Trabajar en una plataforma petrolífera o una refinería de petróleo son considerados trabajos sumamente peligrosos

Trabajar en una plataforma petrolífera o una refinería de petróleo son considerados trabajos sumamente peligrosos. Este tipo de trabajo pone a individuos en diversos riesgos.

Piper Alpha fue una plataforma petrolífera ubicada en el Mar del Norte. El 6 de junio de 1988, una serie de explosiones destruyen completamente la plataforma. Las explosiones y los incendios ocurridos en menos de tres horas, dejaron 165 hombres fallecidos, dos de ellos parte del rescate mandado a Piper.

En este fatídico suceso podemos observar varios errores entre ellos el que no se cumpliera el diseño que permitía a las operaciones más peligrosas ser separadas del módulo habitacional de trabajadores.

Un sistema desorganizado de permisos de trabajo venía ocurriendo con anterioridad en la plataforma. Existían dos bombas grandes (A y B) en Piper, la bomba A fue apagada y la válvula de escape de presión fue removida para mantenimiento, la tubería abierta fue cerrada temporalmente por un collarín, el ingeniero a cargo lleno el permiso necesario y la llevo a la sala de control, como el supervisor estaba ocupado el decidió llenar el permiso y no le dijo a este sobre la válvula removida y que la bomba A estaba fuera de servicio así que el siguiente turno no sabía nada de este potencial riesgo.

Otro problema en Piper fue el haber colocado el sistema de extinción de incendios en manual cuando este debió de haber estado automático, lo cual viera permitido mitigar las llamas desde el inicio.

El no poder comunicarse con las plataformas Claymore y Tartan supuso una pérdida de tiempo para impedir el bombeo de petróleo de dichas plataformas con Piper. Si los superiores hubieran dado la orden de parar en bombeo es probable que la Piper no se hubiera destruido pero lo más seguro es que pensaron que al hacer eso obtendrían perdidas sin saber que por la demora lo perderían todo.

Si hubieran tenido un plan de emergencias y desastres además de haber realizado simulacros, la pérdida de vidas hubiera sido menor, pues como dice el documental, mucha gente se atrevió a saltar al mar por su instinto de supervivencia y no porque esa fuera la manera más segura de sobrevivir.

Además de la prevención física que debería haber, trabajar en estas condiciones supone un desafío mental que en muchas ocasiones puede producir estrés, depresión, hipertensión e incluso obesidad. Por lo que, los trabajadores deben ser atendidos de manera constante por especialistas que los evalúen y ayuden a estar preparados mentalmente ante este tipo de emergencias.

En conclusión, sucesos como los ocurridos en la Piper deben ser antecedentes que nos permitan prepararnos ante riesgos y desastres, pues causa la pérdida de valiosas vidas además de contaminación al ambiente. Gracias a la tecnología actual y las medidas que toman muchas organizaciones, el porcentaje de riesgo se ha reducido pero eso no significa que no vuelva

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