Terapia De Milan
Enviado por mariduar • 16 de Mayo de 2013 • 697 Palabras (3 Páginas) • 324 Visitas
La Terapia Sistémica de Milánes un modelo terapéutico fundado sobre las teorías de Gregory Bateson (1972), solo se aplica a la terapia familiar, pero hoy en día se utiliza en el trabajo individual, de pareja, con grupos y con organizaciones (Campbell & cols., 1991 citado en Boscolo,L & Bertrando, P.)
Según, Boscolo, L & Betrando, p (1997) El rol del terapeuta es de suma importancia en esta terapia, pues se requiere la capacidad de adoptar una posición que permita escuchar a los clientes. Estas posiciones son más evidentes en el contexto de la terapia individual que en la terapia familiar, en la cual los terapeutas son más bien directivos y activos en el transcurso de la sesión. En ambos casos, la actitud de escucha es activa y no pasiva, es empática en el sentido de lograr “ponerse en el lugar del otro”, transmitiendo su propia participación emotiva. (Boscolo, L & Betrando, p. Un punto clave en el terapeuta es la curiosidad relacionada con los clientes, de su historia y de la evolución que tiene dentro del proceso terapéutico. Gracias a ello, el terapeuta evita clasificarse en intercambios redundantes y repetitivos que pueden llevar a un impasse; otro recurso importante del terapeuta, es la capacidad de mostrarse positivamente, ya que facilita su trabajo y la aceptación de los clientes, los cuales pueden, ser positivamente influenciados. Para que el terapeuta tenga un excelente logro en la terapia debe hacer de esta una terapia de carácter exploratorio; el terapeuta sistémico se esfuerza más por obtener un dialogo interno del cliente y también en su dialogo externo, pues debe estar atento al sentido que las ideas, palabras y emociones del cliente tienen en relación a sí mismo y de sus sistemas de pertenecía, y también al sistema terapéutico; es una característica importante del modelo sistémico que el terapeuta tenga una visión circular de los eventos, de igual forma , la linealidad propia del sentido común. Tal perspectiva implica la renuncia a considerar un evento como causa suficiente de otro y lleva además a considerar las relaciones recíprocas entre los eventos y las acciones humanas. La vi¬sión circular, naturalmente, no se aplica solamente a los eventos del mundo del cliente, sino también a todo lo que sucede en la terapia. El principio de circularidad en la conducción de la sesión se basa en la observación de las retroalimentaciones, es decir, en los mensajes verbales y no verbales del cliente. Para una mayor precisión, el terapeuta debería ser consciente además de las propias retroa-limentaciones en relación al cliente, es decir, posicionarse en una visión externa (outsight) desde la cual observar la interacción, conduce a una concepción verdaderamente co-evolutiva de la terapia. Cada intervención del terapeuta se basa en mensajes del cliente y éstos a su vez se basan en relación a mensajes anteriores. Más que hablar de una visión sencillamente circular, conviene
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