TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN
Enviado por SUPERVISORA401 • 3 de Junio de 2015 • 1.470 Palabras (6 Páginas) • 251 Visitas
TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN UN CONTRATO DE CALIDAD
Hablar de calidad educativa es hoy en día una obligación y a la vez un desgaste total.
Hemos vivido constantes cambios en los últimos 15 años, en donde se nos han propuesto reformas educativas que prometen un cambio en la calidad educativa, sin embargo y a pesar de los esfuerzos de las autoridades por mejorar, no se ha logrado, en ninguno de los aspectos académicos elevar las condiciones en que egresan nuestros alumnos.
La lectura que se nos recomienda de Rey R. y Santamaría J. que hace una recomendación de los conceptos trabajados por Edwards Deming y que logra separar la ideología política de calidad por conceptos fáciles de adoptar por aquel o aquella persona que los quiera adoptar.
Habla de tres pasos a considerar:
1.- Contar con un documento rector con poca flexibilidad
2.- Un contrato de calidad que sea de ambas partes
3.- Cambiar la forma de pensar, teniendo una filosofía de colaboración.
Edwards Deming, plantea algunos principios que deben ser considerados, analicemos antes que nada el siguiente párrafo:
El trabajo se ha deshumanizado al separar de él lo que es más importante: la calidad del trabajo bien hecho. Como si un trabajo mal hecho pudiera considerarse un trabajo. Se ha llegado así al disparate de que algunas empresas ofrecen primas de calidad. ¿Cómo es posible pagar por un trabajo mal hecho y añadir un plus si el trabajo está bien? Creo sinceramente que esto es un insulto para la dignidad humana.
Cela Trulock (1996:22)
Es impresionante la necesidad que se tiene en las escuelas para lograr mejorar en la calidad del servicio, es lamentable que la profesión del magisterio se vea tan limitada al solicitar calidad en el servicio cuando es una acción que debería de darse sin solicitarlo, tal y como se expone en el párrafo anterior.
Al docente hay que decirle que tiene que hacer, cómo tiene que hacerlo y hasta en qué momento se espera su intervención.
Como se expone en el texto, la calidad en sí misma es un valor y debería ser exigible de manera personal por cada uno de los trabajadores de la educación.
Cuando un docente no responde a las necesidades de sus alumnos, no está trabajando con calidad, ya que la mejora debería verse reflejado cada día en el aula, cada día en la dirección, en donde el cambio se pueda percibir.
Por lo tanto es momento de analizar qué factores son los que inciden en no lograr la calidad y es con el análisis de los catorce puntos expuestos por Edwards Deming, se espera llegar a conclusiones.
1. Crear constancia en el propósito de mejorar el producto y el servicio. Cada escuela va creando su prestigio al determinar que tanto debe avanzar a mediano y corto plazo, lo que permite que se vayan estableciendo parámetros de logro que se irán evaluando constantemente para su modificación y/o permanencia.
2. Adoptar la nueva filosofía
Sí bien es cierto que los errores son inevitables consideremos que con los alumnos no se valen lo errores, son seres humanos y es necesario una satisfacción personal y colectiva.
3. Dejar de depender de la inspección en masa Buen tema a discusión; justificar la asistencia a una supervisión para mejorar el error, no debería de considerarse así. Muchas directoras entran a grupo a corregir errores, cuando debería de ser para alabar aciertos. El control de la calidad está en cada quien.
4. Acabar con la práctica de hacer negocios sobre la base del precio La calidad de cada docente marcará su prestigio en la institución; cuando un consumidor (padre de familia y/o alumno) no recibe lo que espera del servicio, surgen problemas indudablemente.
5. Mejorar constantemente y siempre el sistema de producción y servicio Una planeación eficiente y eficaz es la que sirve de guía para el trabajo cotidiano y no aquella que se guarda para cumplir administrativamente. Todo este tema pertenece a la dirección.
6. Implantar la formación Considerar la formación continua como parte de la filosofía de vida del magisterio, para tener la certeza de que se cuenta con la calidad necesaria para el trabajo.
7. Adoptar e implantar el liderazgo Definitivamente no es lo mismo liderar que controlar y un buen director debe conocer a la perfección lo que solicita, lo que recomienda, lo que se sanciona y lo que se felicita. Un director que no controla su liderazgo puede caer en la simulación
8. Desechar el miedo Si es verdad que miedo y fracaso es lo mismo uno conlleva otro y será necesario animarse a innovar y concluir cada proceso con aprendizajes sólidos y fortificados.
9. Derribar las barreras entre las áreas
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