Taller de iluminación
Enviado por cjarango • 24 de Abril de 2022 • Informe • 2.581 Palabras (11 Páginas) • 47 Visitas
Taller de iluminación
1. La temperatura de los colores.
Cada color tiene una temperatura. Esto podemos observarlo viendo a un herrero sacar una pieza de hierro del fuego. Si el hierro aún no está demasiado caliente, tendrá un color rojizo, pero si está “al rojo vivo”, tendrá un color casi blanco. El arco de fundición de la soldadura eléctrica, que brilla con un azul fantástico, tiene una temperatura aún mayor.
Las películas están diseñadas para fotografiar ciertas temperaturas de color. Aunque actualmente los fabricantes permiten una cota de temperaturas bastante amplia, antes, teníamos que jugar con esto, dependiendo del tipo de fotografía íbamos a realizar. De todas formas, este dato suele venir impreso en la caja de la película.
Debemos tener en cuenta, que la película en color, expuesta y revelada adecuadamente, reproduce los colores de la naturaleza con total objetividad, mientras que nuestra vista, a través de la capacidad del recuerdo, falsea los colores objetivos.
La película registra exactamente la variación de la intensidad de la luz del sol, en el transcurso del día, la estación del año, el clima y la altitud.
Durante el día.
Por la madrugada: el Sol todavía no ha salido por encima del horizonte. El cielo está de color amarillo rojizo. Para nosotros el cielo está envuelto en un vapor gris y blanco. Pero este gris blanco no puede ser otra cosa que la luz reflejada del Sol desde el cielo azul hacia nosotros. Por eso la película registrará este momento como azul.
Salida del Sol: Unos instantes después, tendremos la iluminación fotográfica más hermosa que existe. Los reflejos azules del cielo casi han desaparecido, y el Sol inclinado, ilumina la Tierra con una luz cálida dorada. Incluso las paredes blancas, tienen ahora una coloración amarillenta. La naturaleza y el follaje reciben ahora una tonalidad más cálida. Existe un contraste perfecto entre el cielo azul y dichas tonalidades terrestres.
Mañana: El Sol ha seguido subiendo, los reflejos del cielo se acrecientan y aumenta el azul en la luz del Sol. Los colores cálidos y fríos están equilibrados. Ya no tenemos una iluminación tan hermosa, pero sí la mejor, ya que la mayoría de las películas están diseñadas para esta iluminación. Todos los colores se reproducen ahora con toda naturalidad. A esta hora las fotos siempre salen bien.
Mediodía: Cuanto más sube el Sol, mayor es la radiación azul que se desprende de todas partes, incluso de las más recónditas sombras. En esta posición del Sol siempre tendremos un toque azul en nuestras fotos. Un terrible toque azul. Este toque azul es una cuestión de la iluminación, no de la calidad de la película. Es ahora cuando debemos guardar la cámara, y no volver a sacarla hasta que el Sol haya traspasado el cenit.
Tarde: Ahora la composición y la temperatura de los colores es similar a la de la mañana, con la única diferencia de que se han almacenado en la atmósfera, a lo largo del día, partículas de polvo y de vapor que aminoran la fuerza de iluminación de los colores lejanos. Es por tanto la mejor hora para tomas cercanas, al contrario que la mañana, la cual es mejor para tomas lejanas.
Puesta del Sol: Es la hora de las fotos románticas. Las condiciones de color son semejantes a las del amanecer, con la diferencia de que las partículas de la atmósfera suavizan los contrastes y retienen la coloración azul de las sombras. El mundo aparece de un bonito color rojo-amarillento.
2. El color de la luz.
El cielo es una gran superficie azul que lanza sus reflejos en todas direcciones.
Es por esto que todas aquellas fotografías tomadas con el cielo descubierto, tendrán una fea tonalidad azul reflejada por todas las superficies. Por tanto, siempre digo que el tiempo ideal para la fotografía no es con cielo azul totalmente descubierto, sino cubierto de densas nubes blancas que aminoran los reflejos azules, y hacen aparecer los colores tal y como nosotros los percibimos en la realidad. La mejor iluminación es la del Sol atravesando un hueco entre nubes muy densas. Pero no debemos dispones casi nunca de esta situación ideal.
Las longitudes de onda que existen entre 400 y 700 nanómetros son las que puede ver el ojo humano y son capaces de impresionar la película fotográfica y registrar imágenes.
El ancho de esta banda espectral que llamamos “luz visible” esta compuesta por diferentes longitudes de onda y que escapan, cuando son visionadas por el hombre, a su mera naturaleza electromagnética, siendo capaz de captar las variaciones de la longitud de onda de ese espectro y visualizarlo como diferentes colores, desde el violeta hasta el rojo. Este maravilloso fenómeno se basa, además del aspecto físico de la radiación, en el ojo humano que actúa como censor y en el cerebro capaz de percibir, diferenciar e interpretar las imágenes que conforma ese espectro.
La retina del ojo, a través de una estructura formada por unos elementos denominados bastones y los conos, esta capacitado para discernir los colores, la forma, los detalles y la posición de los objetos.
Los conos están especializados en la visión del color, así unos ven solamente el azul y el violeta, otros el verde y el amarillo y otros el rojo y el naranja. Además, es capaz de adaptarse a las diferentes cantidades de luz y al brillo de las escenas y discernir e identificar los diferentes colores.
La luz
Técnicamente la luz visible o luz blanca, es una mezcla de todos los colores posibles. Aunque el cerebro, con su capacidad de adaptación visual y de aprendizaje, la interpreta de muchas y distintas formas. La luz es diferente dependiendo de la fuente de que proceda y, por lo tanto, su composición tiene varios colores.
El sol del mediodía, una bombilla o un fluorescente, iluminan el espacio de tal modo que el hombre lo percibe como si hubiera iluminado con luz blanca, aunque su contenido de color sea muy diverso.
...