Textos expositivos y argumentativos: La importancia de estos en el sistema escolar

Textos expositivos y argumentativos:
La importancia de estos en el sistema escolar

Javiera Fernández Arraño

Como personas estamos en contacto con los textos desde los primeros años de escolaridad, incluso en algunos casos, desde mucho antes. Esto va desde el simple hecho de padres que leen junto a sus hijos cuentos de pre lectura, hasta que el niño está inserto en el sistema escolar, este es el momento en que el niño reformula las modalidades discursivas como el texto expositivo y argumentativo en el aula.

El texto expositivo está presente en diferentes etapas en la vida escolar, aunque normalmente no nos preguntamos frente a qué tipo de textos estamos, este tipo de texto está presente en la mayoría de los textos que los niños leen cotidianamente, por ejemplo, en las pruebas escritas, manuales escolares, reglas de algún juego, una reseña, un comentario, etc. Así mismo el educando se enfrenta desde los primeros años de escolaridad a los textos argumentativos, estos textos, que forman parte de nuestra vida cotidiana, los podemos encontrar en discusiones con personas, en los textos publicitarios, en los debates públicos, etc.

En el caso del texto expositivo su fin principal es “(…) expresar  información o ideas con la intención de mostrar y de explicar o hacer más comprensibles dichas informaciones.” (Álvarez, 2001:16). Este tipo de texto es de vital importancia porque ayuda al escolar a comprender, a aprender, a entender acerca de lo que en el colegio le entregan como contenido. Entonces, a través de sus propios medios el educando puede acceder a cierta información.

El texto argumentativo es el más utilizado por los niños, un ejemplo claro es cuando quieren conseguir algo, tratan de convencer y persuadir con interminables argumentos a sus padres, para lograr la adquisición de lo deseado. Estas competencias argumentativas también las vemos evidenciadas en el aula donde a través de un debate el alumno produce razonamientos con fundamentos de interesante complejidad.

He aquí la importancia de por qué se debe enseñar acerca de estos dos tipos de textos. Por un lado el texto argumentativo sirve a los niños para aprender a argumentar  sus opiniones y defenderlas frente a otras personas,  como también descifrar los mensajes provenientes de contextos en los que se intenta influir en nuestra conducta.  Respecto al tema y en contraposición a los que se pueda creer Teberosky plantea “La competencia argumentativa oral del niño no necesariamente implica que haya adquirido un conocimiento letrado, es decir, que esté preparado para componer textos escritos de calidad” (Citado por Perelman, 1999). Por eso no se debe dar por entendido que si un alumno logra defender una opinión con muy buenos argumentos, va a lograr escribir un texto con cierto grado de complejidad.

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