Tolerancia

Se ha dicho que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy complicado de explicar. Pero la podríamos definir como el valor que nos hacer aceptar las diversas opiniones, culturas, razas y religiones. He escogido este tema porque me parece que se ha perdido la capacidad de saber escuchar y aceptar a los demás valorando las distintas formas de entender y ver las cosas, a través del tiempo hemos visto como se atenta contra los derechos fundamentales de las personas.

A diario el mundo sueña con la tolerancia, ya esta cansado de tantas muertes provocadas por injusticias. En los periódicos distribuidos en nuestra ciudad se leen titulares como: “Pelea de barras de diferentes equipos deja un saldo de “X” número de muertos”, o “Guardia de seguridad mata a hombre porque lo quedo viendo mal”. Pero desde una perspectiva más sencilla podemos ver casos de intolerancia en nuestro hogar, trabajo o hasta aquí en la misma universidad se puede apreciar una especie de segregación cuando los estudiantes nos discriminamos entre nosotros mismos por pertenecer a diferentes carreras universitarias.

Todas estas situaciones me llegan a preguntarme a mi misma cuantas veces he practicado correctamente la tolerancia y cuales son los límites para saber cuando soy tolerante, intolerante o indiferente. No todas las veces podemos ser tolerantes es mas tenemos que tener cuidado de no llegar al exceso de la tolerancia ya que de ser totalmente tolerantes nos implicaría permitir las injusticias, la falta de moral, valores y conciencia y de permitir todo esto estaríamos cayendo en la mentira de la indiferencia que es cuando ya simplemente no nos importa lo que les pase a los demás, por eso la mejor forma de aplicar la tolerancia es buscando un equilibrio entre: ejercer la tolerancia y aceptar que a veces no todo puede tolerarse.

Y para tener una idea de ese equilibrio recordemos que tolerar no es permitir un mal sino aceptar puntos de vista diferentes y legítimos, ceder en un conflicto de intereses justos, respetar y comprender que la tolerancia favorece las relaciones interpersonales porque todos aprecian que se les entiendan sus sentimientos y puntos de vista. Cuando nos encontremos con formas de pensar distintas a la nuestra tratemos de no ponernos a la defensiva y evitemos prejuzgar al otro. Recordemos el ejercicio de ponernos en los zapatos de los demás y tratemos de pensar como él, pues muchas veces la otra persona vive una realidad donde las cosas sólo se pueden ver de una determinada manera. Y En el caso de que realmente no entendamos algo, quitémonos el temor de preguntar. Seamos inteligentes y eliminemos los pensamientos radicales. Nadie tiene la verdad absoluta en sus manos.

No hagamos una barrera, hagámonos un gran favor y permitámonos escuchar. Y como los conflictos y la violencia son la actualidad diaria, la tolerancia es un valor muy necesario y urgentemente

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