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TRABAJO INFANTIL


Enviado por   •  31 de Enero de 2012  •  4.699 Palabras (19 Páginas)  •  454 Visitas

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TRABAJO INFANTIL EN MÉXICO

Mercedes Gema López Limón

Instituto de Investigaciones Sociales

Universidad Autónoma de Baja California

Correo electrónico: glopez@uabc.mx

Globalización y trabajo infantil.

El trabajo infantil es un proceso social que acompaña al capitalismo desde su nacimiento, pero que se manifiesta en una nueva forma en el proceso de decadencia de las relaciones sociales capitalistas, en su crisis, cuando sus cimientos están siendo carcomidos por la especulación, el narcotráfico y el negocio de la guerra, provocando contradicciones que trastocan toda lógica: los millones de niñas y niños trabajando, mientras millones de adultos no tienen empleo, o si aún lo tienen, viven en la incertidumbre y pobreza crecientes.

Se da cuando las consignas a escala internacional son la reducción del costo del trabajo con su libre explotación, la desreglamentación generalizada, la flexibilidad laboral, la individualización de contratos, horarios y salarios. Crece en un contexto de privatización de todos los aspectos de la vida social: tierras, salud, educación, seguridad social, servicios públicos en general, al entregar a manos privadas empresas estratégicas para la cohesión y la soberanía nacional (López Limón, 1998).

Las privatizaciones son, como política mundial del capital, la transferencia más grande de bienes y servicios sociales a manos privadas, en un saqueo sin límites a las naciones, extendiendo la pobreza a niveles inauditos, campo fértil para el trabajo infantil.

El mercado mundial actual tiende entonces a "...la reducción de costos laborales, directos e indirectos, para elevar los excedentes, y por lo tanto la tasa de ganancia", lo que coloca al trabajo infantil como un proceso integrado a la producción e intercambio de bienes materiales (Brizuela et al, 1994, p. 36).

Especialistas de la OIT definen el trabajo infantil como “... el conjunto de actividades que implican, sea la participación de los niños (y niñas) en la producción y comercialización de los bienes no destinados al autoconsumo, sea la prestación de servicios por los niños a personas naturales o jurídicas” o a “personas físicas o morales”(Staelens, 1993, pp. 16,17) , O bien: “La expresión “trabajo infantil” o “trabajo de los niños” abarca toda actividad económica efectuada por una persona de menos de quince años de edad, cualquiera que sea su situación en la ocupación (trabajador asalariado, trabajador independiente, trabajador familiar no remunerado, etc.)” (Boletín internacional No. 5, 1995, p.6). Se puede resumir que es la utilización de la fuerza de trabajo de niños y niñas en actividades económicas de producción e intercambio de bienes y servicios.

En el caso de México existen dos categorías de menores trabajadores: los de menos de 14 años, de quienes la Constitución y la Ley Federal del Trabajo prohíben que se utilice su trabajo, y los de edades entre 14 y 16, cuyo trabajo permite la ley bajo determinadas circunstancias (haber cursado su educación obligatoria, jornada máxima de seis horas, no trabajo nocturno ni horas extras, etc.)

Oficialmente se acepta que en 2002 existen 3 millones 300 mil menores trabajando, repartidos casi igual por género, de los cuales las dos terceras partes tienen entre 12 y 14 años y el resto entre seis y 11 años (INEGI, 2004). La información oficial considera optimistamente que sólo una cuarta parte de los menores que trabajan no asiste a la escuela, cifra que contradicen sus datos estadísticos (y nuestra experiencia de muchos años en la investigación alrededor de trabajo infantil y educación. Ver además Juárez, 1998), pues de acuerdo al censo de 2000, 959 mil 640 menores en edad de seis a 11 años no acudían a la escuela primaria y un millón 469 mil 441 de edades entre 13 y 15 no asistían a la escuela secundaria, lo que haría un total de dos millones 429 mil 82 infantes en edad de cursar la educación básica que están fuera de ella (Información estadística de INEGI, 2005). ¿qué están haciendo esas niñas y niños? Lo más seguro es que están trabajando. Hay que destacar que existe un subregistro en esta área, pues muchos menores trabajadores no se reconocen ni son reconocidos como tales.

Daremos un breve vistazo sobre dos sectores de la economía formal urbana y rural donde existe el trabajo infantil asalariado

El trabajo infantil en la agricultura de exportación en México

En las comunidades tradicionales, el ingreso paulatino de la niñez en algunas actividades comunitarias o en labores familiares livianas de autoconsumo ha sido parte de un proceso de su integración cultural a la vida adulta; pero eso es ajeno al trabajo infantil contemporáneo que participa en la producción a cambio de un salario, subordinado a las necesidades de las empresas que lo emplean. Ahora son las compañías trasnacionales exportadoras las que obligan la "cultural" incursión de los menores al mercado laboral.

Este trabajo se encuentra asociado a procesos de más amplia dimensión, en el contexto de la globalización, como el libre comercio y las políticas gubernamentales hacia el campo, que en los últimos años han favorecido claramente la agricultura comercial de exportación (esta política ha propiciado migraciones internas y externas de la población). Es en este sector, el más dinámico de la economía agrícola, donde se contratan como trabajadores locales o migrantes más de un millón de niñas y niños . Su incorporación al proceso de producción beneficia en especial a compañías comercializadoras estadunidenses y a sus socios locales, haciéndolos “competitivos” en el mercado internacional, ya que exportan al vasto mercado interno de Estados Unidos, a Canadá, Japón y la Unión Europea.

El trabajo infantil en este sector es producto principalmente de dos factores: 1. el ingreso precario y las condiciones de trabajo de los jornaleros contratados por las compañías agrícolas exportadoras. 2. la disponibilidad de menores como fuerza de trabajo barata, complementaria a la adulta y de reserva. Se explica entonces la existencia, reproducción y auge del trabajo infantil en este tipo de agricultura.

Dentro de la lógica de la supervivencia familiar el trabajador puede asumir: “Apenas trabajando todos nos alcanza para medio vivir”, como nos dijo un padre jornalero. Aún cuando el trabajo infantil es percibido o expresado por los padres como una contribución a la subsistencia familiar, éste tiene por sí mismo su lugar como fuerza de trabajo.

Los empresarios saben que los menores le son indispensables y aprovechan la habilidad de las manos infantiles en la producción y las autoridades se prestan a la ilegalidad del trabajo infantil. Para

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