL DE CURSO

ANÁLISIS CRÍTICO-DESCRIPTIVO DEL MACBA

INTRODUCCIÓN

El museo que he escogido para desarrollar el último trabajo del curso ha sido el MACBA, Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.

Lo he elegido porque me parece un centro muy contemporáneo en muchos aspectos de su integridad, tanto a nivel organizativo, como a la temática que muestra en sus exposiciones artísticas, muy variadas por cierto, e incluso por su arquitectura y el sitio donde se encuentra ubicado.

Primero hablaremos un poco sobre la historia del MACBA de cómo nació, quién tuvo la gran idea de crear un centro dedicado a la parte contemporánea del arte, y cómo se gestionó y evolucionó hasta nuestros días.

Después de la breve descripción y clasificación de dicho museo, haremos un paseo por algunos de los aspectos que nos conciernen en este trabajo, para así saber las vértebras que sostienen esta gran y conocida institución artística. Trataremos sobre la colección, de la seguridad y la distribución del centro, que ya avanzo me parece un gran elemento arquitectónico. Y esto me gustaría remarcarlo, ya que el centro no sólo es contemporáneo por dentro, es decir, el contenido de la institución, sino también el continente del mismo, el centro propiamente es de una arquitectura muy moderna, muy contemporánea que juega con las formas y luces, siendo un sello identificativo del barrio y ciudad donde se halla.

Por último daremos una vuelta por la colección del museo, y las actividades didácticas que ofrece al público, tanto en general como en particular, aproximándonos más aún a su visión y comprensión de la misión de este gran museo en la ciudad de Barcelona.

Continuaremos con el orden establecido, y desglosaremos los apartados según su aparición ya fijada de antemano.

0.- Historia, descripción y clasificación del museo

La fecha inicial de inauguración de lo que hoy entendemos como el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona, fue el día 28 de noviembre de 1995. Desde aquél entonces, se ha ido consolidando internacionalmente como un modelo referente en cuanto al arte contemporáneo y su exposición. Por una parte podemos destacar su colección, que explicaremos más adelante, la cual ha tenido un crecimiento exponencial año tras año, y que en la actualidad permite trazar un destacable recorrido por algunos de los referentes artísticos que habitan en nuestro tiempo actual. Por otra parte, también es destacable saber que ha desarrollado unas líneas de trabajo como de laboratorio, ya que se encuentra en continuo cambio e investigación en sus diversas áreas a tratar, haciéndose un notable hueco en el hábito museístico, ya que este centro se posiciona en la investigación y en la generación de nuevas dinámicas para el análisis y reflexión acerca de la actividad artística contemporánea.

Como anunciábamos el MACBA tal y como hoy lo conocemos nació en 1995, pero cierto es que tuvo un planteamiento previo a la propia institución, es decir, que hubo anteriormente como un antecesor a lo que se formaría años después como el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Hablamos de lo sucedido hace ya un tiempo, concretamente en 1959, donde el que era crítico de arte (también fundador y presidente de la “Associació d’Artistes Actuals” 1956-1965), Alexandre Cirici Pellicer defendió la necesidad de crear un museo de arte contemporáneo en la ciudad. Este gran implicado en el mundo del arte, junto con otras notables personalidades del ámbito, comenzaron a reunir entre todos una colección con la misión de que éste sirviera de base para poder desarrollar el futuro museo. Mientras buscaban un emplazamiento definitivo, organizaron una serie de exposiciones con artistas vigentes en aquel momento, como son por ejemplo Antoni Bonet, Jean Fautrier, August Puig, Josep María de Sucre… De esta manera consiguieron que artistas, críticos y aficionados al arte contribuyeran a la creación de esta nueva colección creada en base a un proyecto que podríamos decir, guarda muchas similitudes al Museo de Arte Moderno de Nueva York.

Elaboraron numerosas exposiciones itinerantes con obras de artistas de la época, también consiguieron elaborar certámenes anuales como el célebre Salón de Mayo (1956-1969) en la misma ciudad, Barcelona.

Cierto es que en febrero de unos años más tarde, concretamente en el año 1963, a causa de la exposición llamada “L’art i la pau” que fue políticamente bastante comprometida por su contenido antifranquista, evidenció los límites de la permisividad existentes poniendo fin a la aventura de Cirici y algún que otro miembro más. En ese momento, al desglosarse lo que parecía el nacimiento y continuación de una institución museística, tuvo que deshacerse; parte de la colección pasaron a formar parte del Museu Víctor Balaguer situado a unos kilómetros de la ciudad de Barcelona, pero sin dejar Cataluña; concretamente, habitaban en Vilanova y la Geltrú, que afirmamos, aún puede verse en la actualidad.

Años después, en 1985, el conceller de Cultura de la Generalitat de Catalunya, a saber, Joan Rigol, quiso recuperar la idea de un museo de arte contemporáneo, que compartido con los responsables municipales del Área de Cultura (encabezado por Pep Subiróns), promovieron y consensuaron un Pacto Cultural, que ratificaba la creación de un consorcio constituido por la Generalitat de Catalunya y también el Ayuntamiento de Barcelona, quisieron crear un museo en la Antigua casa de la Caridad situada en el barrio de El Raval de Barcelona.

Tuvo muy buena aceptación hasta que se relevó el conceller unos pocos meses después, frenando una vez más, el proyecto que tenían entre manos.

Suerte que en 1986 el Ayuntamiento de Barcelona, con Pascual Maragall al frente, encargó al arquitecto norteamericano Richard Meier, la construcción de la sede del nuevo museo. Por otra banda, los críticos Francesc Miralles y Rosa Queralt redactaron la memoria en la que se definían sus bases conceptuales, para que así siempre se supiese la idea y la misión que se estaba gestionando en sus mentes, para después convertirlo en realidad.

Finalmente en 1987 se constituyó la conocida como La Fundación Museu d’Art Contemporani de Barcelona, presidida en aquel momento por Leopoldo Rodés, que suponía la incorporación de la iniciativa privada en el proyecto. El nuevo museo nació en 1988 con la creación del Consorcio del Museu d’Art Contemporani de Barcelona, integrado por la Generalitat

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