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En la actualidad, aún cuando se han realizado esfuerzos para lograr la recuperación económica, éstos no se han traducido en mejoras significativas del mercado laboral; ya que se incrementaron las tasas de desocupación en el mercado laboral como consecuencia del aumento de la tasa de actividad -principalmente en mujeres y jóvenes- y por el deterioro de la calidad del empleo y la protección social a grandes grupos de trabajadores. Por tales motivos, los niveles de participación de la población activa en la informalidad se produjeron como respuesta a la necesidad de compensar la reducción de los ingresos familiares.

Importante es resaltar que la situación ha persistido a pesar de las acciones del gobierno nacional, para proteger el poder adquisitivo de los trabajadores y del grupo familiar, de acuerdo con el mandato constitucional de revisar anualmente los salarios mínimos y los ajustes de la remuneración tanto del sector público como la protección social a los pensionados y jubilados.

El comportamiento del mercado de trabajo en el mediano plazo, refleja que ha operado un importante crecimiento de la ocupación, (1.032.916 2000/03 vs. 2.293.421 1990-99) aunque ha estado acompañado por cambios que afectaron tanto la composición sectorial como la calidad de la ocupación, consecuencia de los procesos de privatización, terciarización, informalización y precarización del empleo, propios de las políticas neoliberales. Para la década de los 80, el indicador de informalidad ya se encontraba en más de 40% y en la década de los 90 se manifestó en un 52.4%, cerrando en el 2003 en 52.7% del total de ocupados. Esto significa que 7 de cada 10 nuevos empleos generados en los 90, se produjeron en el sector informal, debido a la aplicación del paquete neoliberal.

De allí pues, se explica que la informalidad producto del deterioro en la calidad del empleo se haya convertido para muchos trabajadores expulsados del aparato productivo formal en la única vía de adquirir recursos para sobrevivir. Además, los datos demuestran que la proporción de asalariados que cotizaba en la Seguridad Social había disminuido del 38% en 1990 a 25% en 1999. Es por ello que sólo 1 de cada 4 trabajadores asalariados cotizaban la seguridad social.

Al respecto, se destaca que desde 1994 se han incorporado 562.574 ocupados como miembros de cooperativas – consideradas hasta la actualidad como sector informal- teniéndose como resultado que aproximadamente 2 de cada 10 nuevos puestos de trabajo informales fueron ocupados dentro del sector microempresas y cooperativas, que corresponden al segmento más moderno del sector informal.

Durante este período referencial 1999-2003, el sector de los servicios manifestó un crecimiento de 50% de la informalidad, ubicándose en esa actividad 343.000 nuevos puestos de trabajo creados, a la par de un 17% representado en 118.000 nuevos puestos en el sector comercio. Se produjo incluso

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