Toteres

Hubo inquietudes en materia educativa mucho antes de que se hiciera la Guerra de Independencia, estas por parte del Estado español que no llegaron a concretarse, para el año de 1600 trataron de imponer un orden en la educación elemental.

En 1763 se publicaba el Essai d’ éducation nationale de Louis René de la Chalotais (1707-1785), en él protestaba contra la tradicional exclusión de los laicos de la enseñanza y reivindicaba una educación que dependiera sólo del estado, porque decía “es justo que los jóvenes del estado sean educados por personas del estado”. En esta perspectiva él presentaba un plan para el establecimiento de las escuelas, con sus correspondientes programas, en la que tenía gran importancia la enseñanza de la historia y de las ciencias naturales.

En Alemania Johann Bernhard Basedow (1723-1790) sostenía el laicismo y el estatismo de la enseñanza, auspiciaba que las escuelas las estuvieran dirigidas por criterios uniformes por parte del estado para el bien civil de todos los ciudadanos. Carlos V proclamo que la escuela debía fragua no sólo de clérigos sino también de magistrados, asumiendo con ello la exigencia de los reformados.

En Francia tenemos a Mably que en su De la législation ou príncipes des lois (1776), tratando ampliamente sobre las leyes relativas a la educación que la republica debe dar a los ciudadanos y hablando con desprecio de los “maestros mercenarios, cuyo objetivo es enseñar tristemente un collége un poco de mal latín y muchas tonterías”. Diseñaba un proyecto de instrucción “pública y general”, en el cual estaba comprendida la instrucción militar, para aprender a ordenar y obedecer, el derecho natural, y finalmente la historia.

Y en Italia tenemos a Filangieri que, trata de las leyes que se refieren a la educación, a las costumbres y la instrucción pública.

Antes del movimiento insurgente, en la segunda mitad del siglo XVIII, algunos intelectuales del momento intentaron imponer un sentido de modernidad a la educación del país, pero dieron frutos estos grandes esfuerzos y se vieron reflejados pero hasta que fue adoptadas estas ideas por parte de la generación del movimiento de los insurgentes, tales esfuerzos solamente se veían en la clase mas privilegiada o mas bien en los grandes ilustrados de México.

A principios del siglo XIX, las ideas de la Ilustración, que tomaban en cuenta muchas de las premisas educativas de Rousseau -que proponía una formación basada en la naturaleza humana y en la libertad de apre

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