Tercera Semana
Enviado por kiki0122 • 18 de Junio de 2014 • 2.132 Palabras (9 Páginas) • 241 Visitas
Actividades de la Tercera semana
Unidad X (LIBRO DE TEXTO)
TIPOLOGIA TEXTUAL
Ejercicios de asimilación
Desarrolla las cuestiones siguientes:
1- Establece la diferencia entre los textos escritos en versos y los escritos en prosa
Aunque ambos expresan la misma idea, en el texto en prosa no existe rima mientras que en el texto en verso sí.
2- Describe las etapas de desarrollo del texto narrativo.
La Introducción: El autor plantea aquí la situación que va a desarrollar y realiza la presentación de los personajes y su entorno. Es probablemente, la parte fundamental del texto narrativo, pues de ella depende el que la obra sea o no capaz de captar la atención del lector.
Nudo: En toda narración se plantea siempre un conflicto, un momento cumbre en el que todas las líneas planteadas en la introducción convergen sobre un hecho fundamental que marca todo el relato.
Desenlace: las circunstancias tormentosas llegan a su fin después de haber afligió a los personales.
3- Explica cuál es la función del narrador y define los tipos más usuales.
La persona que narra la historia suele no ser el autor sino un personaje ficticio, tan ficticio como la obra misma. El narrador es la persona que cuenta la historia, la cuenta en cuentos, leyendas como en los cuentos es narrador en la poesía es hablante lirico.
El narrador puede estar en primera persona: cuenta una historia sobre sí mismo o en tercera persona: cuenta la historia de otros.
4- Explica la razón por la que algunos estudiosos llaman a la descripción “pintura de palabras”.
Sobre la pregunta se puede decir lo siguiente: como la pintura es el arte del empleo de colores de allí que la descripción es el pintura de palabras, pues debe al igual que la pintura, representar un objeto, paisaje o persona de la misma forma.
Esto se trata de describir, pintar con palabras lo que vemos, escuchamos o imaginamos.
5- Define los tipos de descripción tomando en consideración el objeto descrito.
Topografía: es la descripción de un paisaje o de un lugar (topo –lugar; grafica –descripción)
Cronografía: descripción de un momento de periodo de tiempo breve o extenso.
Prosopografía: descripción de la característica física de una persona o animal.
Etopeya: descripción del carácter moral o manera de ser de una persona; también de sus hábitos, costumbres, aspiraciones, etc.
Retratos: es la combinación armoniosa de una prosopografía y una etopeya, o dicho en otras palabras: el retrato es la descripción de la característica física y las temperamentales de un personaje.
Autorretrato: es el retrato por la propia persona, lo que evidentemente le da un matiz de subjetividad mayor de que tendría realizado por una segunda persona observadora.
Paralelo: es la comparación o contraste del retrato de dos o más personaje realas o imaginario.
Caricatura: consiste en destacar los rasgo negativo de un personaje o en de forma los positivo con el objeto de ridiculizarlo o de hacer una broma a su costa.
6.- Explica la función de los textos expositivos.
El texto expositivo tiene como objetivo informar y difundir conocimientos (=enseñar =finalidad pedagógica) sobre un tema. La intención informativa hace que en los textos predomine la función referencial.
II- Lee cuidadosamente la historia siguiente, y responde las interrogantes que aparecen al final:
Aprender a pensar
(Versión libre del cuento de David Owen)
‘El señor Whitson nos enseñaba ciencias naturales en sexto año de primaria. El primer día de clases, su exposición trató de una criatura llamada gatiguampo, animal nocturno y mal adaptado al medio biológico, que se extinguió durante la Era de las Glaciaciones. El maestro hizo pasar un cráneo de mano en mano, mientras explicaba el tema. Todos tomamos notas y, más tarde, contestamos un cuestionario sobre esa lección.
Cuando me devolvió mi prueba me quedé boquiabierto: una enorme equis roja tachaba cada una de mis respuestas. ¡Estaba reprobado! ¡Debía de haber algún error! Había repetido al pie de la letra las palabras del maestro. Inmediatamente supe que toda la clase había salido reprobada. ¿Qué había ocurrido?
Muy sencillo, nos explicó el señor Whitson. Él había inventado ese cuento del gatiguampo. Jamás había existido tal especie. Por lo tanto, cada uno de los datos de nuestras notas era incorrecto. ¿Acaso queríamos que nos aprobara por contestar falsedades?
Huelga decir que nos pusimos furiosos. ¿Qué clase de prueba era esa? ¿Y que clase de maestro era éste?
Tendríamos que habérnoslo imaginado, prosiguió el señor Whitson. En efecto: mientras circulaba entre nosotros el cráneo (que era de gato), ¿acaso no nos había dicho que no había quedado ningún vestigio del animal? Había hablado también de su visión nocturna, del color de su piel y de otras muchas características de las que él no podría haberse enterado. Para colmo, le había puesto un nombre ridículo, y ni así habíamos maliciado la artimaña. Nos informó que anotaría los ceros de nuestras pruebas en las actas de exámenes oficiales.
El señor Whitson agregó que esperaba que hubiéramos aprendido algo de esa experiencia: los maestros y los libros de texto no son infalibles. Y nadie lo es. Nos recomendó no permitir que nuestras mentes se adormecieran y tener siempre la disposición de hacer una investigación por nuestra propia cuenta. Y cuando estemos seguros, después de habernos documentado, tener el valor expresar nuestra inconformidad si el maestro o el libro de texto nos parecen errados.
Cada lección del señor Whitson constituía una aventura. Todavía hoy recuerdo, casi de principio a fin, algunas de sus disertaciones. Un día nos dijo que su Volkswagen era un organismo viviente. Tardamos dos días en armar una refutación que le pareciera aceptable. No se dio por satisfecho hasta que le demostramos no sólo que sabíamos lo que era un organismo viviente, sino también que teníamos la entereza de defender la verdad.
Aplicamos nuestro nuevo escepticismo a todas las materias de enseñanza. Esto ocasionó
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