Topofilia o la dimensión poética del habitar,

Pontificia Universidad Javeriana Cali

José Luis Cuadros Apolindar

Ciudad Región y Territorio

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Topofilia o la dimensión poética del habitar,

Carlos Mario Yory.

El libro Topofilia o la dimensión poética del habitar, fue escrito por el Arquitecto Yori, quien es magister en filosofía, especialista en cooperación para el desarrollo de asentamientos humanos en américa latina y el áfrica, además es docente en la Universidad Nacional y la Javeriana de Bogotá, con el propósito de analizar e identificar conceptos fundamentales para entender y explicar las relaciones que existen entre el ser humano y su territorio, quien en la exégesis manifiesta: es el resultado de la práctica del saber habitar, en base a tres conceptos que engloban la lectura en cuanto a lo que  representa el SER, el ESTAR y el HACER de una profesión milenaria como lo es la Arquitectura, definiendo al ser humano, que en última instancia es quien a medida del tiempo adecúa su espacio a sus necesidades y es quien construye su representación de ciudad a su imagen, como un HOMBRE orientado por las emociones, un SER HABITANTE que está en interacción y relación con el territorio y un SER EN EL MUNDO que se desenvuelve en una sociedad que debe aprender a convivir y a compartir un territorio; se dan a conocer los conceptos teóricos y cómo actúan estos elementos dentro de la construcción de las ciudades modernas, con el objetivo de profundizar en ellos y poder interpretar estos significados, que a su vez permita comprender condiciones tanto históricas y geográficas que nos son propias.

De lo anterior es importante establecer cuáles son esas condiciones y cómo actúan dentro de nuestra naturaleza, en lo referente a nuestra manifestación del habitar. La primera condición de la que habla el autor es la histórica y la remite a la conciencia del ser humano mas no a la forma en cómo se interviene o se construye una ciudad, pues según él se olvida del territorio y de ese “ESTADO DE SITUACIÓN” (relaciones de una persona con el territorio), la segunda es la del humano como un SER GEOGRÁFICO, que lleva implícita la condición histórica cuando establece que el territorio está sujeto al paso del tiempo y se evidencia en las capas de historia de las que se compone una ciudad moderna.

Los conceptos que se toman para entender dichas relaciones, son la esencia del espacio donde se desenvuelve la vida de un sujeto y todo aquello que implica estar dentro de una sociedad, y son aquellos fenómenos que se dan dentro de la noción de pertenencia; como bien lo dice el título de este libro, Topofilia hace referencia a las relaciones afectivas de las personas que las unen a un determinado lugar, aparece pues el concepto de territorialidad para afianzar ese lazo y así poder manifestar materialmente dicha relación, convirtiéndola en lo que ES la ciudad hoy día, es indispensable para la comprensión socio – espacial que hace Carlos Mario, entenderla desde lo filosófico, ya que este, es el escenario que utiliza Yory, para explicar cómo se construyen las ciudades modernas en cuanto a relaciones humanas y, reitero, “Estados de situaciones”.

Según el Arquitecto, la construcción de las ciudades en la actualidad se debe principalmente bajo factores y principios de apropiación (Territorialidad), que defienden esa manera de “ESTAR” mas no de una simple forma de distribuir el espacio, de ello se entiende que es el ser humano es quien a medida de sus necesidades y del sacrificio en muchos casos de la funcionalidad, determina la manera en cómo se debe construir ciudad en todas las escalas, y esto se debe a que esta encaminada hacia nuestro propio interés, a partir de las relaciones entre individuo y el espacio físico como también las interacciones del individuo con el  Espacio Significacional, es decir la carga emotiva de la concepción espacial (lo que representa para cada persona un lugar), que nos permiten entender el HABITAR HUMANO desde la “forma” y para ello se remite a pensadores griegos para explicar de dónde se extrae dicho resultado de ciudad (la forma).

Con esto se busca entender los principios básicos con los que Vitrubio planteaba para construí: Firmitas, Utilitas y Venustras, teniendo presente los tratados filosóficos de la tradición grecolatina de lo “bueno y lo “bello”, como condicionantes de la “FORMA” arquitectónica y urbana, que no pueden disociarse de la idea de belleza. Yori extrae entonces la esencia de los tratados de los tres filosofo más representativos de las antiguas escuelas griegas: Sócrates, Platón y Aristóteles, para definir dichos conceptos, sus concepciones de bellezas y cuáles son los condicionantes en cada caso, Sócrates habla de la Adecuación, que está dada según la utilidad, y para él ese objeto (para efectos de la lectura: La ciudad) es “bueno y bello” en la medida en que cumplan el fin por el cual fueron hechos, Platón por su parte entendía la belleza como intentos de adecuación (Copias, Mundo de las ideas), qué tan parecido es el objeto sensible frente al inteligible, y entre más lo fuese más atractivo y potencialmente bello sería: “forma pura”, en cambio, Aristóteles veía la Belleza y la forma como el resultado de una composición armónica de las partes integradoras del TODO.

En cualquier sentido tanto belleza y forma eran entendidos bajo una triple connotación: Estético, Ético y Ontológico, que apuntaba siempre al ideal moral de ADECUACIÓN, pero el problema filosófico no termina aquí, el autor rescata de Sócrates la importancia de la UTILIDAD y así poder demostrar su tesis, él lo define como “Ecuación Funcional” donde la sumatoria de lo bueno, bello y la forma (adecuación) determinaban la utilidad de ese objeto. Sócrates se refería a ello como el HARMOTTON, a esa belleza útil, que obedecía a proporciones correctas y que según su nivel de armonía (Aristóteles), significaba la correcta disposición de esa adecuación, que más tarde sería reinterpretada por los romanos como el APTUM, como aquella belleza utilitaria o funcional de un objeto cargada del componente sensible (Platón).

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